Todos tenemos en mente imágenes de la época ajetreada de vendimia, unas pocas semanas de trabajo frenético, con multitud de personas de un lado para otro, gente vendimiando, ya sea a máquina o a mano, kilos y kilos de uva siendo transportadas de los viñedos a la bodega, ya sea en cajas o en grandes remolques, depósitos llenándose, fermentaciones comenzando… pero, ¿qué hacen las bodegas el resto del año?
Pues el resto del año, se desarrollan multitud de actividades, tanto en la bodega como en el viñedo. En este artículo resumo algunas de las principales. En lo referente a la bodega, una vez introducida la uva, vienen infinidad de tareas como los remontados que consisten en sacar el vino por la parte baja del depósito y volver a introducirlo por la parte superior para remojar el sombrero, que es la capa de hollejos o pieles que se quedan flotando en la parte superior del depósito.

Hay que hacer descubes, que es trasladar el vino que ya ha realizado la fermentación alcohólica a otro depósito para separarlo de sus hollejos. Hay que hacer trasiegos, que consiste en cambiar el vino de recipiente, de la barrica al depósito, por ejemplo, para limpiar las materias sólidas que se han ido precipitando. Durante esos meses que no son de vendimia, también se producen las fermentaciones malolácticas, aquellos vinos que la hagan, que no son todos; es época también de clarificaciones de los vinos blancos, rosados y jóvenes, proceso mediante el cual el vino quedará limpio y brillante; de filtrados, para evitar que los microorganismos propios del vino permanezcan en él una vez embotellado y, por supuesto, de embotellado y etiquetado. También es muy importante aprovechar para limpiar en profundidad todas las mesas de selección, depósitos, prensa, mangueras, cajas de vendimia y un largo etcétera, para buscar la máxima asepsia posible y evitar ataques indeseados de bacterias.

En lo que respecta al campo, hay mucho trabajo que realizar para preparar el viñedo para la nueva añada. Es muy importante la limpieza de la viña para evitar enfermedades como los hongos. También es momento de ajustar los alambres de las espalderas y arreglar cualquier daño que haya podido sufrir la espaldera.

Durante el invierno, época de reposo vegetativo de la vid, la savia deja de circular por la cepa, por lo que se aprovecha para realizar la poda que consiste en la retirada de los pámpanos o ramas de la añada anterior. Se trata de una tarea complicada que afecta a cómo se desarrollará la posterior brotación en primavera. Una mala poda puede arruinar la cosecha venidera y también la de los años sucesivos. También es momento de abonar las tierras. En el caso de Bodegas Comenge, al estar certificada como ecológica, esto se realiza con abono orgánico natural a partir de estiércoles de origen animal que tras su descomposición y mineralización servirá para reponer elementos como el potasio, fósforo o nitrógeno. Avanzando la primavera, hay otras labores como la poda en verde, para retirar cualquier exceso de pámpanos por planta. Y llegando al verano, en función de las condiciones climatológicas, es posible que haya que realizar clareos de racimos, es decir, suprimir algunos racimos para que los que permanecen puedan madurar bien y alcanzar una concentración óptima.
En conclusión, la actividad de cualquier bodega no se reduce al momento de la cosecha y fermentación, hay mucho trabajo, entrega, esfuerzo, pasión y amor detrás de cada botella de vino que sale al mercado.
Alvaro Comenge, Director Comercial de Bodegas Comenge