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10/05/2010
Hoy se han reunido en Madrid doce jóvenes cocineros de prestigio nacional, que representan el futuro de la gastronomía española. Un jurado de periodistas gastronómicos ha seleccionado cuáles son, a su juicio, los cinco chefs de mayor proyección por su trayectoria. Además, se ha editado un libro que recoge los perfiles de los doce cocineros y tres de sus recetas, con el fin de reforzar esta iniciativa y garantizar su continuidad y prestigio para años posteriores. Con esta iniciativa, el Club Millésime, en colaboración con Cruzcampo Gran Reserva, desea aportar nuevos nombres, poco conocidos fuera del ámbito especializado, que contribuyen a que nuestra restauración cobre mayor relevancia y prestigio a nivel nacional e internacional.
Los participantes en esta jornada final son:
Un jurado de periodistas expertos ha escogido cuáles son, a su juicio, los cinco chefs de mayor proyección, y el nombre más repetido ha sido el de Marcos Morán, del Restaurante Casa Gerardo en Prendes, Asturias, elegido como ganador de esta primera edición del premio “Chef Millesime by Cruzcampo Gran Reserva”. El objetivo de esta novedosa iniciativa es promover a relevantes chefs de diferentes comunidades del país, que fuera del sector especializado no son tan conocidos, pero representan la mejor cantera culinaria para consolidar el futuro de la cocina española nacional e internacionalmente.
La juventud de los doce cocineros citados, casi todos rondan la treintena, no ha sido obstáculo alguno para que en poco tiempo hayan demostrado su sólida y comprometida labor en los fogones. Una gran exhibición de sus creaciones está teniendo lugar en la jornada gastronómica que se celebra en Madrid hoy Lunes 10 de Mayo.
Con 30 años recién cumplidos mantiene, Marcos Morán junto a su padre Pedro, un alto nivel en los fogones de “Casa Gerardo” (Prendes). Hasta los 18 años, Marcos miraba la cocina como un mero espectador. Tras dos cursos matriculado en la carrera de periodismo, se dió cuenta de que lo suyo no era contar historias y su vida dio un giro: se puso en manos de su padre en la casa familiar. Fue entonces cuando “la droga de la cocina entró en sus venas, y le ha acompañado hasta ahora”, explica Marcos.
Tras su breve experiencia universitaria, se matriculó en la Escuela de Hostelería de Gijón y llevó a cabo stages en reconocidos restaurantes de la geografía española (Cal Isidre, Fagollaga, Arzak, Las Rejas, el Poblet, Zuberoa, El Bulli..), aunque intercalándolo siempre con estancias prolongadas en su casa, para no perder contacto con el restaurante ni la realidad gastronómica asturiana. “Mi paso por todos estos sitios me ha permitido completar con creces la formación que mi abuela y mis padres me inculcaban en el restaurante de Prendes”.
De su padre, Pedro Morán, dice haberlo aprendido todo, tanto en lo personal como en lo profesional: “su garra, su tesón, su don de gentes y, sobre todo, una educación gastronómica orientada al culto del producto autóctono de su tierra, Asturias”. La clave de su éxito es un rigor absoluto en todo lo que hace: filtrar mucho, cocinar, probar, tirar… y volver a hacer. Así, sucesivamente…. Muy crítico consigo mismo para que los resultados sean los deseados, es decir, los mejores.
Este aprendizaje mutuo de padre e hijo hace que la gente que come en “Casa Gerardo” no sepa quién le da de comer, si Pedro o Marcos. En este enclave familiar “ha cocinado, cocina y cocinará siempre la Familia Moran. A pesar de los cambios generacionales de forma, el fondo sigue siendo el mismo: la verdad en la cocina y el amor por los fogones“, comenta rotundo Marcos. Indudablemente, ser el hijo de quien es le ha abierto muchas puertas, pero el respeto del comensal y de los colegas se lo ha ganado él sólo a pulso, con mucha dedicación y esfuerzo. “He tenido la tremenda suerte de ser hijo de uno de los rockeros de la gastronomía española, pero una vez en la platea la fabes te las cocinas tú solo”
Afirma que la cocina española vive un momento histórico y que lo que determinará su futuro será la unión incondicional de los jóvenes cocineros que tomarán el relevo de los más grandes: “Contamos con una cantera nutrida que cuenta con el apoyo incondicional de los maestros que han llevado nuestra cocina al puesto en el que está. Nada ni nadie podrá con este equipo”.
Resultar ganador del premio Chef Millesime ha sido para él toda una sorpresa. Marcos considera que todos sus compañeros finalistas son “ganadores” y merecen un gran reconocimiento por su trabajo. Aunque no ha podido ocultar su satisfacción al conocer el fallo del jurado: “Ser Chef Millesime 2010 me hace tremendamente feliz, pues el concepto Millesime me parece algo fundamental para la expansión internacional de la gastronomía española”
Su principal objetivo es disfrutar con su trabajo, tener una vida plena ligada al negocio familiar y devolver a sus padres el apoyo incondicional que le han dado. La lucha por mantener lo más arriba posible la cocina asturiana es un estandarte por el que trabaja duro cada día. Cuando le preguntan cómo sobrevive nuestra cocina en tiempos como los que corren, Marcos se muestra rotundo: “La psicosis colectiva de la crisis nos ha llevado a renegar de todo, la cocina de vanguardia incluida. Pero no hay que ser escéptico, la cocina española tiene cuerda para rato”.
Así, durante la mañana, los doce chefs participantes llevarán a cabo un show-cooking en el que cada uno de ellos elaborará directo tres tapas distintas en espacios diferenciados:
Xosé T. Cannas
: Empanada de berberechos y maíz; croquetas de lacón con grelos; caviar de erizos con crema de manzanaLa I edición del premio “Chef Millesime by Cruzcampo Gran Reserva” concluirá esta noche con una cena cuyo excepcional menú estará compuesto por 12 platos, uno preparado por cada cocinero finalista, y a la cual tendremos el placer de asistir para después contaros qué ofreció cada uno de estos cocineros que darán mucho que hablar en los próximos años.
El menú de la cena es el siguiente:
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