Desde el momento en que facturamos en los aeropuertos hasta que aterrizamos en la ciudad de destino, los españoles ingerimos una media de 2.350 calorías, convirtiéndonos en los terceros de Europa que más comemos.
Nos situamos detrás de alemanes, que consumen 3.107 calorías, y británicos con 3.400 calorías. Los italianos y los franceses se encuentran en posiciones inferiores a la nuestra, con 2.311 y 1.269 calorías, respectivamente.
Son sólo unas horas, pero esta cantidad es el equivalente a las comidas de todo un día (la media de calorías recomendada para un hombre es de 2.500 al día y de 2.000 para una mujer), En su mayoría, los alimentos que más se consumen son bocadillos y sándwiches (37%), patatas fritas (31%) y chocolates (25%).
Pero un alto porcentaje de los viajeros, el 73%, prefiere llevarse la comida de casa a comprarla en el avión o el aeropuerto. Y sus razones son, entre otras que es más barato, que el viaje no tiene servicio de comida incluido, no gastar el dinero de las vacaciones, la comida puede no gustarles y por no engordar.
Fuente: Jetcost