A través de otra de las catas de las que disfrutamos en Enofusión, titulada «Vinos que triunfan por su calidad, imagen y precio«, hoy os hablamos de otro interesante tema: la venta de vinos para el canal HoReCa, es decir, las compras que realizan los establecimientos de hostelería y restauración para luego ofertarlos en sus cartas a los clientes que les visiten. El concepto, de forma muy simplificada, consiste en conseguir vinos buenos o muy buenos a costes muy asequibles, algo que permite a los restauradores disponer de un margen de ganancia mientras que el cliente disfruta de un producto de calidad a un precio razonable.
Seguir este precepto trabajando con una clientela limitada y bodegas pequeñas parece medianamente viable, pero hacerlo cuando cuentas con decenas de millones de botellas vendidas al año en todo el país es casi un milagro. Y eso mismo es lo que han conseguido en Makro, apostando por la creación de un espectacular equipo de sumilleres capitaneados por Andrea Alonso, nariz de oro y una de las personas con un presente y futuro más brillantes en este sector. Si a su lado ponemos a Custodio L. Zamarra, que aunque ha abandonado Zalacaín todavía permanece unido a este proyecto, y a un completo y eficiente equipo de sumilleres repartidos por los establecimientos de la cadena, lo aparentenmente imposible se convierte en realidad.
Y es que este equipo de apasionados profesionales del vino han encontrado una fórmula que funciona muy bien: catar y catar, identificar vinos con potencial, pero a los que se les puede dar una vuelta de tuerca, y trabajar con las bodegas para afinar unos y crear otros nuevos, dando lugar a vinos en venta exclusiva o marca propia que venden a precios que nunca superan el umbral de los tres euros por botella. Hablamos de lo que ellos mismos denominan «vinos-milagro», difíciles de distinguir en muchos casos de caldos que cuestan hasta 10 veces más.
La cata de Makro nos trajo cinco vinos escogidos por el equipo de sumilleres, y que ellos mismos nos presentaron a la vez que nos explicaron su proceso de trabajo. Comenzamos con Bicos, Alpertas y Folgos, elaborados en colaboración con Martín Codax y de los que pudimos catar el primero de ellos, un albariño limpio, fresco, afrutado y floral, con un punto de carbónico que le hace ligero y refrescante, ideal para acompañar arroces, pastas o pescado blanco y a un precio de 3 euros. Todo un milagro.
De Somontano nos llega Lazán 2012, del que Makro comercializa rosado y tinto, y en el que colaboraron con Bodega Pirineos consiguiendo, sólo con un cambio de etiqueta, multiplicar por 20 sus ventas. En nariz presenta frutos rojos y recuerdos florales en un tinto fresco, ligero, amable y con la fruta presente también en el postgusto. Elaborado con tempranillo y cabernet, es buen compañero para carnes blancas, asados, aves y entradas ligeras y tiene un increíble precio: 1,95 euros.
Seguidamente viajamos al Bierzo para catar un tinto joven: Sestercio, elaborado por Bodega vinos del Bierzo y con el que se hizo un trabajo integral que comenzó con un cambio a botella borgoñesa y una nueva etiqueta, además de mejorar el pr0pio contenido, dando como resultado unas ventas multiplicadas por diez para un vino donde sobresale la fruta negra con matices minerales y toques de regaliz y violeta. Un tinto fresco y frutal pero con volumen, sedoso y con un paso en boca largo y elegante. Y como el resto, a un sorprendente precio de 2,45 euros.
El siguiente vino nos lleva a Toro con un Vizconde de la Villa tinto roble que ha obtenido incluso un zarzillo de plata. Frutos bien maduros, fruta en sazón y toque minerales, con ligeros tostados de su paso por barrica. Elaborado con tinta de toro, se muestra bien estructurado, sabroso y equilibrado, mostrando en boca su potencia con taninos maduros de fruta y un amplio paso de boca con final de fruta madura y recuerdos de retama. Elaborado por la Sociedad Cooperativa de Vinos de Toro, su precio es de 2,15 euros.
Y dejamos para el final el tinto crianza de Montelciego, un rioja de las bodegas del mismo nombre de gran producción y elaborado con tempranillo, entre otras variedades, y en el que percibimos notas balsámicas y especiadas, con presencia destacada de frutos secos maduros. En boca se muestra sabroso, amplio y balsámico, con buena estructura, armonía y equilibro, redondeado con su fondo especiado. Ideal acompañante para carnes blancas y rojas, aves, asados, arroces, quesos e incluso comida italiana, estamos ante otro gran vino que Makro vende a 2,29 euros la botella, por lo cuál no es de estrañar que el pasado año 2013 hayan vendido 1.100.000 botellas en sus 37 centros y este año esperen llegar al millón y medio.
En resumen, asistimos a una prueba fehaciente de que con el equipo y el tiempo adecuados es posible conseguir vinos de nivel a precios muy asequibles, algo que resulta muy interesante para todos, ya que un cliente que dispone de vinos a buen precio se aficionará a disfrutar de ellos y éso es una garantía de futuro para un mercado que parece estar ya iniciando el lento camino hacia la ansiada recuperación.