Detalle de la sala de Nikkei 225Quienes nos dedicamos a la crítica gastronómica, entre otras actividades de comunicación del sector, tenemos una frustración que siempre nos acompaña: se nos escapan cosas; a veces restaurantes, a veces productos, otras premios… y vamos corriendo hacia esas luces brillantes en una y otra dirección, para hacer posible un trabajo que a veces es obviamente inabarcable.
Lo malo es que esa sensación de no llegar también se tiene con lo evidente, como es el caso de Nikkei 225, cuyo rumor sobre su calidad y originalidad ya era más bien clamor, ante no mis oidos sordos, pero sí mi agenda repleta. Por fin he podido comprobar personalmente que, efectivamente,Nikkei 225 es la revelación del momento.
Nombre: Nikkei 225
Dirección: Paseo de la Castellana nº 15, Madrid
Teléfono: 913 190 390
Página Web: www.nikkei225.es
Tipo de cocina: Japonesa, adaptada sutilmente.
Entorno: Barra de sushis con mesas al entrar y comedor al fondo, ambiente elegante y muy de moda.
Servicio: Eficaz, amable y bien planteado, a cargo de su director Lai Rueda
Accesibilidad: Buena
Ambiente: Parejas, grupos… clase media-alta, a la última en la capital
Aparcacoches: Sí
Precio: 40-50 euros, con menús cerrados desde 45 euros y maridajes de champagnes desde 25 euros.
Fecha visita: Miércoles, 14 de noviembre 2012
Cocina:
Korokke criolloComenzamos con un aperitivo basado en Gyozas de cerdo y langostinos con salsa de mandarina (14,50 euros) excelentes y con la acidez justa. Las Ostras enjugo tozazu resultan un plato algo picante pero muy elegante, excelente también el Korokke criollo: causitas fritas con cangrejo real, muy elegante, con matices suaves y un gusto final picante. Seguimos con un Ravioli relleno de aji de gallina: el sabor del aji muy auténtico, casi como un caldo, la bechamel de la salsa muy fina y la masa ligera. Continuamos con un Usuzukuri de pescado blanco del día con salsa ponzu de gengibre (30 euros): una delicia acidulada, llena de matices, que permite percibir el sabor del pescado.
Cangrejo real a la plancha y vinagreta de ajisContinuamos con un excelente Tartar de atún picante con hierbas japonesas (18 euros) bien cortado, en su punto exacto de maceración, donde las hierbas le dan un toque salado, casi marino, y que va acompañado de patatas chip, que quitan seriedad al plato y lo hacen más actual. Continuamos con un contundente Cebiche de erizo de mar con calamar y algas frescas con de zumo de mandarina, algo pasado de picante, apenas se puede percibir el sabor yodado del erizo, muy fresco no obstante. Continuamos con un Cangrejo real a la plancha y vinagreta de ajis: muy buen sabor el del cangrejo, que casi se asemeja a una pequeña langosta.
Degustación de sushis en Nikkei 225Al fin probamos lo deliciosos sushis de Nikkei, una degustación de Pez mantequilla con adobo de anticucho y pesto de cilantro: muy buen sabor, el pescado perfecto, aunque el arroz resulta algo más dulce de lo necesario.
Le sigue otro excelente de Wagyu con huevo de codorniz, una mezcla similar que hemos probado en Kabuki y que, curiosamente, recuerda en el sabor final a un bocado de arroz a la cubana con un resultado final sencillamente delicioso.
También hay un Gucan de anchoas con chutney de tomate y aguacate: exquisito, aquí se equilibra perfectamente el dulzor del arroz con la anchoa.
Me gustó menos el de Vieira, que ofrecía poco contraste de sabores, y ninguna textura…
Sopa de frutos rojos con esferificaciones de mangoPara terminar probamos dos postres: la Sopa de frutos rojos con esferificaciones de mango, ligera, de bellísima presentación y mucho sabor, y el Café lucuma: un bizcocho de cafe y oloroso con crema helada de comino y puré de higos, muy elaborado, con sabores con mucha identificación, aunque un plato menos sorprendente.
Con el menú tomamos la cerveza Kirin, una japonesa con buen cuerpo y un fino sabor a lúpulo. Después tomamos dos copas de champagne, un Chartogne-Taillet Cuvee Sainte Anne Brut y un rosado Lallier Rosé Premier Cru, ambos adecuados para el menú, aunque en mi opinión la cerveza resultaba especialmente perfecta.
Observaciones:
El restaurante tiene varios menús degustación, uno de 45 euros y otro de 75, con maridajes de champagne que se abonan a parte desde 25 euros. La carta de vinos es muy extensa, incluye variedad y cantidad, tanto de nacionales como internacionales. Cabe destacar que, aunque el restaurante tiene un importante nivel, los precios en la bodega van desde los muy económicos a otros más caros. Hay que reservar; el restaurante está lleno, sobre todo los fines de semana.
Calificación:
Luis Arévalo desarrolla en Nikkei 225 una cocina creativa de fusión japonesa y peruana que excede a la sencilla mezcla y abarca otros aspectos que denotan gusto e imaginación: calidad del producto, buena técnica para elaborarlo y elegancia en la presentación. El servicio agil y correcto, el entorno agradable y acogedor. Una cocina que, en algunos aspectos, es sorprendente y recomendable.
