
Según una encuesta que se publicó recientemente, los españoles pasamos una media de 9 horas y 19 minutos en nuestro puesto de trabajo, un tiempo que para muchos de nuestros vecinos europeos sería impensable. El debate del rendimiento que conllevan estas jornadas maratonianas, el cambio horario para no entrar de noche y salir de noche también, y otros aspectos que giran alrededor de nuestra rutina laboral no centrará el contenido de este artículo. Esta es la realidad, así que, como primer paso, intentemos adaptarnos a ella y llevarlo lo mejor posible. Uno de los temas que son susceptibles de empeorar nuestra calidad de vida, con tantas horas trabajando es, sin duda, la alimentación. Tanto para quienes toman un copioso menú del día a las dos y media de la tarde, como para quienes comen un bocadillo andando de un lado para otro, pasando por aquellos que dedican tiempo en casa para prepararse la comida del día siguiente, la alimentación y el trabajo resultan complicados de conciliar. Por ello, os queremos abrir un camino con la idea de mejorar en este aspecto, sin repercutir ni sobre vuestro tiempo de descanso ni sobre vuestra productividad: los «snacks». Comer entre horas, en contra de lo que pueda decirse, es un método perfecto para equilibrar nuestra alimentación en el trabajo, añadiéndo a nuestro día a día un extra de energía, vitaminas y otros beneficios nutricionales que compensarán la ausencia de la comida en casa.
Antes de empezar
Si estáis dispuestos a llevar a cabo esta rutina alimenticia en vuestro trabajo, es importante tener en cuenta varios aspectos fundamentales:
- Snacks sí, pero sanos: quizás la palabra «snack» nos suene a una barrita de chocolate ultra azucarado envuelto en un llamativo papel de colores. No, ésos no son los aperitivos de los que vamos a hablar en este artículo.
- Ojo con los olores: debemos saber que, en la mayoría de los casos, trabajamos entre un grupo de personas, por lo tanto es importante cuidar los alimentos que llevemos y que no resulten desagradables para nuestros compañeros, por lo tanto, evitemos aquellos que desprenden olores fuertes.
- Discreción: que vayamos a cuidar nuestra dieta no significa que deba enterarse todo el mundo de qué estamos comiendo. Utiliza momentos en los que tomar estos aperitivos no supongan una alteración general y evita, por ejemplo, los envoltorios ruidosos.
- Variedad: como todo en esta vida, «en la variedad está el gusto». Procura variar tus aperitivos y no tomar siempre lo mismo, ya que llegará el momento en que te canses y no consigas el efecto deseado.
Frutos secos
Los frutos secos son uno de los alimentos perfectos para estos picoteos en la oficina. Inoloros, de pequeño tamaño y altamente nutritivos, los frutos secos pueden ser un acompañante perfecto para tu día a día. Como común denominador podemos decir que te aportarán energía, pero cada uno de ellos de forma individual contienen diferentes beneficios nutricionales, por lo tanto, te recomendamos que vayas variando. Por ejemplo, las nueces ayudan a reducir el colesterol y controlan la tensión, las almendras contienen un plus de energía adicional que las separa del resto, y los cacahuetes contienen mucha fibra… Es importante evitar aquellos frutos secos cubiertos de miel o fritos. Cuanto más naturales y menos procesados sean, mejor.
Chocolate

No nos estamos contradiciendo con la frase que escribíamos en el apartado anterior sobre no confundir «snacks» con « barritas de chocolate ultra azucarado envuelto en un llamativo papel de colores«. Existe chocolates y chocolates. Debemos seleccionar uno con un alto porcentaje de cacao, ya que este tipo está repleto de beneficios como la disminución del colesterol, la sensación de saciedad que aporta y las mejoras en la actividad cerebral que el chocolate nos brinda, estimulando nuestra memoria o nuestra atención, por poner algún ejemplo. Además, en un día gris quizás este snack pueda darte un pequeño empujón de optimismo.
Arroz y cereales
Tranquilos, no os estamos proponiendo que saquéis en vuestra mesa un bol, lo llenéis de leche y cereales y os lo toméis a cucharadas, ni tampoco que os preparéis una tapita de paella. Existen inumerables alternativas sanas y saludables para aperitivos cuya base es el arroz o los cereales. Desde galletas de maiz, sencillas de elaborar y bajas en calorías, grasas y azúcares (no contienen gluten, por lo que son una excelente opción para celíacos) a las conocidas barritas caseras de arroz o cereales. Te aconsejamos hacerlas de forma casera, es más sencillo de lo que te imaginas…
Fruta
Sin duda nuestro top de «snacks«. Por su aporte vitamínico, las propiedades nutricionales que contienen, su capacidad saciante o su sabor, la fruta es, sin lugar a dudas, la mejor opción para comer entre horas. Te recomendamos que la lleves en un pequeño taper y que venga ya cortada, de esa forma te evitarás tener que sacar el cuchillo y pelarla en directo. Si dispones de un frigorífico en la oficina podrás guardarla allí, en caso contrario no te asustes si su color se torna diferente después de un par de horas, ya que sigue siendo perfectamente comestibles.
Tés
¿Sabías que el té es la bebida, por encima del agua, más consumida del mundo? Por algo será. Aporta antioxidantes, es bueno para la circulación, estimula el cerebro y la memoria, es saciante… El té es un gran aliado para tu día a día. La enorme cantidad de variedades que existen hará que jamás te canses y siempre tengas uno nuevo que probar. Una forma perfecta para transportarlo desde casa es usando un termo.