Si existe una bebida social, ésa es la cerveza, la bebida que está presente en esos momentos de barra y de tapeo, de buen rollo… de felicidad. Al ser el domingo un día para descansar, para desconectar, el día siguiente a un sábado intenso, suele ser también el día que dedicamos a los encuentros familiares o con amigos. Si los recibes en tu casa, a la hora del aperitivo, será el momento perfecto para la puesta en escena de la primera cerveza: suave, ligera y un pelín aromática, para acompañar aceitunas, patatas fritas, frutos secos salados, esas navajas, mejillones o berberechos en lata. Todo ello acompañado con una cerveza mejicana como la Sol, un pelín cítrica, o bien una aromatizada muy suave y refrescante con tequila, como es Desperados.
Si ya nos sentamos, y de primero comenzamos con ensaladas aderezadas con sal, aceite y vinagre, agradecerá una cerveza suave, ligera, algo lupulada. La cerveza armoniza perfectamente con platos en los que el vinagre tiene bastante notoriedad. También nos servirá una cerveza de estilo Pilsner, habitual en nuestro mercado –la rubia de toda la vida- con embutidos ibéricos, patés e incluso con marisco.
Entrando con los segundos platos, lo habitual es encontrarse ante una carne o un pescado. Si la opción es una carne asada o a la plancha, con sabores grasos y salados deberemos acompañarlos de cervezas más complejas, con varias maltas (una de ellas tostada), aportando aromas y sabores marcados (dulces o amargos). Cervezas belgas de abadía: Affligem,Grimbergen; trapenses: Orval, Rochefort; o bien cervezas «strong» lager o ale dorada: Judas, Cruzcampo Gran Reserva, Amstel Oro.
Si en cambio optamos por un pescado a la plancha o al horno, maridaremos con cervezas de trigo belga de estilo (popularmente conocidas como «blanche»), como Hoegaarden, o bien de trigo alemana, como la Paulaner Naturtrüb.
Ya en el postre, para los amantes del chocolate nada mejor que un coulant o un brownie con helado de vainilla, que combinarán perfectamente con una cerveza negra (Stout irlandesa), como es una Guinness. Y si quieres terminar con fruta, la opción es una cerveza belga lámbica, como la Mort Subite, Timmermans… de cereza o frambuesa.
A media tarde, para abrir los sentidos degustando una cerveza en copa, sorbo a sorbo… recreándote con estilos que son una éxtasis de aromas y sabores te proponemos el Barley Wine (vino de cebada) con mucho carácter, marcado sabor de las maltas, afrutada, toque «avinado», acompañado con unas pastitas. Puedes optar por marcas como Anchor, Young’s, Cibeles…