Estilista gastronómica, cocinera y fotógrafa apasionada por la gastronomía, Laura Ponts conoció la gastronomía en el negocio de su familia, Cansaladeria Vilalta de Ponts, y encuentró su inspiración en su pequeño pueblo en Lleida. Se formó en Hostelería y Restauración en Barcelona y hoy se sienta con nosotros para hablar del libro que acaba de publicar con Espasa: «Recetas con Mucho Arte»
¿Cómo descubriste tu pasión por la cocina y qué te llevó a compartirla en Instagram?
La pasión por la cocina me viene desde muy pequeña. En mi casa hace cuatro generaciones que tenemos una tienda de embutidos artesanales y platos cocinados. Además, desde muy pequeñita mi madre me llevó a los mejores restaurantes, siempre me ha encantado comer. A los dieciocho estudié cocina y de ahí me puse a trabajar en restaurantes. Para mí esto no es una moda, sino una forma de vivir que llevo en la sangre.
Lo empecé a compartir en Instagram hará unos once años, cuando mis amigos me abrieron una cuenta (yo por aquel entonces no tenía Instagram). Y como siempre me gustó cocinar en casa para mis amigos y mi familia… pues empecé así. Y hasta hoy… ¡que me dedico a esto!

¿Qué te inspiró a escribir tu libro «Recetas con mucho arte» y cómo fue el proceso de escritura durante tu lucha contra la depresión?
Bueno, el libro lo tenía que haber escrito hace un par de años, que es cuando me cogió la depresión, pero me bloqueé totalmente. No podía escribir ni una frase y ahora ha sido el momento porque ya estoy al cien por cien. Muchísimos de mis seguidores y de mis amigos del mundo gastro me pedían «Laura tienes que hacer un libro», porque al final no solo hago recetas, sino que hago muchísima fotografía, muchos bodegones y es algo que que lo disfruto muchísimo, lo llevo en la sangre. ¿Y qué mejor que un libro para ver todo el trabajo que hay detrás de una foto, de una receta, de un bodegón..?
También he querido hablar de la salud mental porque creo que puedo ayudar a la gente. Hay muchísima gente joven que no está bien. A mí me ingresaron, estuve estuve en un centro con gente que estaba muy mal y allí me di cuenta que no era la única, sino que había cuarenta personas como yo, que eran muy inteligentes y tenían muchos problemas.
Colaboras con chefs y restaurantes , ¿qué has aprendido de esas experiencias y cómo han influenciado tu estilo culinario?
Bueno, hace once años ya o diez años que estoy trabajando con el chef Nandu Jubany. Muy reconocido, un crack. Le llevo su Instagram y hago todas las fotos de todos sus restaurantes (Singapur, Fornentera, Andorra, Barcelona, Vick…). La verdad es que he aprendido muchísimo. El trabajo que hago es un muy libre y hay confianza y el día que no puedo grabar recetas o hacer fotos , pues me voy a las neveras, me voy al huerto y ahí hago también mis bodegones, que es algo que él aprecia mucho.
¿Cuál ha sido el plato más desafiante que has creado hasta ahora y por qué?
Una de las recetas que están en mi libro, que es un arroz de bogavante y gambas roja. Este arroz siempre lo hemos preparado en mi casa y he rectificado un poquito la receta. Sí que es verdad que igual no es tan espectacular como cuando hago un bodegón de de fruta y verdura, que es muy colorido, pero, al final también se tiene que apreciar las horas que hay detrás para hacer una muy buena receta.
¿Qué consejos darías a alguien que está empezando en el mundo de la gastronomía y quiere triunfar en la cocina?
Sobre todo, muchísima voluntad, muchísima paciencia, muchas ganas de trabajar. No rendirse, ir probando.

¿Cuál es tu receta favorita del libro y por qué?
Mi receta favorita es la sopa Tommy Angum, una receta tailandesa. La preparé mil veces hasta que salió súper buena y la he querido compartir porque al final, es una receta muy fácil, no se necesita mucho tiempo y y la verdad es que en casa triunfa muchísimo.
Además de las recetas, mencionas que tu libro también es de arte. ¿Cómo logras combinar la creatividad culinaria con la estética visual en tus platos y fotografías?
Yo considero que con la comida se puede hacer arte. Al final yo no uso ni aplicaciones, ni ninguna cámara de fotos, uso un iPhone y muchísima luz natural. Lo que sí que requiere para para que sea arte es ir a los mejores mercados, comprar los mejores productos y ponerle mucho cariño, jugar con los fondos, con diferentes maderas y conseguir que con todos estos colores que nos brinda los alimentos poder hacer un poquito de arte.
¿Cuál ha sido el momento más emocionante de tu carrera hasta ahora y por qué?
Momentos emocionantes hay muchísimos, desde cuando te invitan a viajes gastronómicos por todo el mundo a cuando me contactó Nandu Jubany. En 2015 me dieron el premio al mejor Instagram de España. Esto me me hizo muy feliz.
Finalmente, ¿qué te gustaría lograr a largo plazo como creadora de contenido gastronómico?
A largo plazo, me encantaría trabajar para hoteles. Me encantaría llevar las redes sociales de cadenas hoteleras, montar desayunos, bodegones. Eso sí, tendrían que ser hoteles paradisiacos y hoteles de lujo, me gustaría mucho y me haría muy feliz.