dieta cetogénica

Mitos y verdades de la dieta cetogénica

Con el verano tan cerca, escuchamos hablar de dietas más que en ninguna otra época y es muy difícil diferenciar entre las verdades y los bulos.

Redacción15/05/2022

La dieta cetogénica es una de las dietas que más confusión genera. Sus detractores aseguran que es altamente perjudicial para riñones e hígado; mientras que sus adeptos la valoran como la panacea de la salud. Ahora que se acerca el verano y queremos cuidar más nuestra alimentación, informarnos adecuadamente de qué dieta que vamos a seguir y hacerlo con cuidado es crucial. Por ello, los expertos del método Lev, expertos en nutrición y dietética, explican los mitos y realidades sobre la dieta cetogénica.

En primer lugar, la dieta cetogénica se basa en un proceso metabólico, para nada novedoso, llamado cetosis. La cetosis consiste en que, para funcionar, el cuerpo limita el uso de la glucosa y empieza a depender de cuerpos cetónicos y ácidos grasos. Los expertos de Lev explican que «Cuando hacemos un ayuno intermitente o realizamos una dieta muy baja en carbohidratos, el cuerpo no puede tirar tanto de la glucosa y busca energía en otras fuentes. Es en este momento cuando entramos en cetosis, que es el proceso por el cual nuestro hígado, con reservas de glucógeno bajas, empieza a producir más ácidos grasos y, al poco tiempo, cuerpos cetónicos«.

La dieta cetogénica reduce notablemente el consumo de carbohidratos, en favor de otros alimentos

Mitos y verdades de la dieta cetogénica

  • La pérdida de peso es muy rápida: Hablar de dieta citogénica es hablar de una restricción considerable del consumo de carbohidratos, por lo que se pierde grasa corporal muy rápidamente sin perder masa muscular. Se trata de una dieta saciante, que además ayuda para una alimentación más inteligente a la hora de reconocer lo que nuestro cuerpo necesita.
  • Diferencia entre cetosis y cetoacidosis: La cetosis es un proceso metabólico natural del cuerpo, en el que se producen ácidos cetónicos para alimentar tejidos y al cerebro. La cetoacidosis, que sí es peligrosa, se produce sobre todo en diabéticos tipo I; ya que su cuerpo no es capaz de producir la insulina que regula la cantidad de cuerpos cetónicos y se produce un aumento de estos en sangre.
  • No solo es recomendable para perder peso: Esta dieta favorece la flexibilidad metabólica y hace que el cuerpo tolere mejor los carbohidratos y las grasas. Uno de los mayores beneficios es que se convierte al cuerpo en un gran quemador de grasa, ayudando a prevenir enfermedades y problemas de obesidad.
La dieta cetogénica tiene muchos beneficios más allá de la pérdida de peso
  • Las grasas no son todas malas y no todas engordan: esta dieta es un ejemplo de ello. Se reduce el consumo de carbohidratos para incrementar el de grasas saludables. Estas grasas son beneficiosas para la salud; por ello, esta dieta y otras del mismo estilo como la paleolítica se han popularizado.
  • Una dieta cetogenéticca no nos hace perder peso por sí sola: Hace falta que, además, sea hipocalórica. Esto quiere decir, que aporte menos calorías de las que se necesitan. Pero para que todo funcione es necesario un consumo equilibrado de proteínas calorías, grasas y carbohidratos. Todo ello controlado por un experto que nos haga un seguimiento y adapte el consumo a nuestras necesidades.
  • El consumo de sales minerales debe estar asegurado: «Cuando realizamos una dieta cetógenica, los depósitos de glucógeno almacenados comienzan a vaciarse, y con ellos el líquido corporal que estos acumulan. Con esta pérdida de líquido, perdemos sales minerales que hay que reponer, ya que si no, podemos vernos aún ingiriendo agua, en un estado de deshidratación. El consumo de un hipertónico es clave en la dieta cetogénica” concluyen los expertos del método Lev.