Las chicas, los chicos y los maniguis

Los chicos, las chicas y los maniquís: cocina informal con buen producto

Con una decoración colorista e informal, este nuevo gastrobar cuenta con varios espacios y una cocina actual con muchas posibilidades.

Redacción12/03/2018
Las chicas, los chicos y los maniquísLas chicas, los chicos y los maniquís

La primera vez que entre en Tickets, a los pocos meses de su inauguración, comprendí que aquello era un bombazo: cocina informal de alto nivel, servida y presentada como un gran restaurante en el fondo, que no en la forma. Cada vez que me encuentro con Albert Adrià en un congreso, se lo comento: ¿cuándo vendrás a Madrid? Él, que no parece tener mucha intención, sonríe… Los proyectos pueden ser parecidos sobre el papel, pero luego precisan de un día a día, y en éso marcan la diferencia las personas, y digo esto porque los Hermanos Iglesias, mecenas durante años de otros hermanos ilustres: los Adriá, han creado este proyecto con nombre almodovariano y una filosofia similar a la de los locales de Barcelona, pero en este caso, al menos de momento, están recién aterrizados con resultado diferente.

Los chicos, las chicas y los Maniquís es un espacio tricéfalo: tiene una parte de restaurante, otra de cervecería informal con un par de mesas y barra y una coctelería abajo: Bala Perdida Club.

Ensaladilla rusa de cangrejoEnsaladilla rusa de cangrejo

 

En un ambiente algo abarullado y no especialmente acogedor, bebemos cerveza: Malquerida, Keller y Free Dam sin, todas ellas bien servidas… y pasamos a comer, tomamos los Bocatas de calamares con mahonesa de Kimchi y encurtidos (6,10 euros) pequeño bocata, buena calidad del calamar y pan de su tinta; seguimos con la Ensaladilla de cangrejo (8,50 euros) correcta, aunque algo fría de más, un mal de la mayoría de los restaurantes que la sacan directamente de la nevera. Seguidamente tomamos un excelente Tataki de bonito con vinagreta de tomate (13,50 euros) y un correcto pero escaso Steak Tartar (18,50 euros). Recordando el pan con tomate de Tickets pedimos y nos ofrecen cuatro trocitos de pan cristal perfectos (4,50 euros).

Tataki de bonitoTataki de bonito

Las raciones son pequeñas y, aunque no tenemos especial hambre, se nos quedan cortas. Somos cuatro personas, así que optamos por no compartir el postre y tomar uno cada uno, comenzano por la Espuma de Crema Catalana (6,20 euros) buen formato, sabor y calidad. Seguimos con las Ciruelas al Armañac (6,20 euros), ligero y a la vez sabroso. La piña (7,10 euros) tiene una textura como de fruta cocida e impregnada que no nos gusta tanto, aunque sí los dos Minicornetes (3,50 euros) de mango y chocolate. El pan excelente (2,50 euros por cestita). En cuanto al servicio, es muy irregular, amable pero a la a vez un poco inexperto, nos preguntan cómo nos sirven los platos, ya que son para compartir, hay parones entre unos y otros, de los postres sirven tres y uno tiene que esperar diez minutos. Los helados se derriten…

En definitiva, al restaurante le falta recorrido. El concepto de vermutería con buenas conservas y platillos para compartir es correcto y, además, muy aceptado en la capital, pero tiene que resultar más fluido: no puede ser que las mesas estén pegadas unas a otras, que el precio no se corresponda con ello y que el servicio… mejor no seguimos.

Los chicos, las chicas y los maniquís
Calle Atocha, 49 – Axel Hotel, Madrid

Tel. 910883383