Muchas veces me pregunto cuál es la diferencia entre un buen restaurante y un restaurante excelente o instalado en la excelencia. Posiblemente los detalles tengan mucho que ver, en Noi desde la entrada, la decoración cosmopolita y acogedora, a cargo del ILMIODESIGN dirigido por el arquitecto Michele Corbani y el diseñador industrial Andrea Spada, la música italiana pero no invasiva, la carta de vinos, con ese mapa de las zonas vitivinícolas italianas y una muestra variada de vinos españoles, italianos y franceses; el pan hecho en el restaurante: exquisito y servido templado, las sillas comodísimas y muy amplias… y finalmente Gianni Pinto que sirve con los camareros las mesas con amabilidad, explicando su cocina con profesionalidad y pasión.
En el plato desde el aperitivo todo sorprende, sabe y te recuerda a la mejor cocina italiana, y aún así podría ser una gran cocina de otro lugar, pero lo cierto es que la esencia del sabor son netamente italianas y todo ello sin abusar del pomodoro ni del parmesano: un gran logro, hasta la mortadela trufada es elegante.
Recibimos, por tanto los platos con curiosidad comenzando por una Straccialella con calabacines escabechado puntillitas de clara de huevo frita (15 euros), el equilibro entre grasa crujiente de las puntillitas y la acidez de los calabacines resulta exquisita. También la Caponata, emulsión de berenjena a la llama y tomatitos confitados (14 euros) con un fondo que nos indica de nuevo la depurada técnica de Pinto
Seguimos con La Parmigiana (16 euros), un plato de la nueva carta que lleva una lámina de pasta al fondo y queso ricotta, pesto y puré de patata emulsionado sobre todo ellos polvo de tomate, puro umami en este plato que vuelve a hacer lo difícil, que es ofrecer sabor y a la vez equilibrio.
Impactantes los Spaghetti a la carbonara, tartar de atún rojo y botarga de mújol (18 euros), un plato arriesgado y potente que no deja indiferente.
Terminamos con una versión muy llamativa del Tiramisú de cobertura crujiente, espuma de queso mascarpone en el interior y base crujiente de bizcocho. Personalmente prefiero el tradicional, pero reconozco que visualmente es bellísimo y si no eres un purista del tiramisú, como es mi caso, éste postre inspirado en él, es excelente.

En definitiva, Noi se ha ganado el apodo entre los profesionales de ser el mejor restaurante italiano de Madrid. No obstante, en mi opinión es mucho más que «solo» un restaurante italiano, es un restaurante de cocina de autor, creativa o vanguardia (pongan el adjetivo que deseen) que por servicio, espacio, bodega y originalidad en los platos, tiene todas las papeletas para convertirse en un ‘estrellado’, para resumir: no se lo pierdan, merece la pena conocerlo.
Restaurante Noi. Teléfono 910694007
Calle de Recoletos, 6 Madrid