En muchos de nuestros artículos hemos hablado de estilos de cerveza. Es un concepto que utilizamos mucho quienes nos dedicamos a la cerveza, especialmente a la llamada artesanal. En nuestra experiencia vendiendo cerveza artesana, de vez en cuando todavía llega alguien diciendo: «quería una cerveza», entonces hay que explicarle que existen muchos tipos de cerveza y preguntar ¿quieres algo fuerte o ligero?, ¿más amargo o más dulce?… Generalmente con hacer dos o tres preguntas es suficiente para acertar con la recomendación. Entonces, ¿por qué tenemos que hablar de cientos de estilos de cerveza?
En primer lugar, dudo de que alguien haya probado los miles de cervezas diferentes que se elaboran en todo el mundo,y de que además recuerde las características de todas ellas. Clasificar las cervezas por marcas, y dentro de estas por variedades sería absolutamente imposible.
Otras bebidas fermentadas como el vino, tienen unas características propias de la región en que se cultivan las uvas, y que dependen de su clima, suelo, prácticas tradicionales, etc. Es por esto que existen las denominaciones de origen. En el mundo de la cerveza, la calidad depende más de las recetas y técnicas de elaboración llevadas a cabo por los maestros cerveceros, así como de la experiencia de estos. Por este motivo, salvo algunas indicaciones geográficas o de calidad en algunas cervezas alemanas o belgas, solemos hablar más de estilos que de origen geográfico, pudiendo producirse una Pilsner alemana en Australia por poner un ejemplo extremo.

Definir las cervezas por su color no es suficiente
El gran público sigue pidiendo una cerveza, una cañita o tiende a identificarlas por colores: rubia, tostada o negra se suele decir en España. El color define tan solo algunas características del sabor de una cerveza, pero no todas ni mucho menos, si pedimos una «rubia» estamos pidiendo una cerveza elaborada con maltas no demasiado tostadas, y obviando su cuerpo, grado alcohólico, equilibrio entre malta y lúpulo…
Existen además falsas creencias muy generalizadas, como que una cerveza oscura es más fuerte que una «rubia», por poner solo dos ejemplos: una Dark Lager checa con un color casi negro tiene normalmente menos de un 5 % de alcohol, mientras que en Bélgica nos podemos encontrar con trapenses triples de un bello color dorado con hasta un 9 % de alcohol.

¿Qué son los estilos de cerveza?
Cuando la cerveza no era un producto tan globalizado ni estandarizado, lo habitual era que en cada región cervecera se consumieran los estilos locales, dentro de los cuales podía haber más o menos variedad. Podemos suponer que la gente pediría cosas como una pinta de la «especial» o de la «extra fuerte» o de la «suave». De aquí surgiría lo que hoy llamamos estilos clásicos.
Con la craft beer revolution en los Estados Unidos a finales del siglo XX aparecen adaptaciones de estilos clásicos y también nuevos estilos. Pronto esta tendencia se expande por todo el mundo, y los miles de cerveceros artesanos no solo siguen lo que se hace en Estados Unidos, sino que además experimentan con ingredientes y técnicas de elaboración locales. A partir de aquí podríamos hablar por lo tanto, de estilos modernos. Hoy en día, en muchos establecimientos especializados en cerveza, podemos encontrar una gran oferta y variedad y se hace más necesario que nunca «poner orden en el caos».
Uno de los primeros autores que hace un esfuerzo por clasificar las cervezas que se consumen en todo el mundo es Michael Jackson (no el que todos pensamos), que publicó su New World Guide to Beer en 1988. En esta obra trataba de clasificar las cervezas que había probado en sus numerosos viajes, y todavía hoy la consideramos muchos como la guía más completa que se había escrito hasta entonces.
Aunque no existe una lista oficial de estilos de cerveza, es bastante útil seguir las directrices del BJCP (Beer Judge Certification Program) o de la Brewers Association; ambos publican periódicamente sus guías de estilos actualizadas y están muy al tanto de lo que se mueve en el mundo cervecero.
Si estas guías te parecen demasiado áridas o profesionales, tal vez te sea de utilidad la breve introducción a los estilos que publicamos hace ya algún tiempo aquí en Con Mucha Gula.

¿Por qué los cerveceros españoles ponen etiquetas en inglés?
Esta pregunta nos la ha hecho mucha gente que se acerca por primera vez a la cerveza artesanal. En realidad los elementos obligatorios que deben figurar en el etiquetado están en español. Lo que ves en inglés, francés o alemán es el estilo de cerveza, que no es un elemento obligatorio, sino una información extra que puede encontrar el comprador.
Para bien o para mal, en España no existe una larga tradición cervecera, y nuestro idioma no tiene palabras suficientes para definir de una manera clara el estilo de una cerveza. ¿Os imagináis si en lugar de pedir una IPA, tuviéramos que decir: «una cerveza fermentada a temperatura ambiente, de un color entre dorado y ámbar, con un sabor final seco y amargo»? Pues eso, que hablar de estilos de cerveza nos ayuda a entendernos, y esto también ocurre en otros campos de nuestra cultura procedentes del mundo anglosajón, como en el fútbol.
Pero no te preocupes, todas estas listas solo las tenemos que utilizar los profesionales o los muy «frikis». Como amante de la buena cerveza, quédate con qué estilos son tus favoritos y cuando quieras conocer algo nuevo, en tu local especializado de confianza te sabrán asesorar. Y si nos pillas con no demasiado trabajo, tíranos de la lengua, que algunos podemos estar varias horas hablando de cerveza.
Manuel Lavado Campuzano, fundador de Cerevisia y secretario de AMTEC