Comer cuando se tiene cáncer no es fácil. La propia enfermedad y su tratamiento, en muchos casos, dificultan una ingesta normal. Saber qué comer cuando se tiene poco apetito, cuando se tiene dificultad para tragar o úlceras en la boca es algo muy importante para evitar desnutrición o molestias adicionales.
El médico de cada paciente ofrecerá siempre las pautas correspondientes, no obstante, proponemos en este artículo algunas observaciones generales directamente extractadas del magnífico libro «Cocinar para vivir. ¿Cómo cocinar para prevenir el cáncer» del doctor Fernando Fombellida y el chef Andoni Luis Aduriz (Destino). Fombellida es uno de los grandes expertos mundiales en esta enfermedad vinculada con la nutrición.
A tener en cuenta
No existe la enfermedad, existen los enfermos, por ello la alimentación tendrá que adaptarse a la situación concreta de cada persona en particular. En algunos casos no hay efectos secundarios ni por el propio cáncer ni por su tratamiento, mientras que en otros se produce efectos indeseados que dificultan la ingesta de comida, como en el caso de resección quirúrgica del tumor, quimioterapia o radiología, por lo que hay que reajustar la dieta y el tipo de textura. En otros el problema es la pérdida de apetito, que provoca pérdida de peso y de volumen corporal por lo que sería necesario introducir una dieta hipercalórica e hiperproteica.
Las limitaciones en la alimentación precisan de un objetivo claro: evitar la desnutrición y mantener el aporte calórico-proteico para optimizar la cicatrización de los tejidos y disminuir el catabolismo proteico. Tras una posible alimentación artificial por vía endovenosa, casi siempre administrada en el hospital, se debe iniciar una dieta progresiva con modificación de textura adaptada a cada persona, de una dieta líquida a una dieta semilíquida, dieta blanda y dieta basal.

Las dietas progresivas pueden incorporar:
- Preparados comerciales, como purés de diferentes sabores, por ejemplo de ternera con verduras o de pescado con verduras.
- La textura se puede variar añadiendo caldo, agua o zumo, en función de las sugerencias y el estado de la persona afectada, así se controlan los nutrientes que recibe.
- Se pueden preparar cremas o sopas y batidos con preparados liofilizados (con alto contenido en proteínas y micronutrientes y con bajo contenido en sal y grasas saturadas). Se mezcla el polvo contenido en el sobre con caldo, nata, leche o agua, aconsejable para quienes tienen dificultades en la masticación y la deglución relacionadas con su problema oncológico, o por mala adaptación de prótesis dentales. El lado negativo es que estas dietas suelen ser muy repetitivas.
- Se pueden enriquecer en casa los platos de verdura o fruta, batidos, cremas, yogures, purés, con productos como proteína de suero de leche, proteína de soja, compuestos ricos en aminoácidos, vitaminas y minerales.
¿Por qué se pierde el apetito cuando se tiene cáncer?
Las razones pueden ser de tipo mecánico: el tumor ocupa un espacio que obstruye y tapona otros espacios, provocando dificultad para tragar, saciedad precoz, vómitos o estreñimiento. Otros segregan sustancias químicas que destruyen la masa muscular y los depósitos de grasa, o producen efecto proinflamatorio y anorexígeno, en cuyo caso los enfermos necesitan más calorías en su dieta para mantener el peso habitual.
Algunos tratamientos interfieren en la zona bucal, maxilofacial, esófago y nasofaringe, y en otros la extirpación quirúrgica del tumor puede ocasionar patologías de tipo neuromuscular que afectan a la sensibilidad y motilidad de los músculos relacionados con la deglución, provocando dificultad para masticar y deglutir, con riesgo de atragantarse. La resección gástrica puede ocasionar síndrome de saciedad precoz y la extirpación del intestino delgado y grueso puede provocar mala absorción y diarreas.
La radioterapia tiene efectos secundarios en relación con la alimentación cuando se aplica en tumores de cabeza, cuello, boca y vértice pulmonar, como alteraciones en la secreción de la saliva, en la percepción de sabores y olores, mucositis (inflamación de la mucosa de la boca), sequedad bucal y dificultad para deglutir los alimentos. La irradiación de la pelvis para tratar tumores ginecológicos puede ocasionar la aparición de diarreas.
La quimioterapia afecta a todo el organismo, y a nivel intestinal, puede producir una inflamación de la mucosa, lo que puede provocar mala absorción, diarreas, ulceraciones y hemorragias. Causa también alteraciones del gusto y el olfato, y con frecuencia aparece un sabor metálico. El síndrome de boca seca y la inflamación de la mucosa bucal puede dificultar la adecuada lubricación de los alimentos y su deglución.
El estrés emocional es otra de las causas de la falta de apetito, con frecuencia es difícil mostrar interés o tener ilusión por disfrutar de la comida, no sólo se pierden la ganas de comer sino también la motivación y ganas de comprar y hacer la comida.
Alimentos aconsejables durante el tratamiento de quimioterapia y radioterapia
- Alimentos ricos en vitamina A o precursores de la vitamina A, porque tienen un papel en la regeneración de las mucosas dañadas por la quimio y radioterapia.
- Setas: Los betaglucanos estimulan el sistema inmune y potencian la acción de la quimioterapia.
- Melón, sandía, calabaza, calabacín y pepino, potencian la acción de la quimioterapia.
- Cúrcuma: Potencian la acción de la quimioterapia y la radioterapia, y protege las mucosas y órganos, como el hígado o el riñón, del efecto tóxico de la quimioterapia.
- Romero y orégano: aumentan la acción de la quimioterapia
- Suplementos de probióticos: Contrarrestan la alteración de la flora intestinal de la quimio.
- Té verde: Estimula el sistema inmune. Potencia el efecto de la quimioterapia y la radioterapia en las células tumorales.
- Suplementos de Resveratrol: Potencian la acción de la quimioterapia y radioterapia, y disminuyen sus efectos secundarios.
- Granada: Disminuye los efectos tóxicos del cisplatino (quimioterapia para el cáncer de ovario) en el riñón y en el hígado (se puede tomar también en suplementos).
- Cítricos: evitan las alteraciones provocadas en el ADN por la quimioterapia.
- Omega 3: Hacen los tumores más sensibles a la acción de la quimioterapia
- Ácido oleico: el aceite de oliva virgen extra aumenta la eficacia del Trastuzumab y del Paclitaxel (fármacos empleados en el cáncer de mama).
- La soja: puede incrementar el efecto de la radioterapia y disminuir sus efectos secundarios en el cáncer de próstata. Las células de cáncer de pulmón se vuelven más sensibles a la radioterapia.
- Láminaceas: Potencia el efecto de la radioterapia.

Observaciones generales a tener en cuenta
- Los huevos deben tomarse cocidos o en tortilla bien cuajada, incluso preparada con dos claras y una sola yema para aportar más proteínas que grasas.
- Es posible que se desarrolle cierta intolerancia a la lactosa, conviene tenerlo en cuenta.
- Evitar las frituras y optar por los hervidos, adaptando las texturas de alimentos y bebidas al estado de la persona.
- Evitar los alimentos muy calientes o muy fríos, además de los que vengan en conserva, ahumados o en salazón y picantes.
- Comer con la espalda recta, para minimizar los atragantamientos.
- Si es posible, pasear antes de las comidas.
- Compartir mesa con el resto de la gente, aunque se coma diferente.
- Realizar cinco o seis comidas diarias.
- Flexibilizar el horario de ingesta, comiendo en el momento de mayor apetito.
¿Qué comer si se tienen náuseas y vómitos?
Pueden aparecer una o dos horas tras la quimio o a las 24 horas después del ciclo, y suelen desaparecer en uno o dos días. También pueden tenerse durante el tratamiento de radioterapia abdominal o craneal. Los siguientes consejos aliviarán su efecto:
- Comer poca cantidad 5 o 6 veces al día.
- Consumir alimentos fáciles de digerir, con textura blanda y sabor suave, como la patata cocida, la pasta, el pollo o el pavo, el huevo cocido, la tortilla francesa, la gelatina, las natillas, los helados, el yogur, los flanes o el queso fresco.
- Evitar los alimentos muy fríos o muy calientes, los ácidos, los picantes y los alimentos con olores fuertes, como el pepino, el ajo y la cebolla crudos. También las comidas ricas en grasas como las frituras, las salsas, los quesos grasos y las leches entera.
- Es preferible no beber durante las comidas para no perder apetito, al igual que no consumir bebidas con gas o irritantes.
- Beber en pequeños sorbos.
- Los días posteriores al tratamiento, es preferible que otra persona haga la comida.
- Utilizar ropa holgada, que no oprima el estómago.
- Descansar después de cada comida, preferentemente sentado, al menos media o una hora.
- No comer nada dos horas antes de acudir al hospital.
- Tras los vómitos, se debe estar a dieta absoluta bebiendo agua, infusiones o suero oral a pequeños sorbos cada diez o quince minutos. Cuando se empiecen a tolerar los líquidos, sin vomitar, tras 24 horas podemos iniciar una dieta blanda.
- Limpiar la boca tras el vómito con un colutorio bucal sin alcohol. Chupar polos, caramelos o lo que se desee para evitar el sabor desagradable en la boca

¿Qué comer cuando se tiene inflamación en boca y garganta?
Las lesiones en la mucosa son frecuentes en más de la mitad de los pacientes sometidos a quimioterapia, así como en casi todos los pacientes con tumores de cabeza y cuello que requieren de tratamiento de radioterapia y quimioterapia, pudiendo tener desde un simple enrojecimiento a úlceras. Estos consejos nos ayudarán a sobrellevarlas:
- Dadas las dificultades para comer se debe tomar alimentos de alto valor nutricional y a temperaturas templadas. Evitar los calientes.
- A veces resultan aconsejables los alimentos fríos, como los helados de textura cremosa.
- Ingerir comida blanda, como purés, queso fresco, queso blando, yogurt, melón, pera, sandía, compota, zumos no ácidos, batidos de leche, natillas y huevos. El pescado, el pollo o el pavo, en ocasiones hay que incorporarlos a un puré de verduras y pasarlos por una batidora.
- Suavizar las texturas de los alimentos con salsas como la bechamel, cremas, nata líquida, crema de soja o aceite de oliva.
- Si es necesario, complementar la dieta con enriquecedores o suplementos.
- Cortar la comida en trozos muy pequeños.
- Hacer 5 a 7 comidas de pequeño volumen.
- Evitar: alimentos ácidos, cítricos, alimentos salados aderezados o escabechados, así como picantes como guindillas, cebolla, curry o pimienta, alimentos secos y duros como pan tostado, frutos secos, snacks, patatas fritas de bolsa o alimentos pegajosos como puré de patatas muy espesos o sémola muy espesos.
- Realizar enjuagues con agua de manzanilla, por ser calmante.
- En casos extremos, utilizar una pajita para ingerir los alimentos y reducir el contacto con la mucosa dañada.
- La medicación se puede tomar triturada.
- La glutamina es un aminoácido que puede adquirirse en farmacias y herboristerías, y que puede ayudar a curar o mejorar la mucositis.
¿Qué comer con el síndrome de la boca seca?
La boca seca es un efecto secundario de la radioterapia cuando se aplica en los tumores de cabeza y cuello, y se pueden iniciar sus efectos en la primera semana de tratamiento. Es la falta de saliva en la boca: diariamente un adulto sano segrega entre 1,5 y 2 litros de saliva, lo que nos permite hablar, tragar, saborear los alimentos y digerirlos. Si nos encontramos esta sequedad, podemos reducir su efecto con los siguientes consejos:
- Consumir alimentos líquidos o semilíquidos, como gelatinas, purés, caldos, sopas y gran variedad de zumos preparados en licuadora. Los líquidos ácidos, como el zumo de limón diluido, puede estimular la producción de saliva-
- Consumir alimentos blandos y jugosos que se encuentren bien lubricados con salsas, nata, crema, helados, las natillas, el yogur, el fan, las compotas de fruta. Se recomienda potenciar la secreción salivar con alimentos jugosos que requieren masticación, como el apio o las aceitunas.
- Evitar las comidas espesas y los alimentos secos y fibrosos, como el pan, las tostadas, las galletas, la carne a la plancha y los alimentos muy condimentados o salados y las bebidas con gas.
- Consumir frutas, como el melón, la sandía, el melocotón, el paraguayo, la nectarina.
- Ingerir líquidos y tener una botella de agua para humedecer la boca con frecuencia. Si hay problemas para la deglución, puede resultar interesante tomar agua gelificada.
- Utilizar hidratantes labiales.

¿Qué comer con dificultades para tragar?
Las causas más frecuentes son los tumores de cabeza y cuello, esófago y estómago, las secuelas de cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Lo más indicado en estos casos es:
- Comer despacio y masticar bien los alimentos, introduciendo un pequeño pedazo de alimento en la boca y manteniéndonos concentrados en la masticación.
- No hablar mientras se come.
- Comer sentado, en postura recta.
- Tomar comidas de consistencia homogénea.
- Evitar el consumo de alimentos pegajosos, grumosos, secos y ásperos, también alimentos que tengan pepitas, en cuyo caso hay que quitarlas antes de meterlos en la boca, como es el caso de las semillas de melón, sandía o uva, etc.
- Beber suficientemente, y si el agua o líquidos de poca consistencia pueden ser un problema para atragantarse, es mejor utilizar modificaciones de texturas: hay espesantes y gelificantes, así como agua gelificada muy indicada para estos casos.
- Eliminar la piel de uvas, manzana, etc.
- A los purés de verdurasconviene incorporarles huevo, carne, pescado, nata, mantequilla, aceite de oliva virgen extra, para que sean más nutritivos.
- Al final siempre se come menos de lo necesario, y es conveniente complementar la dieta con enriquecedores comerciales de alto valor nutritivo.

¿Qué comer en las alteraciones del gusto y del olfato?
Este efecto secundario es común en personas que padecen un tumor de cabeza y cuello, y son tratadas con radioterapia y quimioterapia. Se debe al daño directo de las papilas gustativas de la lengua. Las personas en esta situación perciben una disminución del sabor o un gusto metálico o amargo de los alimentos, sobre todo en los ricos en proteínas, como la carne o el pescado, síntomas que desaparecen unas semanas después del tratamiento. También pueden deberse a infecciones bucales, a algunos medicamentos como el captopril, el litio, la rifampicina, la deficiencia en vitamina B12 o de zinc, el tabaco, el alcohol o el uso de colutorios bucales que contienen clorhexidina. En estos casos os ofrecemos las siguientes recomendaciones:
- Escapar de los olores fuertes, si es necesario será mejor que cocine otra persona.
- Servir la comida a temperatura ambiente, ya que así desprenden menos olor.
- Preparar los alimentos con sabores suaves, sustituyendo la carne roja por pollo, pavo, huevos o legumbres con olor y sabor menos intenso. Evitar los condimentos ácidos, como el vinagre o el limón.
- Hacer enjuagues antes de la comida, para intentar atenuar el sabor ácido.
- Utilizar guarniciones creativas y coloristas, que permitan cambiar los sabores de la carne y el pescado.
¿Qué comer cuando se tiene diarrea?
En este caso, el intestino pierde capacidad de absorber agua y los diferentes nutrientes, lo que favorece su aparición. Es un efecto secundario de las personas que reciben radioterapia abdominal y en la pelvis, desapareciendo al finalizar la radioterapia. Si nos encontramos en esta situación, debemos tener en cuenta:
- Asegurar la ingestión de líquidos y electrolitos, beber caldos desgrasados, infusiones de té con limón, bebidas isotónicas o de preparación casera, como el suero fisiológico, que se hace con un litro de agua, una cucharada de azúcar y otra de sal, y el zumo de un limón. También se puede hacer con agua procedente de la cocción de arroz.
- Hacer cinco o seis comidas ligeras con alimentos que incluyan yogur natural enriquecido con probióticos, sopa de arroz con zanahoria y patata, huevo cocido o tortilla francesa, pescado blanco, pollo cocido, fruta hervida sin piel, membrillo, manzana rallada, plátano aplastado con limón.
- Cocinar al vapor , hervido, a la plancha o al horno.
- Evitar las frituras, la repostería, el alcohol, el café, la leche y el queso curado.
- Evitar especialmente las especias irritantes, como el curry o la pimienta.

¿Qué comer cuando se tiene estreñimiento?
Las causas pueden ser los tumores, las metástasis cerebrales, las modificaciones en la dieta con una disminución de la ingesta de alimentos y líquidos, una dieta pobre en fibra, la falta de ejercicio o el tratamiento con ciertos medicamentos para el dolor, la depresión o el insomnio. Podemos mejorar sus síntomas con los siguientes consejos:
- En general, favorecer la hidratación tomando abundantes líquidos.
- Consumir alimentos ricos en fibra, como pan integral, cereales integrales, legumbres, alcachofa, muesli, guisantes, frutas, verduras y frutos secos, salvo que el estreñimiento tenga como causa una obstrucción intestinal provocada por el tumor, en tal caso no se debe tomar fibra, es mejor una dieta sin residuos. No obstante, en este caso lo mejor es consultar con el médico.
- Evitar los alimentos astringentes, como arroz blanco, membrillo, canela, pastas no integrales y bebidas como el vino tinto y té. Evitar, igualmente, los alimentos fritos o picantes, como la guindilla o la pimienta.
- Los purés de legumbres es mejor triturarlos pero no pasarlos por el chino, preservando así la piel para conseguir un aporte adicional de fibra.
- De guarnición mejor verduras que patatas fritas, ingerir en ayunas una cucharada de aceite de oliva virgen extra, kiwi, ciruelas naturales…
El sistema inmunitario: ¿qué comer para mejorar las defensas?
La quimioterapia es la principal causa de la bajada de defensas, también algunos medicamentos como los antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos, antiepilépticos, la infiltración tumoral de la médula ósea y la radioterapia. Además de evitar el contacto con enfermos o practicar una buena higiene personal, también dental, hay algunos alimentos aconsejables:
- Yogur, setas, avena, algas, alimentos con alto contenido en vitamina C (pimiento rojo, fresas, kiwi, cítricos); la vitamina E (aceite de oliva virgen extra, cereales integrales, hortalizas y verduras de hoja verde); la vitamina A (zanahoria) y la vitamina B (legumbres, frutas, huevo y carne…)
- Tomar alimentos que puedan incrementar el interferón, ya que posee actividad anticancerígena, entre ellos las setas como shiitake, maitake, las crucíferas, el tomate…; alimentos ricos en zinc: legumbres, mariscos, quesos, yema de huevo, carne…
- Asegurarse una dieta rica en hierro, ya que su déficit puede ocasionar anemia y disminución de la respuesta inmunológica. Algunos alimentos que nos pueden ayudar a conseguirlo son las carnes rojas, las verduras de hoja verde (espinaca, perejil, acelgas), las lentejas y el marisco. Para maximizar la absorción de hierro de los alimentos, es muy recomendable combinarlos con alimentos ricos en vitamina C, por ejemplo, ensalada de de hojas verdes con pimientos rojos y fresas.
- Evita el riesgo bacteriológico priorizando los alimentos cocinados sobre los crudos.
- Evita los alimentos envasados de forma casera. También los huevos, el pescado, la carne y los fiambres crudos. El pescado debe estar muy cocinado o previamente congelado, para evitar así la contaminación por anisakis.
- Evita la repostería que contenga nata o crema y los alimentos sin pasteurizar, así como ciertos quesos, como el roquefort, cabrales, brie, camembert, feta o cheddar. Minimizar, igualmente, el consumo de grasas saturadas.
- Las personas que tienen un cáncer avanzado, tomarán pequeñas cantidades de comida que pueden resultar suficientes y, en base a lo que el enfermo decida: lo que más apetezca entre una variedad de alimentos y otra. Si tiene dificultades para tragar los líquidos, conviene utilizar gelatinas y espesantes. Además, la medicación se puede ingerir con agua gelificada.

Alimentos y tratamiento oncológico: Precauciones generales
- El alcohol puede dificultar la eliminación de ciertos fármacos en el transcurso de la quimioterapia.
- Aunque hay ciertas discrepancias, parece que la soja, en forma de comprimidos, no interfiere durante el tratamiento oncológico, aunque debe evitarse especialmente cuando se está sometido a un tratamiento con taxanos o un tratamiento hormonal.
- El zumo de uva debe consumirse con moderación si la persona recibe tratamiento quimioterápico con paclitaxel o vincristina.
- La leche y sus derivados pueden interferir en la absorción de la quimioterapia oral. Lo ideal es ingerir con agua.
- Las bebidas calientes pueden neutralizar el efecto de algunos fármacos.
- Hay dudas sobre si se debe tomar suplementos antioxidantes.
- La hierba de San Juan (hipérico) es usada como antidepresivo, pero puede alterar la eficacia de la quimioterapia.
Ante cualquier duda, es importante CONSULTAR SIEMPRE CON EL MÉDICO.
Bibliografía: libro «Cocinar para vivir, cómo cocinar para prevenir el cáncer«, Fernando Fombellida y Andoni Luis Aduriz (Destino).
- Fombellida, Fernando (Autor)