¿Qué está pasando con las abejas y la miel?

¿Qué está pasando con las abejas y la miel?

Las abejas son cruciales para mantener la flora de nuestros ecosistemas, la producción agrícola y la elaboración de miel. Sin embargo, su desaparición está haciendo saltar todas las alarmas.

Natalia Martínez21/05/2022

Desde 2006, aproximadamente, el mundo de la apicultura atraviesa una profunda crisis. Las abejas de las colmenas mueren imparablemente y sin una clara explicación. Una tendencia que, lejos de solventarse, se h agravado en la actualidad. En Europa las colonias salvajes de abejas se han extinguido prácticamente; mientras que las criadas en colmenas desaparecen a un ritmo inasumible para los productores. La ONU esocogió el 20 de mayo para celebrar el Día Mudial de las Abejas y concienciar sobre la necesidad de preservarlas.

Los estudios sobre esta alta mortalidad se centran sobre todo en las abejas de la miel (Apis mellifera) y las causas que se barajan son diversas. Una de las más importantes es el grave impacto de especies invasoras como el ácaro Varroa destructor, el pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida), la avispa asiática (Vespa velutina) y la abeja africanizada. Estas especies, más fuertes y agresivas que la abeja de la miel ha podido adaptarse y expandirse por España gracias a los drásticos efectos del cambio climático. Del mismo modo, ciertos pesticidas o productos fitosanitarios acaban con los ecosistemas de los que viven las abejas.

Las abejas se encargan de mantener la salud del ecosistema.Las abejas se encargan de mantener la salud del ecosistema.

Por último, una de las dinámicas que más preocupa a los apicultores es el colapso de las colonias o síndrome de despoblamiento. Esto se produce cuando hay una pérdida repentina de abejas, quedando en la colonia solo unas cuantas abejas jóvenes, normalmente zánganos, y la abeja reina. La colmena sin abejas obreras queda condenada a la extinción.

La importancia de las abejas para los cultivos

En su informe de 2018 sobre la situación del sector apícola, la Unión Europea recalcó la importancia de implantar medidas para la protección de las abejas porque se calcula que el 84% de especies vegetales y el 76% de la producción de alimentos depende de la polinización de abejas tanto domésticas como salvajes. Por lo que una disminución de la población de abejas se traduce en una disminución de la producción agrícola, algo que no saldría gratis al sector. De hecho, un estudio de Greenpeace en 2014 ya cifró estas pérdidas en 2.400 millones de euros anuales.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que los polinizadores, insectos que transportan el polen de las plantas, son vitales para la producción de alimentos. En especial, las abejas son cruciales porque se dedican de forma «profesional» a ello; es decir, su actividad vital depende de la recolección de polen y néctar de las plantas. En consecuencia, la ardua labor de las abejas se traduce en un incremento de la productividad de los cultivos. El mismo estudio de la FAO averiguó que en un entorno favorable, las abejas pueden incrementar hasta en un 24% el rendimiento de los cultivos.

Las abejas transportan el polen de unas plantas a otras favoreciendo la reproducciónLas abejas transportan el polen de unas plantas a otras favoreciendo la reproducción

Podría parecer que esta crisis no repercute en nuestra alimentación o estilo de vida, pero todo lo contrario. Los negativos efectos que tiene la falta de polinizadores nos condenan a consumir alimentos de peor calidad y menos variados. Un fruto bien polinizado posee más micronutrientes y un mejor desarrollo. Además, muchos de los cultivos que más dependen de la polinización, como las frutas u hortalizas, se sustituirán por cultivos básicos como el arroz, el maíz o la patata. Es decir, nos conduciría hacia dietas mucho menos equilibradas.

¿Y qué pasa con la miel?

En España se produjeron unas 33 mil toneladas de miel en 2019, más de 3 mil toneladas menos que en 2018, según los el informe del Gobierno sobre Indicadores Económicos del Sector Apícola en 2020. Sin embargo, el sector apícola está creciendo en España; tanto en cantidad de colmenas como de explotaciones profesionales. Sobre todo orientado al comercio exterior, ya que otros países como Bélgica se ven mucho más afectados por la desaparición de las abejas.

A pesar de la dificultades del sector, la apicultura crece en EspañaA pesar de la dificultades del sector, la apicultura crece en España

Desde la Asociación Española de Apicultores, la explicación que dan a este fenómeno es que la apicultura se ha puesto de moda por ser una actividad que da gran rendimiento económico y acorde con la creciente conciencia ecológica. La sociedad está empezando a reconocer cuál es la importancia de que haya abejas y los beneficios medioambientales que supone su cría. Aunque se recalca la importancia de concienciar sobre los beneficios del consumo de miel para intentar aumentar el comercio interior.

De hecho, en España, una gran parte de la producción de miel se lleva a cabo por pequeños productores que cultivan sus tierras siguiendo el modelo ecológico. Productores que conocen las dificultades que supone la apicultura y cuidan de sus abejas como oro en paño. Juan Rodriguez y su hijo Jaime, de la cooperativa Repla en la Sierra Sur de Sevilla, se esfuerzan cada año por aprovechar la variedad florar de su sierra para producir miel de flores ecológica.

Miel de Almoraduz, la miel ecológica de flores de la Sierra Sur de Sevilla que elaboran Juan y Jaime de la Cooperativa ReplaMiel de Almoraduz, la miel ecológica de flores de la Sierra Sur de Sevilla que elaboran Juan y Jaime de la Cooperativa Repla

Sus panales están distribuidos en varios puntos de la Sierra Sur de Sevilla y sus abejas son localizables por microchip. Esto permite asegurarse de que las abejas se alimentan de las flores más abundantes en las proximidades de la colmena. Lo que se traduce en miel ecológica de flores concretas como la retama, el girasol o el tomillo. El resultado es una delicia y un orgullo para sus productores, pero Juan asegura que cada día es más inviable mantenerlo. Por lo que son necesarios estudios que aclaren las circunstancias por las que desaparecen las abejas y una verdadera conciencia con la necesidad de proteger a los insectos polinizadores. En palabras que cualquiera entendería, Juan asegura que: «No hay nada de bueno en que no se te llene el parabrisas de mosquitos«.