Qué ver, qué hacer y dónde comer en el Parque Natural de Redes: Asturias en estado puro

En el Parque de Redes caminarás entre ríos y cascadas, fauna salvaje y paisajes increíbles, te calzarás unas madreñas y probarás el Casín, el queso con más carácter de Asturias. ¿Quién da más?

Alicia Hernández01/07/2021

Con las ganas que tenemos de respirar aire puro, descubrir el Parque Natural de Redes se va a convertir en el objetivo del verano. Es un destino perfecto sea cual se nuestro plan: con amigos, en familia, para senderistas activos o para quienes busquen la relajación total. No defrauda. Esta joya de la Naturaleza empieza a relucir frente a su ‘hermano mayor’, el Parque Nacional de Picos de Europa, y tiene mucho por descubrir. Hay que poner rumbo a la comarca del Nalón, en el sur del Principado, para encontrarnos con un paraje rural con circos y valles glaciares y con montañas que muestran sus picos afilados. Y entre medias, bosques de hayas y robles, campos de pasto y agua, mucha agua, en ríos, cascadas, lagos, fuentes y embalses. Y es que aquí nace el río Nalón, el más grande de Asturias, con su agua pura y cristalina.

El río Nalón es el más caudaloso del Principado de Asturias y nace en el Parque Natural de Redes. ©Noé BarandaEl río Nalón es el más caudaloso del Principado de Asturias y nace en el Parque Natural de Redes. ©Noé Baranda

Redes es un Parque Natural desde 1996 y en 2001 fue catalogado como Reserva de la Biosfera. Además es Zona de Especial Protección para las Aves por la importante avifauna que habita en él. Alimoches, águilas reales y un sin fin de aves, reptiles y anfibios han elegido un hábitat que se mantiene casi virgen.

Sobrescobio y Caso son los dos concejos que abarca el Parque, con numerosos pueblos y aldeas llenas de encanto. De verdadero encanto. Soto, Caliao, Llaiñes/Ladines, Tarna o Bezanes conservan sus caseríos con horreos y paneras de madera, piedra y teja, cuidados con primor. Y de ellos parten infinidad de rutas por la naturaleza para todo tipo de senderistas, nada menos que 40 rutas oficiales están marcadas en el parque.

Las sendas del Agua

La capital de Sobrescobio, Rusecu/Rioseco, aparece junto a un pantano que lleva su nombre. Sus aguas son como un gran espejo en el que se reflejan los paisajes más evocadores y es un refugio de aves acuáticas que pueden observarse desde una caseta situada en la cola del pantano. En Rusecu/Rioseco se encuentra La Casa del Agua, un espacio donde vamos a comprender la importancia del agua en la naturaleza y en esta zona en particular.

La Senda del Alba es perfecta para hacerla en familia, un delicioso sendero junto al río del Alba. © Alejandro BadíaLa Senda del Alba es perfecta para hacerla en familia, un delicioso sendero junto al río del Alba. © Alejandro Badía

Una de las sendas imprescindibles del parque es la Ruta del Alba (PR-AS 62) que toma su nombre del río junto al que discurre en paralelo y está catalogada como Monumento Natural. Con esta presentación ya dan ganas de echarse a andar. Parte del pueblo de Soto, en el concejo de Sobrescobio, y avanza por seis kilómetros de fácil recorrido entre hayas, tilos y musgos, por un lado, y el agua jugando en pozas, cascadas y arroyos, por el otro.

Caliao, en el fondo del valle, cuenta con una ruta urbana del agua que pasa por los lavaderos, fuentes y molinos, y desde allí parte la Ruta de los Arrudos. ©Manuel S. CalvoCaliao, en el fondo del valle, cuenta con una ruta urbana del agua que pasa por los lavaderos, fuentes y molinos, y desde allí parte la Ruta de los Arrudos. ©Manuel S. Calvo

Nos trasladamos del concejo de Sobrescobio al de Caso, y la primera parada será en Tañes/Tanes, un pueblo que fue trasladado piedra a piedra para construir el embalse que lleva su nombre. En sus aguas mansas se refleja la estampa de la colegiata de Santa María, que merece una visita. Una ruta muy recomendable nos lleva hasta la cueva Devoyu, excavada por las aguas del Nalón y donde puede realizarse espeolología o conformarse con admirar su gran boca. En el pueblo de Caliao arranca una de las rutas estrella del parque: el desfiladero de los Arrudos (PR-AS 61), para la que hace falta un nivel superior. La ruta nos transporta, durante 23 kilómetros, a través del río y uno de los desfiladeros más grande de Asturias. Otra maravilla del Parque Natural de Redes es el lago Ubales, casi a 1.700 m, al que se llega desde La Felguerina, con sus casas trepando por la ladera, pasando por La Infiesta y ascendiendo por la Canalina, lugares y paisajes increíbles, difíciles de olvidar.

Cascada de Tabayón, un auténtico espectáculo de la Naturaleza. ©MampirisCascada de Tabayón, un auténtico espectáculo de la Naturaleza. ©Mampiris

Una buena alternativa a la ruta de los Arrudos es el camino que conduce hasta la cascada del Tabayón. Desde el pueblo de Tarna parte una agradable ruta circular que lleva hasta el Tabayón del Mongallu, una cascada de más de 60 metros de altura, un fabuloso salto de agua con el que poner fin a un paseo entre hayas y hojarasca.

Desde Tarna arranca también la Ruta de la fuente de La Nalona, donde nace el Nalón, el río más largo y caudaloso de toda Asturias, con 145 km. Resulta increíble que una pequeña fuente de donde brota de forma milagrosa un agua pura y cristalina se convierta kilómetros más abajo en un gran río que recorre el Parque Natural de Redes.

Madreñas, hórreos y quesos

Entre tanta caminata, hay que buscar el momento de acercarnos a conocer algo de las costumbres, tradiciones y gastronomía que atesora el parque… ¡y que no son pocas! La madera, junto al agua, un elemento vital en la zona. Podemos admirar la arquitectura en forma de edificios rurales que nos son bien conocidos: los hórreos y las paneras. En el Museo de la Madera y de la Madreña de Asturias, en la aldea de Veneros, han reproducido uno de los típicos hórreos para explicar cómo se hacían en madera todas sus partes menos el tejado. Allí se exponen también las madreñas, el calzado de madera que sirve para aislar del agua, el barro y el frío del campo. El museo posee una gran colección en la que se muestra cómo en la misma época, hace siglos, en otros rincones del mundo habían ingeniado un calzado similar, como los zuecos holandeses, para andar por las zonas rurales.

El Museo de la Madera y la Madrona es una visita llena de historia y curiosidades. ©MampirisEl Museo de la Madera y la Madrona es una visita llena de historia y curiosidades. ©Mampiris

«El que nunca estuvo en Casu, ni de Casu comió el queso, ye señal que nun faz casu, nin comió del meyor quesu» Seguro que escuchas este refrán cuando te acerques a las aldeas de Caso donde se elabora el famoso queso Casín. Pequeño de tamaño pero inmenso de sabor, fuerte y un poco picante… un queso que engaña. Es una de las variedades más antiguas del Principado de Asturias y de toda España y cuenta con el sello de DOP. Se elabora con la leche entera, sin pasteurizar, de la vaca casina autóctona de la montaña, la reina del lugar que veremos pastar tranquilamente en las praderas. Este queso es tan singular porque se rabila, como explican los queseros: se rompe la masa y se amasa a mano o con la máquina de rabilar. Una vez amasado se forman los zorollos y, lo más curioso es que cada quesería marca con su sello una de las caras del queso.

El queso Casín DOP es pura tradición y artesanía y se precia de ser el más antiguo del Principado de Asturias. © José SuárezEl queso Casín DOP es pura tradición y artesanía y se precia de ser el más antiguo del Principado de Asturias. © José Suárez

Hasta hace unas décadas, este queso se hacía en los hogares y casi se había perdido la tradición. La primera en recuperarla fue Marigel Álvarez, en el pueblo de Caso. Podemos ver cómo elabora sus quesos en la quesería y hotel rural Reciegos Agroturismo, que ocupan el mismo edificio en plena naturaleza. Todo el mundo la conoce como la quesera del Casín. Hoy en día han ido uniéndose otras queserías que han colocado a este queso tan particular entre los más valorados de España y del mundo. A finales de agosto se celebra el Certamen del queso Casín, con la presencia de todos los queseros donde se pueden catar y comprar los mejores, además de otros productos de la zona y asistir a la exhibición de juegos populares y bailes folclóricos.

A finales de agosto se celebra el Certamen del Queso Casín, en Caso. ©Vive AsturiasA finales de agosto se celebra el Certamen del Queso Casín, en Caso. ©Vive Asturias

Otra de las rutas imprescindibles del Parque Natural de Redes es la subida a Brañagallones (PR-AS 66). Parte desde el pueblo de Bezanes, que conserva un buen repertorio de arquitectura rural que hay que admirar. Y asciende por una pista forestal de 10 kilómetros de distancia que transcurre entre campos de pasto y antiguas cabañas, veremos también las colmenas de colores colocadas en las laderas del valle.

La subida escarpada a la vega de Brañagallones nos regala unas vistas increíbles del Parque Nacional de Redes. ©Noé BarandaLa subida escarpada a la vega de Brañagallones nos regala unas vistas increíbles del Parque Nacional de Redes. ©Noé Baranda

La recompensa a esta dura subida es la llegada a la vega de Brañagallones, un pequeño paraíso verde situado a 1.200 metros de altura donde habitan el oso pardo, además de jabalís, lobos o zorros, así como una de las mayores poblaciones de ciervos y rebecos de Asturias. En lo alto se encuentra el refugio de montaña de Brañagallones, una formidable instalación deportiva de montaña que además de prestar alojamiento, ofrece una amplia variedad de actividades como talleres, rutas y ascensiones.

Ruta gastronómica

Además del queso Casín, la gastronomía de la zona cuenta con algunas recetas tradicionales, como el cordero a la estaca que encontrarás en muchos restaurantes con la carne de cordero del Alto Nalón y asado lentamente, sin prisas, con leña de roble o ‘faya’ de sus bosques. Uno de los sitios donde se puede probar es El Merendero de Anzo, en Sobrescobio, junto a la carretera. Lo preparan los sábados y los domingos, además de las recetas tradicionales como la fabada, el cachopo o el cabrito asado.

Las recetas asturianas acompañadas de un culín de sidra, en los restaurantes y merenderos del Parque Natural de Redes. ©MampirisLas recetas asturianas acompañadas de un culín de sidra, en los restaurantes y merenderos del Parque Natural de Redes. ©Mampiris

La Plaza de Sotu también cuenta entre sus especialidades con el cordero y la fabada, y de postre, unas galletitas, Suspiros del Alba, hechas con harina de maíz y mantequilla muy buenas. Caliao tiene una oferta variada. La Encruceyada ofrece cocina tradicional o menú y tiene fama de preparar las mejores manitas de cerdo. Casa Zulima, buena fabada y de postre queso Casín con dulce de manzana. Y cocina más elaborada en el restaurante Gotta, del Centro de Ecoturismo Tierra del Agua. En su amplia carta no falta un apartado dedicado a las recetas asturianas, con platos como las Verdinas con langostinos y bacalao, las Cebollas rellenas de bonito del Norte o el Picadillo con tortos de maíz, huevos y patatas, además de la fabada y buenas carnes y pescados de la lonja.