La Asoaciación Española del Lujo dio cita a expertos del sector vinícola en un encuentro digital centrado en el Cava Mestres; una joya que se bebe creada en el Penedès, tierra localizada entre el mar y la cordillera, y custodiada en barricas con tapón de corcho natural, siguiendo una tradición ancestral.
El evento contó con la participación de Alejandro Icart, sommelier de ABAC; Adrián García, sommelier de Martín Berasategui; Jaume Vial, director comercial de Mestres y Xavier Ybargüengoitia, CEO de States & Wines y estuvo moderado por Ramón Francás, periodista especializado en vino del diario La Vanguardia.
Mestres, donde las larguísimas crianzas son uno de los principales signos de identidad, se utilizan dos tapones de corcho para elaborar cada botella. La primera fermentación y la crianza del vino base se realiza en barrica, con sus propias lías por un tiempo de seis a doce meses. La segunda fermentación en botella es con el primer tapón de corcho 100% natural, en posición horizontal en rima manual, y con una crianza mínima de 42 meses en botella con sus lías en la penumbra y quietud de nuestras históricas cavas del centro neurálgico de Sant Sadurní d’Anoia.
«Normalmente la segunda fermentación se suele hacer con tapón de chapa. En el caso de Mestres no es así; continuamos, hoy en día, utilizando el corcho para la crianza«, afirmó Jaume Vidal, director comercial de Mestres.
Otra de las características destacadas es que «excepto el Coquet, el resto de vinos han llevado a cabo un proceso de fermentación y crianza en barricas. Asimismo, destacamos por las crianzas largas: hoy en día el vino más joven que hay en el mercado partimos de la base de un mínimo de 42 meses que es el Coquet, que no tiene madera, no tiene un paso previo por barrica. Todos estos aspectos hacen que Mestres tenga un carácter eminentemente gastronómico», apuntó Vidal.