
Membrillo casero de Belén y Eduardo
Con queso, lácteos, en ensalada o con frutos secos como snack, el membrillo es excelente en cualquier época del año.
- 10 kilos de membrillos
- 6 kilos de azúcar blanca (el porcentaje aproximado es 60% fruta-40% azúcar)
Dificultad:
FacilPrecio:
BajoAsí lo hacemos:
- Se limpian los membrillos con agua y un cepillo, y se hacen unos cortes en la piel: al menos 5 cortes por membrillo. Cuesta un poco pero se puede hacer.
- En el fuego se pone agua a calentar (unos cinco dedos de agua) y se echa la fruta para que, con el contacto de agua y el vapor, se vaya ablandando y, una vez que cuece unos doce minutos, se saca con un escurridor y se deja enfriar quince minutos.
- Se sacan la piel y la carne del membrillo hasta la parte central. Es importante que se ponga la carne del membrillo con la piel, porque propociona una especie de gelificante natural, con lo cuál necesitará menos azúcar añadida.
- A esa cazuela donde tenemos la carne del membrillo, se le añade un 30% del azúcar y vamos removiendo el azúcar y la carne del membrillo hasta que cambia de color, de amarillento a bastante más dorado. Al final se añade el azúcar restante y se sigue removiendo hasta que se consigue una pasta homogénea. Como es muy natural, la pasta tendrá algún tropezón de membrillo.
- Se coloca la pasta en moldes y en dos semanas tendrá una textura muy fresca, que ya puede empezar a cortarse. Irá quedando más compacto a medida que vaya pasando el tiempo.