Le Tavernier, la última rooftop en incorporarse a la Gran Vía

El glamour de una ciudad ya no se mide por sus restaurantes o tiendas, ahora se evalúa por sus hoteles y azoteas, y por todos es sabido que de eso vamos sobrados en Madrid.  La última en incorporarse a la privilegiada lista de las rooftop con más encanto de la capital es Le Tavernier, una acogedora terraza con excelentes vistas a la Gran Vía, ubicada en la planta octava del hotel Innside by Meliá Madrid Gran Vía. Porque si descubrir esta emblemática calle desde el suelo, hacerlo desde sus alturas es otro nivel ¿nos acompañas?

Es verano y si durante el invierno nos hemos instalado en las terrazas, durante el verano directamente nos atornillamos. Pero no en cualquiera. Las que nos chiflan de verdad son esas que, cóctel en mano, nos sumergimos en un oasis vegetal fuera de las miradas indiscretas para ver caer el sol a ritmo de música electrónica. Sí, en Madrid no tenemos playa, pero la puesta de sol desde los tejados de Gran Vía tampoco está nada mal ¿no crees?

Si eres de los nuestros, entonces no puedes perderte Le Tavernier, una parada obligada para refrescarte, divertirte y desconectar en las apetecibles noches de verano. En sus imponentes 500 m² esta terraza reúne todo lo mejor de las viejas tabernas portuarias de la popular Marina coruñesa: una acogedora decoración (obra del estudio de interiorismo Iván Cotado), una frondosa vegetación, una cálida iluminación y una extensa carta de tragos para degustar y disfrutar con los cinco sentidos. Porque si por algo se caracteriza esta terraza es por su amplísima carta de cócteles, los hay para todos los gustos y de casi todos los colores. Entre sus combinados estrella encontramos el “Gallegroni”, una versión del clásico cóctel italiano Negroni aderezado con ginebra y vermú gallegos o los mojitos en su versión más frutal (con mango o fruta de la pasión).  

Con estos ingredientes, pretender acortar la estancia en este oasis de placer es casi imposible porque una vez que llegues no querrás irte. Así que para llenar el buche se ha ideado una carta de platos informales que, aunque corta (para que no te comas demasiado la cabeza), resulta muy apetecible en su conjunto. Algunas de sus referencias revelan la influencia gallega del proyecto, al frente del cual se encuentra el hostelero Antón Sáez, quien también regenta la coctelería Le Tarvernier en La Marina de La Coruña, donde se encuentra la auténtica génesis de esta rooftop.

Así, los guiños gallegos los encontramos en platos como las croquetas cremosas de cigala, los nachos con zorza y crema de pimientos de padrón, la mini tortilla de Betanzos o el carpaccio de vaca gallega. Al margen de estos y otros entrantes para compartir, por su carta desfilan hamburguesas (de ternera gallega, por supuesto), refrescantes ensaladas y el bocata de calamares, entre otros antojos. Las raciones son pequeñas y sus precios algo abultados, pero ¿quién no se da un caprichillo rodeado de tanto monumento? ¡Y no solo hablamos desde la perspectiva arquitectónica!

Si no tienes plan para tus tardes de verano déjate caer algún día por esta terraza donde el buen rollo y el buen beber está más que asegurado.