Otoño entre olivos, vinos con historia y buenas mesas en La Rioja

Esta ruta nos va a llevar a conocer algunas de las almazaras de La Rioja, donde se produce su aceite con DO, y a las fiestas de la Pringada para catarlo con pan asado al sarmiento. Entraremos también en las bodegas, que comparten paisaje de viñas y olivos en los valles de Ocón, del Iregua y Moncalvillo.

Alicia Hernández24/11/2016

Recogida de la aceituna en Finca Los Arandinos

La Rioja es archiconocida por sus vinos, pero es una tierra fértil que ofrece otros productos de gran calidad y arraigados a la tierra, como es el Aceite de Oliva Virgen Extra, que cuenta con Denominación de Origen. Después de la vendimia entramos en la época más ajetreada para los olivareros, y un momento muy atractivo para viajar a La Rioja y descubrir otra de sus joyas gastronómicas. Esta ruta hilvana aceite y vino, paseos por valles y picos y paradas muy sabrosas.

El viejo Trujal de OcónNos acercamos al mundo del aceite de La Rioja con la visita al Centro de Interpretación del Aceite de Oliva en Ocón. El antiguo trujal cooperativo de los pueblos de Ocón, ubicado en la localidad de Los Molinos, dejó de funcionar hace más de tres décadas y se han conservado como estaban el último día de su uso los espacios originales, la maquinaria y los mecanismos tradicionales para la elaboración del aceite, como el molino con las enormes piedras. En La Rioja se cultivan olivos en casi todas las zonas y comarcas, y son muchas las variedades de aceituna que se cosechan, destacando algunas variedades autóctonas, como la redondilla y la royuela.

El valle de Ocón está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO por su riqueza natural, destacan sus masas forestales y alberga el último hayedo de Europa en dirección suroeste. El municipio de Ocón está formado por seis hermosos núcleos de población con el «apellido» de Ocón: La Villa, Las Ruedas, Santa Lucía, Los Molinos, Aldeaolobos y Pipaona. Todos ellos están recuperando su patrimonio histórico, cultural y arqueológico y, además del viejo trujal, se ha rehabilitado el Molino de Viento harinero del siglo XIV, el único existente y visitable en esta zona del Norte de España, que nos enseña los entresijos de la molienda tradicional.

Trilla en la Fiesta de la Molienda Hay visitas guiadas a lo largo del año (mínimo 8 personas), pero el momento más especial es la Fiesta de la Molienda (declarada de Interés Turístico Regional) que se organiza en verano y en la que se recrean las labores antiguas de la recogida del grano, la trilla y la molienda. Son los vecinos del valle de Ocón los que teatralizan los trabajos del campo y se visten con los atuendos de segador, afilan las hoces, enganchan el trillo al caballo y engrasan el molino para conseguir la harina con la que hacer el pan como lo hacían sus antepasados. En esta jornada se monta un mercado de artesanos y productos de La Rioja y no faltan las degustaciones de choricillo, migas, huevos fritos, zapatillas, presa, setas, champiñones, orejitas… Pero si hay un producto que llama la atención gastronómica en esta zona ese es el ecolechón de Ocón. En el restaurante de La Alameda del Valle de Ocón se puede probar este cochinillo ecológico certificado criado en semilibertad en El Encinar de Ocón, de Embutidos Ecológicos Luis Gil. Las jornadas gastronómicas, muy populares, se celebran  los meses de febrero y marzo e Incluyen un programa de visitas al encinar y al trujal y una comida degustación con embutidos ecológicos, croquetas y el famoso cochinillo. En un pueblo cercano, Galilea, vemos también el paisaje de olivos y aquí se puede visitar la almazara Hejulque pertenece a la Familia Fernández Santa Ana, una de las primeras de La Rioja en apostar por el aceite de oliva riojano de producción ecológica, y muy reconocido dentro y fuera de España.

Aceites de oliva que están para «pringar» pan

Fiesta de la Pringada de ArnedoCalahorra y Alfaro también son zonas de olivos, algunos de producción orgánica, como la Almazara Ecológica de La Rioja. Quel tiene un buen aceite, Carpeum, también orgánico y muy reconocido, pero es en Arnedo donde se encuentra la mayor almazara cooperativa de La Rioja  (con 900 socios), el Trujal 5 Valles. Reúne agricultores de los valles del Cidacos, Alhama, Leza, Jubera y Linares, y se producen aceites de máxima calidad bajo la marca 5 Valles, un coupage de variedades autóctonas de La Rioja con predominio de redondilla, arbequina, empeltre y picual. En febrero se organiza la gran Fiesta de la Pringada de Arnedo, donde se prueba el aceite nuevo en rebanadas de pan tostado al sarmiento, además de una visita guiada al trujal y talleres de cocina y repostería con el aceite como protagonista.

Fardelejo de La PalaEl dulce más popular de Arnedo son sus Fardelejos, uno de los dulces riojanos más tradicionales que sigue haciendo de forma artesanal la familia Solana en el obrador de La Pala. El fardelejo es de origen árabe, se trata de un bollo de fino hojaldre de forma alargada y relleno de una deliciosa pasta de almendra y huevo que se fríe y se espolvorea con azúcar glass. Así los preparan cada día en La Pala, con la misma receta y habilidad que han heredado de la abuela Upe, que empezó a hacerlos en 1870.

Seguimos hacia Albelda de Iregua para conocer su almazara, una de las visitas más completas y didácticas donde aprenderemos, además, a catar el aceite casi como profesionales. Un vídeo nos introduce en la historia del cultivo del olivo, desde su comienzo en la península hasta las técnicas de plantación más modernas y actuales. Seguidamente, se hace referencia a la DOP Aceite de La Rioja y viajamos con imágenes por toda la provincia para ver de dónde sale el aceite.

Olivos de la cooperativa 5 valles de Arnedo

Con las ideas claras comienza la visita guiada a las instalaciones: el patio de recepción, sala de extracción de aceite, bodega y sala de envasado. Se pasa a la cata, en la que se ve la diferencia entre aceites de oliva virgen extra y otros que no lo son, y se prueban sus mejores aceites de oliva virgen extra ecológicos de extracción en frío. Después nos espera un suculento aperitivo con una rica pringada de aceite de oliva, además de una variedad de pinchos, todos ellos aliñados con aceite de oliva virgen extra.

En familia: los primeros cubitos de hielo

En Sojuela, a poco más de 15 km de Logroño, se guarda el secreto del hielo y de aquí parte una ruta a las cinco neveras reconstruidas. El Concejo de Logroño mandó construir el 27 de enero de 1597 las neveras de Sojuela para abastecer a la ciudad de bloques de hielo a un precio más económico que los que hasta entonces se traían de Navarra, y el trasiego de hielo a partir de esta fecha fue incesante. Puedes conocer toda la historia en el Centro de Interpretación de la Casa de la Nieve de Moncalvillo, situado en el Ayuntamiento de Sojuela.

Ruta de las Neveras de Moncalvillo

La fabricación del hielo comenzaba con la creación en el fondo del pozo de un emparrillado a base de troncos cruzados sobre piedras, que aislaba la nieve del contacto con el suelo. Desde el exterior se echaban los copos traídos en cestos y los ‘empozadores’ procedían a apelmazarlos con unas herramientas de madera llamadas ‘pisones’. Los hombres tenían que turnarse para evitar congelaciones. Una vez prensados, y cuando el hielo adquiría una altura de entre 30 y 40 centímetros, se colocaba una cubierta vegetal que permitía separar el hielo en bloques, lo que facilitaba su extracción.

El trabajo en las viejas neverasLos hombres entraban en la nevera cuando se necesitaba hielo. Lo cortaban con palas y sierras de diente ancho y lo sacaban con ganchos. Estas barras se transportaban a lomos de animales de carga a Logroño y otros municipios vecinos por la noche, cuando la temperatura era más baja. Como homenaje y recuerdo a este duro oficio, que practicaron muchos vecinos de la zona, en el mes de enero se organiza el Sendero a las Neveras de Moncalvillo, que parte del pueblo y para los valientes que, a pesar del frío, recorren los 14 km. (ida y vuelta) les espera un caldo y chocolate caliente, rosquillas y patatas con chorizo. En el pueblo, además, hay demostraciones del llenado de una nevera en una réplica que se fabrica para enseñar al público cómo se trabajaba. La historia de hielo que recorre los pueblos de la sierra de Moncalvillo y las peñas del Iregua llega también hasta Nalda, donde hay una nevera monumental excavada en roca, a 2 km del pueblo, que se puede conocer con la Asociación Panal de Nalda.

Para los que solo quieran pasear por un paisaje de bosques y tradiciones alrededor de Sojuela, hay otros senderos más cómodos como el que nos llevan al encuentro de sus ejemplares de olivos monumentales: seis olivos que por edad, tamaño y singularidad y valor histórico reciben una protección especial. Su altura oscila entre los seis y siete metros, con un perímetro exterior de entre 8 y 9 metros. Llegan a tener 650 años y están repartidos por el término municipal. Y los amantes de la bicicleta de montaña van a encontrar aquí un paraíso. En el Centro BTT Moncalvillo te ofrecen información de los 250 km. de rutas, 20 itinerarios distintos que van desde el río Ebro hasta las cumbres de la sierra del Moncalvillo, desde los paseos entre viñedos, ermitas e iglesias hasta los descensos más vertiginosos entre los bosques de hayedos, robledales y pinares.

Una gastronomía con estrella

Ignacio Echapresto, chef de Venta Moncalvillo

Cerca de Sojuela, en Daroca de Rioja se encuentra Venta Moncalvillouna parada obligatoria para los más gourmets, un destino gastronómico de primera. La cocina singular y elegante de Ignacio Echapresto consiguió ser distinguida con una estrella Michelin en 2011 y se trata, además, de la estrella otorgada en el pueblo más pequeño de toda la famosa Guía. En Daroca de Rioja están censadas unas 50 personas y viven habitualmente la mitad. El otro 50% del éxito de Venta Moncalvillo está en las manos de su hermano, Carlos Echapresto, quien dirige la sala y la fabulosa bodega (probablemente la mejor de La Rioja) con más de 700 referencias y joyas únicas que no para de acumular premios, el último al Sumiller que más ha hecho por la comercialización del vino español.

Olivos y viñas rodean el moderno hotel Finca de Los Arandinos

En Entrena se encuentra La Finca de Los Arandinos, un hotel-bodega-restaurante-spa que elabora sus propios vinos (organizan unas visitas muy vanguardistas) y los dejan madurar en la sala de barricas acristalada que se ve desde distintas estancias y sobre la que se sitúan algunas de las mejores habitaciones del hotel. Aquí se respira paz y relax a unos niveles increíbles, y desde cualquier rincón del hotel, desde el spa al moderno hall, se tienen unas vistas panorámicas casi infinitas. Además de viñas, los olivos rodean al hotel y están elaborando su propio aceite. Su restaurante Tierra es una referencia de la gastronomía riojana. El chef Diego Rodríguez apuesta por la cocina de Kilómetro Cero, elaborando recetas clásicas apegadas a la tierra, a La Rioja, como las Pochas con verduritas, el Atadillo de puerros o el Albondigón de cordero chamarito con parmentier de ajo y perejil, pasando por la Merluza albardada con pimientos de Tricio.

NavarreteDe camino a Navarrete hacemos una parada para conocer el trabajo del taller artesano de Alfarería Naharro, uno de los pocos que mantienen una actividad totalmente manual al torno, y que ha recuperado piezas tradicionales de la cerámica de La Rioja, Navarra y País Vasco. Navarrete es la capital de la alfarería de La Rioja, con más de una decena de talleres abiertos al público. Aquí se organiza una Feria de Alfarería y Cerámica en el mes de julio, con multitud de actividades: exhibiciones en directo, actividades infantiles, ruta de pinchos, creación en directo de una pieza mural, cursos y talleres para artistas jóvenes y puertas abiertas en alfarerías y bodegas. El tapeo se disfruta cualquier fin de semana en Navarrete. El Bar Deportivo ofrece una gran variedad de pinchos. Los calamares del Café Matute los domingos al mediodía son los más buscados, como «las gabardinas» de El Cairos, las tapas variadas del Círculo Navarretano, las bravas del Obrador…

Un producto muy típico de Navarrete son los bollos de chorizo, también llamados de San Blas porque hasta hace unos años sólo se elaboraban para esa festividad. Actualmente los podemos encontrar cualquier día del año en las dos panaderías del pueblo. Lo más curioso de estos bollos es que llevan una capa de azúcar que se queda tostado tras meterlos al horno y son de forma triangular.

La famosa chuleta del Alameda

En Fuenmayor encontramos otra de las mecas de la gastronomía riojana: el Restaurante Alameda Se le conoce como el «restaurante del producto», y es que la excelencia de la materia prima es el objetivo primordial para sus creadores, Esther Álvarez y Tomás Fernández, «y a partir de ahí intentamos siempre respetar al máximo esta calidad a la hora de cocinarlos«. También se respeta la temporalidad y sirven en su momento productos como la trufa negra, las setas y los hongos, el txipirón, la kokotxa o toda la verdura, procedente de la Huerta Riojana y de la Ribera del Ebro. Las elaboraciones a la brasa son su punto fuerte. Cada mañana ponen a funcionar esa «caja mágica de fuego» a la vista de los clientes, y de ella saldrán platos tan emblemáticos ya de su cocina como el Rodaballo salvaje a la parrilla, las Chuletillas de cordero de leche o la Chuleta. Pero hay que probar también sus platos de verduras (fabulosa menestra, borraja, cardo…) y los guisos de cuchara, entre los que no faltan las conocidísimas Patatas con Chorizo, los Caparrones de Anguiano o las Pochas frescas con carne o con almejas. Siempre sorprenden rescatando platos tradicionales del recetario riojano, los más laboriosos que se preparan con la casquería y los más dulces que se hacían en las hogares. Y las croquetas de jamón, ¡ay esas croquetas del Alameda!

Bodegas Corral en Navarrete

Navarrete está en pleno Camino de Santiago, cuenta con albergue de peregrinos y aún siguen en pie las ruinas de un antiguo hospital de la ruta jacobea. En Bodegas Corral, Navarrete se recuerda la importancia que tuvo El Camino a su paso por La Rioja en el mundo vitivinícola. Te lo cuentan en una interesante visita, que incluye un tranquilo paseo por su viñedo enclavado en un tramo del Camino de Santiago donde, además de visitar las ruinas del antiguo hospital de peregrinos San Juan de Acre, tendrás la oportunidad de observar los viñedos y donde se explican las labores que se llevan a cabo en cada estación, como la vendimia a mano. Una vez en el interior, descubrirás la bodega fundada en el siglo XIX y enclavada en plena Ruta Jacobea, y podrás catar dos de sus vinos y degustar de productos locales.

Curso de cocina en Bodegas OntañónY una última propuesta para saborear el otoño en La Rioja es apuntarse al Taller de cocina de Bodegas Ontañón «Cocina, come, bebe». Todos los sábados de noviembre, por 30 euros y durante 4 horas, Ontañón Bodega Museo en Logroño propone un divertido taller de cocina a la «riojana» donde aprenderás a preparar uno de los platos más riojanos: las patatas con chorizo. El vino será ingrediente de algunos platos para disfrutar del maridaje entre vino y gastronomía. La experiencia se completa con la visita de esta singular bodega, que está decorada con las obras pictóricas y escultóricas de Miguel Ángel Sáinz Jiménez (1955-2002), y la mitología griega y romana, y su relación con el vino, forman el hilo conductor de la visita.

Y para dormir….

Casa Josephine

  • Casa Josephine, de alquiler completo, en Sorzano, es un cálido y elegante alojamiento inaugurado en marzo de 2007. Una casa familiar de finales del siglo XIX, rehabilitada y decorada para el placer y el descanso de los invitados. Es la casa para los aficionados a la buena vida y la calma, y el mejor punto de partida para conocer La Rioja desde
    Sorzano, un pequeño y tranquilo pueblo entre viñedos conocido por la pureza de su agua de manantial, situado en el vértice entre la ruta del Vino, la ruta de la Lengua castellana y el Camino de Santiago.
  • La Casa del Cofrade, en Albelda de Iregua, está instalado dentro de las Bodegas Vinícola Real y cuenta con un restaurante excavado en la montaña.
  • Finca de Los Arandinos, en Entrena, un vanguardista hotel-bodega-restaurante-spa con dos tipos de habitaciones, las más modernas diseñadas por David Delfín. Cuenta con bodega, sala de catas y el restaurante Tierra.
  • Hotel Rey Sancho, en Navarrete. En plena ruta jacobea, ocupa un caserón rehabilitado ubicado en el centro del casco antiguo de Navarrete. Además, tiene un restaurante con un calado del siglo XVII visitable.