Maridar con cerveza

El maridaje no es exclusivo de los vinos, ni mucho menos. Hoy os contamos que tipo de cerveza debes elegir en función del alimento que vayas a comer para que aciertes al 100% en tu elección y un par de consejos sobre maridaje.

Manuel Lavado Campuzano18/07/2020

En países como el nuestro, muy asociados a la cultura del vino, tradicionalmente se ha considerado a la cerveza como una bebida ligera de aperitivo para tomar bien fría. Para las «cosas serias», cuando nos sentamos a la mesa por ejemplo, solemos pasar al vino. En cualquier restaurante que se precie, el camarero o el sumiller, sabrán recomendarte un vino adecuado para lo que vayas a comer y que se ajuste a tu presupuesto. Incluso muchos de nosotros tenemos nociones básicas sobre maridaje con vino.

¿Pero qué es eso del maridaje? Muy básicamente, el maridaje consiste en combinar bebida y comida de manera que la mezcla de sabores y aromas de ambas nos proporcione una experiencia agradable, sin que ninguno de los sabores domine demasiado sobre el otro «matándolo» o haciéndolo desaparecer. Si esa combinación mejora incluso la experiencia, podemos hablar de un maridaje excelente.

Quienes seguís habitualmente los artículos que escribimos, ya sabéis que la cerveza es un mundo más amplio y complejo de lo que nos han vendido las grandes marcas durante mucho tiempo. La variedad de cuerpo, sabor y aroma que podemos encontrar en las buenas cervezas, como mínimo puede igualar a la de los buenos vinos. Entonces, ¿por qué no hablar de maridaje con cerveza? Puede ser una alternativa interesante para la hostelería, sin embargo todos los buenos restaurantes tienen una carta de vinos más o menos extensa, y generalmente cuando les preguntas por cervezas te ofrecen unas pocas variedades de una misma marca, insuficientes para maridar correctamente los platos de la carta.

A los cuatro locos que estamos en el mundillo craft beer nos gustaría que esta situación cambiara, y que fuera fácil encontrar un sitio donde comer con una gran carta de cervezas y personal que supiera recomendarte una cerveza según lo que vayas a comer. Por supuesto, ya existen lugares así, lo que queremos decir es que son una minoría. Tampoco queremos renunciar a comer con un excelente vino, hablamos de alternativas y no de competencia.

El maridaje con cerveza puede ser una alternativa interesante para la hostelería

TIPOS DE MARIDAJE

Ya hemos explicado lo que entendemos por maridaje, ¿cómo conseguimos esa combinación de sabores perfecta que haga que nuestra comida acompañada con cerveza nos sepa mejor?

  • Maridaje por similitud. Como su nombre indica, buscamos sabores similares en la comida y en la cerveza: amargos con amargos, dulces con dulces… Bueno, creo que captáis la idea. Únicamente tenemos que tener cuidado con las intensidades tanto de sabores como de aromas, de manera que sean parecidas y la bebida no anule la comida o viceversa. No sería bueno tomar una cerveza ligera y refrescante con una comida grasa y pesada o muy especiada.
  • Maridaje por contraste. Todo lo contrario que el anterior. En este caso buscamos sabores totalmente distintos en la comida y en la bebida, intentando que se complementen y mejoren la experiencia gastronómica. Es más arriesgado que el maridaje por similitud, pero más sorprendente si se consigue hacer bien.

También podríamos mencionar lo que se conoce como maridaje geográfico, consistente en combinar una cerveza típica de una región con un plato propio de la gastronomía de esa misma región; es algo que si se lleva haciendo durante siglos con éxito, sabemos que siempre va a funcionar. Por ejemplo una Weissbier alemana con una salchicha con puré de patatas típica de Baviera.

La cerveza es un mundo más amplio y complejo de lo que nos han vendido las grandes marcas

 

MARIDAJE SEGÚN ESTILOS DE CERVEZA

Para quienes no seáis «expertos» en estilos de cerveza, os remitimos a nuestro artículo sobre estilos publicado hace casi un año.

Aquí os dejamos algunas sugerencias de maridaje:

  • Lager pálida, Saison, Kölsch: Quesos frescos, verduras no demasiado amargas, ensaladas ligeras, pescados blancos, platos de arroz o pasta. Para sorprender: nachos con guacamole.
  • Lagers o Ales ámbar o rojas: Quesos semicurados o ahumados, pollo, cerdo. Para sorprender: salchichón ibérico.
  • Ales pálidas: Salchichas de cerdo o pollo especiadas, arroces con pescado o marisco, queso tipo Brie. Con un chorizo muy especiado ligeramente picante da un contraste muy interesante.
  • IPA: Su amargor extremo combina a la perfección con sabores picantes de la cocina mexicana o asiática. Sushi, pescados azules, mariscos, pizzas, hamburguesas. Excelente con un queso azul (Gorgonzola, Roquefort, Cabrales…).
  • Brown Ale: Solomillo de ternera, postres con frutos secos o bizcochos. Para sorprender: cecina ahumada.
  • Cervezas de abadía, Porter, Stout, Lagers oscuras: Carnes rojas (ternera o cordero) asadas, atún rojo, postres con chocolate, quesos muy curados.
  • Ales fuertes: Carnes asadas, guisos de legumbres, quesos de pasta dura, muchos tipos de postres, dulces navideños.
  • Sour Ales y lambics: Quesos cremosos, arroces, pastas, postres a base de frutas.
  • Cervezas de trigo: Carnes de cerdo, verduras, arroces, pastas, postres a base de leche.

Y si quieres organizar una comida maridada con amigos o familia, al igual que en una cata de cervezas, siempre recomendamos comenzar por los sabores más ligeros para terminar por los más intensos. Normalmente elegiremos primero los platos, y en función de ello compraremos las cervezas adecuadas. Tu tienda especializada de confianza te asesorará con mucho gusto.

En función del alimento escogeremos uno u otro tipo de cerveza

Por último, queremos indicar que esto son solo sugerencias, los expertos están para recomendar y no para decir la última palabra. La mejor manera de conseguir tu maridaje perfecto es experimentar basándote en tus gustos personales. Anímate y nos cuentas.

 

Manuel Lavado Campuzano, fundador de Cerevisia y secretario de AMTEC