Disfrutar de las playas de Valencia es algo que, por cercano y cotidiano, no parece tan extraordinario. Algunas, de arenas blanquísimas, nos recuerdan al Caribe. Sus aguas, sin ser tan calientes, nos devuelven una sensación transparente y cálida. Sin embargo, comer bien en esta zona, a causa de la masificación de algunas de sus poblaciones, no es tan fácil. El recorrido desde Valencia, pasando por la multitudinaria Gandia, hasta Oliva y casi hasta llegando a la alicantina Denia, es poco más que un erial gastronómico, donde se cuentan con los dedos de una mano los lugares donde se come bien, siempre partiendo de un estándar de algún buen arroz y cocina informal.
En Daimuz hay que destacar la buenísima cocina de Casa Manolo, con un chef, Manuel Alonso, que ofrece una propuesta informal en la zona de la barra y una cocina más elaborada y creativa en el restaurante gastronómico, con platos como el arroz con langosta servido en dos vuelcos, el segundo con huevos, el arroz con perdiz, de extraordinario sabor, o las multitud de ensaladas llenas de imaginación y creatividad, como la de trufa con alcachofas. Se puede comer muy bien por 50 euros, y en el gastrobar desde 25€
En la misma playa y pegado a Casa Manolo esta otro establecimiento, que recibe el nombre de su madre: Maruja y que tiene una propuesta aún más económica de buena calidad, en el que se puede comer desde 15-20 euros.
En Xeraco hay varios chiringuitos en la playa donde se puede tomar algo, incluso algunos encargan paellas para tomar allí. Podemos destacar Marivent, pegado a la playa, donde se pueden tomar buenos arroces, la paella es muy frecuente y algunos pescados que sobre cocinan (como en toda la zona), pero que tienen calidad y frescura.
La paella tradicional se puede tomar aquí sin problema, también el arroz marinero. El precio es muy ajustado, y se puede comer desde 15-20 euros por persona. Además, los vinos de la zona se sirven en temperatura.
En Oliva hay algo más de oferta. La mayoría de los establecimientos comienzan en la Plaza de Europa y continúan por la calle Mare de Deu del Mar, la paralela a la playa, aunque no están en la misma playa, ya que no hay paseo marítimo, salvo el caso de la Pizzería Olibaba en el número 57, donde sirven una buena cerveza Estrella de Galicia, y ensaladas, aunque las pizzas son bastante mediocres.
Muy cerca, La Gavina es una arroceria donde tienen un menú del día en por poco más de diez euros bastante correcto. También sirven mejillones y emperador, ambos de mejor calidad. Aquí una reflexión: cuando hablamos de mejillones, en este caso al vapor, que nadie se piense que se va a encontrar con los mejillones gallegos; son más pequeños, en muchos casos con menos sabor y, en definitiva, de menor valor gastronómico. Muy ricos los helados de la heladería Antiu Xixona en la avenida del Mediterráneo 34, con una terraza que da a una plaza donde hay también algunos restaurantes que ofrecen arroces. En la heladería resulta muy recomendable el helado de turrón. En este misma localidad se encuentra el Hotel Oliva Nova, donde se realiza una cocina informal muy ajustada a los gustos familiares de sus clientes habituales y se presentan desayunos abundantes y surtidos.