Junto con el otoño llega el frío y tenemos que reinventarnos, especialmente con las comidas. Ya no apetecen tanto las recetas fresquitas, más bien todo lo contrario, pues solo queremos comer cremas, estofados y cocidos. Como no hay nada mejor que comer frutas y verduras de temporada, aquí te traemos algunos de los alimentos más característicos del otoño para que transiciones y puedas elaborar verdaderos manjares que te permitan entrar en calor.
Setas
Durante el año tenemos setas de cultivo comunes como los champiñones blancos o las setas shitake, pero es en otoño cuando podemos degustar setas recogidas directamente del campo. Encontrarás los mercados repletos de níscalos, boletus o champiñones durante septiembre y octubre, espacio de tiempo en el que sigue haciendo calor pero las lluvias son abundantes. Aprovecha la temporada de setas y hazte unos buenos salteados de temporada.
Granada
Esta fruta de recompensa rojiza y perlada es una de las estrellas del otoño. Es muy sabrosa y versátil, ya que la podemos consumir sola, en una ensalada, con pescados, en yogur…
La granada se empieza a ver en los mercados a partir de septiembre, pero tenemos que ser rápidos y aprovecharla al máximo ya que su presencia siempre es efímera. Para noviembre ya no quedará ni rastro de esta fruta.
Castañas
En cuanto se empieza a notar el frío, el olor a castañas comienza a inundar las calles durante los paseos otoñales e invernales, ya que aunque su recolecta se inicia en octubre se extiende hasta el invierno. Además, nutricionalmente son un excelente producto. Son menos calóricas que los frutos secos como almendras o nueces y tienen propiedades muy parecidas a los cereales, por lo que si vas por la calle dando un paseo y se te antojan unas castañas no sufras, porque no son tan calóricas o malas como podrías llegar a pensar, más bien todo lo contrario.
No obstante, las castañas son más que un snack callejero, ya que en la cocina se pueden utilizar de mil maneras. En una tarta, en estofados de carne de caza o de cerdo…
Boniato
No hay nada mejor en otoño que el dulzor del boniato, servido como acompañante de carnes, pescados o como elemento principal en una crema de verduras. Si lo quieres utilizar como acompañamiento, lo puedes hacer en formato chips -ya que al final es igual que una patata pero en dulce- o asado.
Tal y como sucede con las castañas, aunque su aparición comienza en otoño, su época se extiende hasta el invierno, así que no te tendrás que dar tanta prisa para hartarte de ellos como si la necesitarás con las granadas.
Calabaza
Más que con el otoño, tenemos a la calabaza asociada con Halloween. Durante octubre, no solo los mercados se llenan de calabazas, también las casas se inundan de esta hortaliza «tuneada» con caras y formas para celebrar la festividad.
Pero la calabaza es más que un elemento decorativo, ya que con ella se pueden hacer innumerables recetas, en forma principalmente de tarta o de crema. Además, cuenta con infinidad de propiedades que nos vendrán genial para el otoño, especialmente en esos días en los que estamos resfriados a causa del frío y los cambios bruscos de temperatura.
Coles
El repollo, la lombarda o la coliflor son las hortalizas del otoño. Aunque en muchas ocasiones las podemos disfrutar con algo de anticipación durante los meses de septiembre y octubre, lo habitual en España es que la temporada comience en noviembre.
Todas las coles son deliciosas y se pueden hacer gran cantidad de elaboraciones con ellas. Quedan excelentes guisadas, en el cocido, al horno, como crema…
