Existen una serie de bebidas y alimentos que, en verano, entran mejor. No es lo mismo tomarse un helado en pleno mes de agosto, paseando por la playa, que hacerlo a tres grados bajo cero en una oscura noche invernal. Es evidente. Dicho esto, en verano también es época de cuidarse y no está de más saber cuáles de estas bebidas contienen más calorías y cuáles menos para, al menos, tener razones para decidir si vale la pena!
Aquí os presentamos las más populares y sus principales características:
Agua mineral: 0 Kcalorías, 500 mililitros, una botella
Que no te engañen las multimillonarias campañas publicitarias: contra la sed, lo mejor es el agua. Si quieres algo con un poco más de alegría que un simple vaso de agua, puedes probar con aguas aromatizadas o con gas. Un acompañante que debe ir contigo en las ocasiones en las que la deshidratación pueda resultar un problema. Es especialmente importante que los niños beban mucha agua en estos meses de verano. Pura salud.
Bebidas a base de té: 94 Kcalorías, 1 lata
Este tipo de bebidas no dejan de ser refrescos, cuya presencia de aditivos tiene como función suplir la falta de té. El contenido en cafeína de éstas es, de media, la mitad de la que podamos encontrar en una bebida de cola y 10 veces menos que en una infusión de té. Puede resultar un placer muy tentador, ya que han conseguido buenos resultados en sus elaboraciones, pero debemos saber y tener muy en cuenta que un té con hielo es mucho más sano y sabremos exactamente qué nos estamos tomando. Efectivamente, mejor uno de estos preparados que una bebida con altos índices de azúcar, pero es preferible no abusar de ellas.
Bebidas de café: 169 Kcalorías, 1 envase
Está el mítico café con hielo, ya sea sólo, cortado o con leche. Pero cada vez podemos encontrar en más superficies preparados de café envasados, cuyo aporte calórico varía en función del tipo de leche o la cantidad de azúcar añadida. En este apartado podemos decir lo mismo que en el anterior en relación a las bebidas con té: mejor no abusar de ellas. Podemos encontrarnos con algunas que supongan un excesivo aporte calórico.
Granizados: 150 Kcalorías, 250 mililitros
Esta mítica bebida veraniega está compuesta de hielo y azúcar. No os dejéis engañar por sus vistosos colores, de fruta no tienen prácticamente nada. Debemos tener cuidado con un excesivo consumo de estos granizados, especialmente entre los niños, ya que en muchas ocasiones se tiende a pensar que pueden sustituir a una merienda y no es así. Cómo decimos, la cantidad de fruta que contienen es ínfima, por lo tanto están bien cómo un capricho puntual, pero no como una rutina. Puedes sustituirlo por un batido de frutas, que resulta igualmente refrescante si se toma muy frío y es infinitamente mejor.
Horchata: 231 Kcalorías, 330 mililitros
Otro imprescindible en los paseos marítimos de muchas zonas de nuestro país, principalmente en levante. Elaborado con chufas trituradas, maceradas y mezcladas con agua y azúcar. Rica en almidón y acido linoléico, tiene un 2,4% de grasas y un 12% de azúcares, suponiendo un importante aporte nutricional.
Refrescos: 132 Kcalorías, 330 mililitros, una lata
Personalmente he de reconocer que es difícil resistirse a los refrescos fríos, que la publicidad se encarga de poner como un accesorio imprescindible del verano. Pero ojo, su contenido en azúcar es altísimo y debemos tener cuidado y que en ningún caso supongan un sustituto del agua. Estas bebidas en realidad no quitan la sed, y podemos comprobar que, en muchas ocasiones, lo que hacen es aumentarla e invitarte a consumir más refrescos. Como decíamos anteriormente, lo mejor contra la sed es el agua.
Zumos: 113 Kcalorías, 250 mililitros
Evidentemente, no es igual un zumo recién exprimido que conserve todas las vitaminas y minerales de la fruta que uno concentrado o uno de esos néctares de fruta. Igualmente, debemos saber que al exprimir la fruta perdemos la fibra, pero no deja de ser una buena y refrescante opción.
Fuente: OCU