Hacienda Queiles presenta al mercado su nueva gama de aceites OVE: Abbae de Queiles y Alhema de Queiles. Esta nueva cosecha continúa con su apuesta por la máxima calidad, pero presentan una nueva imagen renovada de su aceite de oliva virgen extra y la posibilidad de vivir una experiencia oleoturística.
Estos aceites forman parte de la élite de los olivareros de España, cuya misión es conseguir productos excelentes. Hacienda Queiles pertenece a la Familia Cirsus, que además del aceite, trabajan viñedos. Su cultura familiar se basa en un trabajo en equipo “del que sentirse siempre orgulloso”, pues han sido tres veces nombrados el mejor aceite del mundo.
Cómo se consiguen unos aceites de élite
Conseguir aceite con identidad y personalidad no es una tarea sencilla. Desde Hacienda Queiles lo saben, así que siguen un proceso minucioso en cada fase de producción. Primero, el cuidado del campo es riguroso, todas las zonas están controladas y atendidas. Existe una plantación en un marco de 7 por 5 metros, que permite a los árboles tener el espacio suficiente para su adecuada insolación y ventilación.
Solo se procede a la recolección en el momento del envero, es decir, cuándo la oliva se llena de color. De esta forma, se obtienen aceites frescos y aromáticos. La cosecha se realiza entre finales del mes de octubre y la primera quincena de noviembre, siempre buscando el momento óptimo de maduración del fruto.

Para conseguir la más alta calidad en el aceite, el plazo máximo entre la recogida del fruto y la molienda en su propio molino es de 3 horas. Después, pasa a la batidora, que se encarga de homogeneizar los distintos componentes de las olivas. Tras deshacerse de elementos como la pulpa, la piel o el hueso, se separa el agua de vegetación (que vuelven a llevar al campo para regar los olivos) del aceite de oliva virgen extra.
El aceite es pasado a bodega donde se eliminan los pequeños residuos e incluso los restos de agua que pudieran quedar. El elixir dorado se guarda en depósitos de acero inoxidable que están preparados para expulsar todo el oxígeno que pueda estar en contacto con él. De esta forma, el aceite se mantiene en una atmósfera inerte que impide que sufra un proceso oxidativo.

Los nuevos Aceites de Oliva Virgen Extra
Alhema de Queiles
Alhema de Queiles está elaborado a partir del ensamblaje de las dos variedades: Arbequina 85% y Arróniz 15%. La empresa lo define como un “aceite fresco, fragante, con gran personalidad”. Llama la atención que el nuevo modelo no está embotellado, se encuentra en un envase de acero, con un llamativo color naranja. Su oliva con certificado ecológico, autóctona de Navarra, cuenta con reconocimiento nacional y mundial.

Abbae de Queiles
Abbae de Queiles es monovarietal de Arbequina, es decir, solo se utiliza esa variedad oliva. Es la joya de la corona y como tal, continúa con el diseño embotellado aunque la etiqueta tiene una imagen más moderna y estilizada. Tiene “un sabor agradable y equilibrado”, más ligero que el aceite anterior. Su olor es más intenso, pues hay más aromas. Sin embargo, los toques frutales sobresalen por encima del amargo y el picante.

La experiencia oleoturística
El oleoturismo es el turismo enfocado a la producción de aceite, que tiene como objetivo divulgar las principales características y procesos de elaboración del Aceite de Oliva. España es el principal destino de este tipo de turismo, pues es el mayor olivar del mundo.
Los amantes de esta práctica están de suerte. A través de una visita guiada, podrán descubrir de primera mano todos los secretos de la Hacienda Queiles. Desde su historia en profundidad, hasta el proceso que siguen para elaborar el Aceite de Oliva Virgen Extra son accesibles al público durante este mes.
