Parece mentira, pero las Navidades ya están aquí. Las señales se multiplican a nuestro alrededor: campañas publicitarias, luces de colores por las calles, los comercios llenos, horas de espera en las administraciones de lotería del centro de las ciudades y, desde luego, las cenas de Navidad. Por todos es sabido que este tipo de cenas no se caracterizan por ser livianas precisamente y bajo el recurrente lema «un día es un día», los días se acumulan llenos de copiosas comidas, que encima resulta que suelen ser cenas, con lo que quemar esas grasas se vuelve algo complicado para nuestro organismo. Tanto embutido, tantas grasas, tanto vino y tanto dulce hacen que nuestro organismo sufra durante este periodo y por ello es conveniente que intentemos paliar los efectos de estas comilonas para poder disfrutar de ellas sin por ello perder la forma.
Ejercicio diario
Así dicho puede parecer una utopía, pero recomiendo seguir leyendo un poco más para darse cuenta de que se puede. Hacer ejercicio todos los días es posible, únicamente debes tener la voluntad de hacerlo. Si eres una de esas afortunadas personas con algo de tiempo para tí mismo/a, las opciones se multiplican: correr por las mañanas media hora antes del trabajo (o hacerlo al llegar a casa), ir al gimnasio o practicar algún deporte es lo ideal.
Pero aún si eres una de las muchísimas personas cuyo tiempo libre brilla por su ausencia, también existe luz después del tunel para tí: anda en lugar de ir en coche hasta para comprar el pan, ve caminando a todos los sitios que puedas y harás ejercicio. Olvídate del ascensor y de las escaleras automáticas y, si vas en metro, sube por las escaleras de toda la vida y, cuando llegues a casa, piensa que el ascensor está averiado. Y si ya estás ultramotivado/a, puedo asegurarte que en diez minutos puedes hacer una serie de abdominales después de levantarte que, sin duda, te mantendrán en forma.
Las demás comidas
Cómo decíamos a principio del artículo, las cenas y comidas de Navidad pueden llegar a ser numerosas en función de los ámbitos sociales en los que te muevas: amigos, familia, vecinos, trabajo, etc… Pero hay algo que debemos recordar: supongamos que una persona con una abundante vida social tiene un total de 10 compromisos gastronavideños, bien, pues suponiendo que contamos como periodo de la Navidad del 5 de Diciembre al 6 de Enero, esto supone que, además de sus 10 compromisos, tendrá que comer (en caso de que haga sus tres comidas de rigor al día) otras 86 veces. Por lo tanto, visto así, si cuidamos nuestra dieta en 86 ocasiones y no lo hacemos en 10, minimizaremos los daños. Es importante huir de la tentación del turrón a diario, del alcohol en abundancia, los refrescos con azúcar o de otros alimentos de estas característcas, al menos en nuestro día a día. Por ello, es conveniente incorporar las ensaladas, los alimentos a la plancha o al vapor, las verduras… alimentos ricos, sanos y que compensarán la gran comilona del día después.
Saber decir que no
Es otra cosa fácil de decir y difícil de llevar a cabo, pero no por ello poco importante. Puedes sentarte con tus amigos, pedir tres entrantes, un plato de pescado, otro de carne y un postre, además de las cuatro o más copas de vino, pero ¿en serio es necesario acabar la bandeja del mazapán? Saber decir basta es algo fundamental en la vida y también en estas comidas. No comer hasta que te duela el estómago es algo que a priori debería ser lo más lógico, pero la gula parece apoderarse de nosotros en estas fechas y no paramos, aunque sepamos que nos estamos sobrepasando.
Recetas alternativas
Si crees que la única posibilidad de disfrutar una comida de Navidad es atiborrarte de grasas, estás equivocado/a. Aquí van dos recetas exquisitas, sanas, elegantes y dignas de una cena de gala navideña:
Tataki de bonito ajoblanco y frutas
Una receta fina y ligera que sorprenderá, tanto por su sabor como por su emplatado:
Ingredientes para 4-6 personas
- 500 g de bonito o atún en lomos gruesos.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal en escamas.
- 200 g de almendra marcona cruda.
- 2 rebanadas de pan de molde sin corteza.
- 1-2 dientes de ajo (al gusto).
- 200 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 400 ml. de agua.
- Vinagre de Jerez (al gusto).
- Sal.
- Frutas: melocotón, albaricoque, cerezas, melón, sandía…
Preparación:
- Incorporar todos los ingredientes en un vaso de batidora y triturar muy finamente durante varios minutos, para permitir el correcto triturado de la almendra y la emulsión con el aceite. Pasar por el colador para eliminar los grumos de almendra.
- Añadir el vinagre a gusto, según el punto que se desee dar a la crema.
- Para el tataki, cuadrar los lomos de pescado. Pincelar con aceite y asar en una sartén o plancha precalentada a fuego fuerte, unos segundos por cada lado. El objetivo es conseguir que todas las caras estén igual de cocinadas, que el calor penetre en el interior del pescado hasta una profundidad de 1-2 mm y que el centro quede crudo.
- Una vez hecho, filetear en lonchas finas. Salar en el emplatado.
- Picar las frutas de verano: las cerezas en gajos finos, el melón y la sandía en dados. El melocotón o el albaricoque se pueden cortar en dados o hacer una crema, pelándolos y triturándolos.
- En un plato hondo, disponer en el fondo el ajoblanco. Sobre él, el tataki montando una lámina sobre otra en abanico. Por último se disponen las frutas,aportando presencia.
- Terminar con brotes picantes o ácidos.
Ensalada de lechuga, alubias pintas y codorniz
Esta receta del chef Adolfo Muñoz es un excelente entrante para una cena de Navidad:
Ingredientes:
- 2 bolsas de brotes tiernos
- 2 botes de alubias pintas cocidas
- 4 botes de codorniz escabechada
- 3 latas de pimiento del piquillo
- 50gr. de azúcar
- 4 naranjas
- Aceite de Oliva Virgen
- Romero
- Tomillo
- Albahaca
- Sal Maldon
Preparación:
- Limpiar las lechugas en agua fría con hielo.
- Calentar las alubias pintas.
- Poner en un cazo los pimientos del piquillo cortados en tiras y añadir el azúcar. Saltear un poco, añadir el zumo de naranja y dejar reducir.
- Colocar en una fuente una base de lechuga, encima las alubias, la reducción anterior y la
- Terminar el plato espolvoreando una pizca del resto de los ingredientes.