Recibimos cada vez con más inquietud los estudios de la Organización de Consumidores y Usuarios, en algunos casos por su extremada rotundidad, no siempre justificada con los datos que nos ofrecen, y quisiéramos desde estas lineas hacer una breve reflexión al respecto. En el número 378 de la revista de esta organización «Compra Maestra», de Febrero de 2013, que tiene un precio para los no asociados de nada menos que 10,40 euros, el titular de la portada es «Comida basura en casa: mucha sal y aditivos, carne de mala cantidad, 15% de grasa». Ya el titular nos parece un poco sensacionalista, y esta información ha salido en todos los informativos de nuestro país, siendo además objeto de numerosas informaciones en diferentes medios, que no se han parado a contrastar la información ofrecida antes de contribuir al linchamiento del sector.
El artículo se extiende a lo largo de cinco páginas, y en él no se cita quiénes han hecho el estudio, el número de personas que han participado, la formación de las citadas personas, laboratorios involucrados, etc. Se especifica que se han analizado 20 hamburguesas frescas envasadas de venta en supermercados, pero después se cita que «un panel» de cocineros han evaluado la calidad de dichan hamburguesas: ¿quiénes, cuándo, cómo?…
Tras las consideraciones de etiquetado, sulfitos, precio, aditivos, calidad de la carne y la valoración de los cocineros, se llega a la conclusión de que sólo 5 de las 20 analizadas aprueban, en una sorprendente comparativa en la que hay hamburguesas de buey a un precio de 21,43 euros/kilo que se comparan con otras variedades tan dispares como la de vacuno, con un precio de 5,38 euros/kilo.
«El panel de cocineros» se fija en cuestiones como que la hamburguesa se quema por fuera y no está hecha por dentro, no se explica si es porque no la saben cocinar o porque tiene un grosor superior a la media, mientras que en otra foto dicen que el color depende de la pieza y animal ¿Y éso les sorprende? Y terminamos con la que tiene forma de cabeza de Mickey, que al parecer es más cara que las otras.
En periodismo hablamos con frecuencia de las fuentes; un artículo no se puede dar por bueno si no tenemos varias fuentes. Nos preocupa desde Con Mucha Gula que los estudios de OCU, algunos de ellos muy agresivos, tengan una única fuente: ellos; y muy pocas explicaciones técnicas y científicas que justifiquen sus conclusiones, y también que se dé información que, en ocasiones, perjudica seriamente a los implicados sin ofrecer el menor margen de duda o contraste con los análisis de las propias marcas.
Uno de nuestros artículos más leídos procede de OCU: «Diez marcas de leche que no debes consumir«, sucumbimos en su momento a la presión de hacernos eco de esta noticia, que la mayoría de nuestros colegas también publicaron en sus medios. Sin embargo nos preocupa esta otra de las hamburguesas, por lo que hemos querido pararnos y reflexionar sobre su veracidad y nos preguntamos si las hamburguesas analizadas son de tan mala calidad, por qué están autorizadas por Sanidad, cómo se pueden comparar marcas con precios tan dispares y tipos de carnes distintas, por qué no se ha hecho un estudio nutricional más riguroso, quiénes y cómo han hecho el estudio, quiénes forman el «panel de cocineros»… demasiadas incognitas para un tema tan serio.
El titular nos parece improcedente e injusto, y el contenido impreciso y poco riguroso, por eso en Con Mucha Gula no lo hemos publicado. No obstante, les pasamos el enlace del mismo para que juzguen por su cuenta: Estudio de hamburguesas de la OCU.