En el exclusivo hotel Villamagna se presentó el pasado 8 de octubre Mónaco como destino turístico basado en diferentes atractivos: el Museo Oceanográfico, las actividades de su ópera con la Orquesta Filarmónica de Monte Carlo, su show de yates, el Festival de cine, actividades deportivas y, por supuesto, su glamuroso Casino.
Los visitantes, que ya suman cuatro millones y medio al año, disfrutarán de un ambiente elitista y glamuroso, con actividades naúticas y culturales, en un lugar pensado para disfrutar de los spas de sus hoteles de lujo, de sus teatros, discotecas, terrazas y jardines, que constituyen casi un tercio de su territorio: 1,95 km2, el segundo más pequeño del mundo detrás del Vaticano, y eso que 31 se han ganado al mar. Muchos ponen en el mapa a este diminuto país gracias a su conocida familia reinante, los Grimaldi, reyes absolutos de las páginas rosas y del corazón de sus 30.ooo habitantes.
Franceses e italianos son los que más visitan Mónaco, y ahora sus autoridades presentan esta oferta turística en España porque la crisis llega a todos, y aunque el 2009 ha sido bueno, la pretensión es que sus 2700 habitaciones hoteleras continúen en pleno rendimiento, algo que seguramente conseguirán en las fechas cercanas a la boda del Príncipe Alberto, que se casará el próximo verano. Mientras, miles de turistas pasean cada día por sus calles y puertos ganados al mar. El único requisito es tener dinero, todo lo demás ya lo posee el principado, que lo mismo organiza una boda que un congreso; no en vano, en la presentación nos dijeron a todos los periodistas que están abiertos a cualquier posibilidad, incluso privatizar o vender: «Si necesitan un lugar nosotros le ofrecemos un país«.
La oferta es sugerente, pero algo «inalcanzable», y quizá por ello la mayoría de sus visitantes pasan por allí tan sólo un día, y los que tienen más suerte dos o tres. La media de gasto, en este último caso, es de 1000 euros.
Para ir abriendo boca, su web en español es www.visitmonaco.com