Laura Hoyos, junto con Gaby Cárdenas y Andrea Fontecilla son las autoras del libro «Comida real para bebés», en el que nos dan las claves para una correcta y saludable alimentación de nuestros más pequeños. Hoy Laura se sienta con nosotros para hablar sobre la alimentación de esos «locos bajitos».
Creo que las tres autoras del libro sois madres, ¿la idea de escribirlo viene antes o después de vuestra maternidad?
Si, las tres somos madres. La idea vino cuando nuestras hijas tenían ya el año de edad y habíamos superado los primeros meses de alimentación. Las tres por separado tenemos nuestro pequeño blog en Instagram donde mostrabamos y seguimos mostrando las comidas que le damos; y teníamos a miles de madres interesadas en seguir nuestras recetas, consejos y recomendaciones.
Además, las tres entendimos la importancia de la alimentación durante los primeros años de vida y vimos que no todas las madres tenían acceso a esta información o no tenían el apoyo por parte de sus pediatras, familiares, porque veníamos haciéndolo de una forma diferente, con creencias que al día de hoy se sabe que son perjudiciales a largo plazo, como el consumo de azúcares y ultraprocesados. Entonces, con este libro quisimos aportar un grano de arena para criar niños más saludables y felices.
Crees que como norma general en España se alimenta bien a los bebés?
En España, un tercio de la población infantil padece exceso de peso. Un dato que quizás no parece muy alarmante pero se sabe que este exceso de peso viene asociado a un incremento de las enfermedades no transmisibles (que no deberían estar afectando a niños) como lo son, la diabetes tipo II, hipertensión, obesidad, asma y hasta el cáncer.
Dicho esto, se sabe (porque yo lo viví) que muchos pediatras siguen pautas obsoletas e incluso algunos recomiendan productos ultraprocesados a las madres, como potitos, cereales azucarados, galletas, zumitos, y más; entonces, esto hace que muchas familias, que confían ciegamente en ellos, no tengan consciencia de la importancia de la nutrición con comida real, nutritiva y de calidad.
«En España, un tercio de la población infantil padece exceso de peso»
Sin embargo, poco a poco siento y veo que más y más padres se suman y se interesan por la salud y la nutrición de sus pequeños. Cada vez, somos más los que nos sumamos para promover la alimentación saludable y fomentar la buena relación con los alimentos desde temprana edad.
Estoy convencida que más pronto que tarde, todo esto cambiará para mejor, sobre todo a nivel de consciencia en los padres.
¿Cuándo crees que se debe iniciar la alimentación complementaria en un bebé?
Según la OMS: “La lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida y, a partir de entonces, iniciar la alimentación complementaria con alimentos nutritivos y continuar con la lactancia hasta al menos los 2 años. La leche continuará siendo el alimento principal durante el primer año y la lactancia puede mantenerse todo el tiempo que el bebé y la mamá quieran”.
Pero no sólo lo recomienda la OMS, también lo recomiendan la Asociación Española de Pediatría, la Agencia de Salud Pública Catalana, la Comisión Europea, la Asociación Americana de Pediatría y más entes.

En un apartado del libro, ponéis encima de la mesa ciertos mitos que no son ciertos, como el tema anterior de la fecha de la alimentación complementaria o que se debe mezclar cereales en el biberón, ¿Cuál crees que hace más daño de todas estas falsas creencias?
Desde mi punto de vista, acostumbrar a los bebés a tomar zumos, gaseosas o cualquier bebida azucarada, en lugar de agua pura; y sin dudas, el dar alimentos azucarados o agregar miel o colacao a su leche para que lo acepten mejor. En definitiva, el consumo de azúcar, cuando apenas son unos bebés.
El azúcar de mesa, es un alimento que no aporta nada a nuestros hijos, más que adicción, interferencia en la percepción de los sabores, caries, obesidad y con ella enfermedades a largo plazo. Además, interfiere en la aceptación de alimentos reales, ya que su sabor es muy fuerte, lo que va a desplazar el consumo de alimentos de calidad.
Según la OMS, un bebé hasta los 2 años de edad no debería consumir azúcar y a partir de los 2 años su consumo no exceda los 4-5 terrones de azúcar.
Muchas madres y padres dicen que sus hijos no se acostumbran a estos o aquellos productos, ¿la alimentación se educa?
Sin duda alguna, está más que comprobado que a mayor veces que exponemos a los bebés a un alimento, mayor va a ser su aceptación. Sobre todo con aquellos que no son tan amigables por su sabor amargo, como las verduras. Siempre pongo el mismo ejemplo, pero de seguro la primera vez que probamos yogurt no nos gustó, pero poco a poco a medida que lo fuimos probando ya se ha convertido en favorito para algunos. Con los bebés pasa igual, habrá alimentos que no les harán mucha gracia y los rechazarán varias veces.
La clave es seguir insistiendo de forma respetuosa, ofreciendo en diferentes preparaciones, forma de cocción o presentaciones, sacándonos de la cabeza que le tiene que encantar de buenas a primeras y sin etiquetar el alimento como que no le gusta y no se lo ofrezco más.
«A mayor veces que exponemos a los bebés a un alimento, mayor va a ser su aceptación»
¿En qué aspectos concretos influye una alimentación variada en los bebés?
Pensemos que nuestro bebé está creciendo, no sólo a nivel físico, sino neuronal, metabólico, cognitivo, etc, por lo que necesita tanto de macronutrientes esenciales (proteínas, hidratos de carbono y grasas buenas), como de micronutrientes presentes en las frutas y vegetales, para que todo ocurra de forma correcta.
Como lo explicamos en el libro de “Comida real para bebés”, cada uno tiene su función en el organismo como por ejemplo: las proteínas ayudan a su crecimiento con la formación de tejidos, músculos y son la principal fuente de hierro, zinc que tanto necesitan. Las frutas y verduras aportan la mayor cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y agua que van a ayudar a su crecimiento neuronal y a que su microbiota intestinal esté sana. Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía. Y las grasas buenas que también aportan energía y ayudan al buen desarrollo del cerebro y del sistema nervioso central.
Además cada alimento tiene sus propiedades y beneficios, lo que te aporta un plátano no te lo aporta el salmón. Entonces, a mayor variedad mayor van a ser los nutrientes con los que nuestro bebé esté en contacto.
Tenemos que dejarle el miedo a los alimentos. Mientras más colores haya en el plato, más saludable serán sus comidas.

¿Cuál crees que es el gran reto en nuestro país para que los bebés se alimenten mejor?
Desde mi punto de vista, existen dos grandes retos. Por un lado la educación sanitaria a la población, en donde se le explique a los padres la importancia de alimentar bien a nuestros pequeños y las consecuencias que puede y tienen a largo plazo. Y por otro lado, el reto para luchar contra el marketing engañoso que hay en los productos destinado a los más pequeños, y contra las campañas dudosas público/privadas, que se implementan para promover la alimentación saludable.