Que el Principado de Asturias se conozca como el Paraíso Natural no es casual. Asturias es la Comunidad Autónoma uniprovincial con más Reservas de la Biosfera de todo el territorio español: siete, en total. Y si miramos más allá, posee casi el 1% de todas las Reservas de la Biosfera del planeta. ¡Ahí es nada! En este viaje te llevamos por tres de esas maravillas de la naturaleza que Asturias ha sabido proteger y mimar. Subiremos a los lagos de Covadonga y a Bulnes, en el corazón de los Picos de Europa, pasearemos entre hayedos y preciosos lagos en Somiedo y viajaremos hasta la Prehistoria en el parque natural de Las Ubiñas-La Mesa. Y habrá tiempo para probar algunas de las recetas más sabrosas, desde los famosos quesos de los Picos al auténtico cachopo con la ternera roxa asturiana, sin olvidar echar unos ‘culines’ de sidra y endulzarnos con un arroz con leche.

Picos de Europa, con La Santina y el Picu Urriellu
Picos de Europa fue el primer parque natural de España, un espacio protegido desde 1918. En 2003 se convirtió en Reserva de la Biosfera y está formada por los municipios de Amieva, Cabrales, Cangues D’Onis/Cangas de Onís, Onís y Peñamellera Baja. Aquí se encuentran las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica, con tres macizos que forman una estampa impresionante, y en cuya parte central destaca, por encima de todas, el Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu, con 2.519 m de altura, una de las montañas más querida de los asturianos. Hasta hace poco tiempo (en 2001) solo se podía acceder por un estrecho sendero pero ahora, desde Poncebos parte un funicular que atraviesa la montaña y hace más sencillo el acceso hasta el pueblo de Bulnes, desde donde parte la senda hacia la cumbre.

En el macizo Oriental, el Andara, la cima más alta es la Morra de Lechugales, con 2.400 metros de altura. Y en la zona Occidental, los Picos del Cornión, se encuentra Cuadonga/Covadonga, con el Real Sitio, la Basílica y la Santa Cueva, excavada en la roca, lugar de peregrinación y donde los asturianos rinden culto a la Virgen de Covadonga, llamada cariñosamente La Santina. En la explanada de la Basílica encontraremos la estatua del Rey Pelayo que recuerda que allí comenzó la Reconquista. Desde el aparcamiento de Buferrera, cerca del Centro de Visitantes Pedro Pidal (muy recomendable su visita), parte una ruta circular (apta para todos los públicos) hacia los lagos Enol y Ercina por un cómodo sendero empedrado y con parada en algunos miradores que ofrecen una vistas magníficas de estos lagos de origen glaciar y las cumbres del macizo Occidental con la Peña Santa de Castilla despuntando por encima de todas con sus 2.596 m. También puede subirse en coche (consultar cuándo está restringido el transporte particular), bus o taxi turístico.
La ruta del Cares, belleza de vértigo

Uno de los itinerarios de montaña más populares de los Picos de Europa es la Ruta del Cares, un sendero excavado en la roca que discurre por una profunda garganta junto al cauce del río Cares (se la conoce como la Garganta Divina) y se adentra entre túneles (más de 70), puentes, pasarelas y estrechos caminos entre paredes gigantes y un entorno tan bello que le han dado fama de ser una de las rutas más bonitas de los Picos de Europa. Aunque también es de las más concurridas, sobre todo en verano. Nació como una vía de comunicación (de unos 12 km) entre los pueblos de Caín (León) y Poncebos (Asturias), el camino está tallado en la roca, a unos 60 metros de altura sobre el río y no hay que olvidar que es una ruta de montaña, por lo que hay que tomar todas las precauciones, sobre todo con mal tiempo.
Cabrales y Gamonéu: los quesos de los Picos

Nos fijamos ahora en dos joyas gastronómicas que nacen en los Picos de Europa. El queso Cabrales se elabora de manera artesanal y cuenta con Denominación de Origen Protegida (DOP). Es uno de los quesos más conocidos y valorados del mundo. Su pasta azul es inconfundible, con ese aroma y sabor intensos. La zona de elaboración comprende el concejo de Cabrales y algunas zonas de Peñamellera Alta.

La maduración de los quesos es lo que le aporta singularidad: se realiza en cuevas naturales en la montaña, allí es donde se origina el moho, creando las vetas de color azul verdoso tan inconfundibles. El concejo de Cabrales reúne más de 30 queserías, muchas abiertas al público, como la de Maín, en el pueblo más alto de Asturias: Sotres. En Arenas de Cabrales hay que visitar la Cueva Exposición. Se entra en una cueva natural, donde se da a conocer tanto el proceso de elaboración como el entorno y la vida de los pastores en los Picos de Europa. La visita concluye con un audiovisual y, al final, una degustación.

El queso Gamonedo o Gamonéu es pura tradición. Los últimos pastores de Onís y Cangues D’Onís/Cangas de Onís preparan, como hace siglos, un queso semiazul único, ligeramente ahumado, que también cuenta con Denominación de Origen Protegida (DOP). Se elabora con leche cruda de las vacas, ovejas y cabras que pastan en la montaña y la variedad Gamonéu del puertu es una de las más cotizadas del mundo. Cada año, en Cangues D’Onís/Cangas de Onís se celebra el Concurso Exposición de los quesos de Picos de Europa, una oportunidad única para catar estas maravillas, aunque en cualquier momento podremos probarlo en los restaurantes de la zona y llevarnos estos quesos como el mejor recuerdo de nuestra visita.
Somiedo y sus lagos de ensueño
Los lagos son el mejor reclamo del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo (desde el año 2000) que se extiende por cinco valles y sus cinco ríos con los que comparten nombres: Valle del Lago, Saliencia, Puerto y Pola de Somiedo, Perlunes y Pigüeña.

El Centro de Interpretación del parque está ubicado en Pola de Somiedo y allí encontraremos toda la información práctica de las rutas que podemos hacer, museos y pueblos interesantes para visitar. Los lagos están situados al sur del concejo de Somiedo, en la mismísima frontera con la provincia de León. La ruta circular de los lagos de Saliencia (unos 8 km) es una de las más populares de este parque natural en el que, además del espectacular paisaje, se pueden admirar animales en libertad. La ruta del Lago del Valle, el mayor de Asturias con su islote característico, está mucho menos transitada; y para llegar a las escondidas Lagunas de El Páramo, entre los valles de los ríos Somiedo y Pigüeña, se necesita estar bien preparado, es una ruta de alta montaña.

En las brañas, como la Pornacal, Mumián o Sousas, podemos encontrar los teitos, cabañas de piedra con techumbre de escoba y piornos que usaban los vaqueiros de alzada y los ganaderos de montaña para refugirase durante la trashumancia del ganado en busca de los mejores pastos. Existen medio millar de teitos repartidos por todo el parque y para entender mejor su historia, se puede visitar el Ecomuseo de Somiedo (en Caunedo) y Casas de Teito (en Veigas). El oso pardo es también protagonista de ese parque, cuenta con un Centro de Interpretación del Oso en Somiedo y senderos interpretativos.
La vaca roxa y un buen cachopo
En Somiedo se puede disfrutar de la gastronomía típica de Asturias, con platos tradicionales como la fabada, el pote de berzas y también el famoso cachopo, el filete empanado de ternera roxa somedana que se rellena también con quesos asturianos y muchos otros ingredientes y que ya triunfa fuera de Asturias.

La ternera ‘roxa’ asturiana cuenta con IGP y es una raza de vaca que veremos pastar tranquilamente en las brañas del parque natural. Podemos probarla en los chigres de la zona, en guisos, a la brasa o en cachopo, siempre con una buena sidra. A mediados de agosto, en Pola de Somiedo se celebran el Mercado de Artesanía, donde se venden productos locales como embutidos, miel, quesos, licores o mermeladas. Y todo acompañado de música local con la gaita como protagonista.
Las Ubiñas-La Mesa, un viaje al pasado más natural
Para conocer la Reserva de la Biosfera (desde 2012) y Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, nos encaminamos hacia la zona central de Asturias, tierra de los concejos de Lena, Quirós y Teverga. La población más importante es la minera La Pola, a unos 30 km de Oviedo y 50 km de Gijón. Es, quizá, una de las zonas menos conocidas y, por ello, más sorprendente. El agua dibuja el paisaje y destaca el desfiladero que ha formado el río Val de Sampedro, en el que se encuentra Cueva Huerta, en Teverga, declarada Monumento Natural. En este parque natural se combinan montañas de más de 2000 metros como el Pico del Fontán y Peña Ubiña, con profundos valles, cascadas y bosques de hayas (Montegrande y Valgrande). Existen gran cantidad de sendas de mayor o menor dificultad para hacer trekking por el parque y curiosos pueblos por visitar.

A esta riqueza natural se unen sus numerosos valores culturales. Cuenta con una de las más ricas estaciones rupestres del noroeste peninsular, los Abrigos Rupestres de Fresneo (en el concejo de Teverga), con más de medio centenar de figuras esquemáticas de la Edad de Bronce. Conserva además restos de la época castreña, aunque sin duda sus elementos más representativos son la Vía Carisa y el Camino Real de la Mesa, ambas calzadas romanas que comunicaban la región con la meseta leonesa.

En los pueblos del entorno aún se pueden ver buenos ejemplos de la arquitectura tradicional de la montaña asturiana, con viviendas de piedra con corredores de madera. El pueblo de Bermiego, con su núcleo bajomedieval, es uno de los más bonitos de la zona. Hay que dejar el coche fuera y pasearlo con tranquilidad, admirando los seis hórreos, uno de ellos del siglo XVI, y admirar, junto a la iglesia de Santa María, el imponente tejo de 10 metros de altura y 6 de diámetro y declarado Monumento Natural. Junto a estos núcleos coexistieron las brañas, zonas de pasto de verano, en las que se construían las sencillas cabañas de piedra cubiertas de teja o escoba, los teitos, además de los corros o cabanos, construcciones circulares con falsa cúpula de piedra.
De la casa quirosana a las cuevas del Paleolítico
En Quirós, las viejas tradiciones y modo de vida campesina y su posterior transformación por la llegada de la minería se ven de cerca en el Museo Etnográfico. Se ha reproducido una casa quirosana en la que la cocina tradicional es el corazón del hogar, con el ‘llar’ y su correspondiente ‘escanu’, la ‘lacena’ y el ‘forno’. El resto de la vivienda la componen la sala y la alcoba. En el exterior se encuentra la ‘antojana’ de la casa, con el taller del ‘madreñeiru’, cuenta también con un lagar para elaborar sidra, el hórreo y una típica ‘fonte’ con ‘duernu’ (abrevadero) y ‘tshabaorio’ (lavadero). También se recogen detalles de las tradiciones quirosanas, con imágenes de las romerías y se ha reproducido la vieja escuela.

Otra visita imprescindible será al Parque de la Prehistoria de Teverga para descubrir las muestras más relevantes del arte rupestre europeo. Por primera vez, se han reunido en una sola cueva las pinturas de las cuevas de Altamira, Covalanas, Lascaux, Niaux, Chauvet, Tito Bustillo, Candamo, Covaciella, Llonín. Y todo en un marco natural, tal como se encuentran las pinturas y grabados originales. Son fieles reproducciones de pinturas rupestres, objetos y utensilios prehistóricos recuperados.

Además, cuenta con un cercado donde habitan ciervos y gamos, caballos Przewalski de origen prehistórico, bisontes europeos, ejemplares de Uros de Heck o Neo-Uros. El uro, considerado el antepasado salvaje de todas las vacas del mundo, se extinguió en el siglo XVII y los ejemplares que se encuentran en Teverga son una recreación que se desarrolló en Europa en los años 30. Esta propuesta permite observar en vivo a los animales que ya pintaban nuestros antepasados, integrándose como un complemento perfecto a la visita guiada a la Galería y Cueva de Cuevas del Parque. El Centro organiza también talleres, actividades de arqueología experimental y rutas guiadas, como la Senda del Oso.
Cordero a la estaca, pote tevergano y pan de escanda

La gastronomía en esta zona tiene un claro protagonista: el cordero a la estaca. Cada primer domingo de julio, se celebra en el Prau L.lagüezos la fiesta del Corderu, un evento que organizan conjuntamente el concejo de Quirós y el de Lena, y que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Además del cordero, en el recetario de Quirós y Lena destacan las fabes, arbeyos o guisantes (son famosos los de Chanos de Somerón) y el pan de escanda, una variedad de trigo antiguo que se conserva en Asturias y es perfecto para acompañar a las carnes. En Teverga, hay que probar el pote de berzas o pote tevergano, el picadillo, los callos, el arroz con leche, los borrachinos y la tarta colineta de Teverga, un rico bizcocho de avellanas tostadas.