El chef de la miel está de moda. Su restaurante Quatre Molins, con 1 estrella Michelin, es ya un referente en la gastronomía catalana, con una cocina que conquista por su talento, su respeto al producto y su creatividad. Además, Rafel acaba de recibir el reconocimiento de la Academia Catalana de Alimentación y Nutrición al chef revelación. Un nombre que suena fuerte en el panorama gastro.
Lo primero felicitarte, has ganado el premio Revelación 2021 por parte de la Academia Catalana de Alimentación y Nutrición. ¿Esperabas este reconocimiento?
¡Para nada!Nunca trabajas pensando en los premios…. Los que me conocen bien saben que soy más bien algo tímido. Con mi edad yo me lo tomo como un indicador de que las cosas van por buen camino, en buena dirección… y, claro, lógicamente te hace muchísima ilusión un reconocimiento así.

Te llaman “el chef de la miel”, ¿nos puedes explicar por qué?
Vengo de una familia de apicultores. En mi casa llevan seis generaciones ya produciendo miel. Miel Muria existe desde 1810. Supongo que es un producto que me corre por las venas. Aparte de eso me encanta cocinar con miel, que esté presente en mis platos considero que, bien trabajada, tiene unas posibilidades maravillosas.
¿Nos puedes hablar un poco de tu trayectoria en la cocina? Creo que te has formado en grandes restaurantes de fuera de España, entre ellos el restaurante Michel Bras …
Me diplomé en 2012 en la Escuela Hofmann de Barcelona. A partir de entonces empecé en el Restaurante Villa Retiro de Xerta (Tarragona), un etapa a la que le tengo mucho cariño. Posteriormente pasé a Francia donde tuve la suerte de trabajar en el Restaurante Michel Bras en Lagiole y después Villa Maiella en Pescara, Italia. No obstante, diría que lo que marcó sin duda mi trayectoria fue el hecho de llegar a ser el segundo chef en L’Atelier de Joël Robuchon Saint-Germain de París. Hay un antes y un después de Joël Robuchon. Allí aprendí algunas cosas importantísimas como el rigor y el “saber hacer”.
¿Estar nominado a Cocinero Revelación Madrid Fusión 2019 fue un antes y un después?
Simplemente es ese momento en que tu nombre empieza a sonar a nivel nacional al lado de otros grandes profesionales a los que tanto admiras y tienes que frotarte un poco los ojos. Debo decir que guardo un gran recuerdo de aquel momento.

¿Me puedes definir tu cocina? ¿Haces exactamente lo que quieres hacer?
Quatre Molins es mi restaurante y mi proyecto actual. Allí damos mucho protagonismo al producto local. Para mí eso también incluye toda la zona del Delta del Ebro, de donde soy originario. Intentamos poner el listón muy alto para estar a la altura de los excelentes vinos que se producen en el Priorat, comarca en la que se encuentra ubicado el restaurante.
Respondiendo a tu segunda pregunta…Si, absolutamente. Una de las grandes suertes que tengo es poder hacer cada día lo que más me gusta. Si a eso le sumas el agradecimiento de la gente, es un combustible que te anima a seguir.
Algún plato al que le tengas especial cariño de la carta de Quatre Molins…
Por todo lo que conlleva el Royal de Sangacho de Atún rojo Balfegó. Un plato “con historia”. Fue el plato que me supuso ganar el Primer Premio del Concurso Nacional Atún Rojo Balfegó en 2018. Ver a un grande como Martín Berasategui, que estaba en el jurado, puntuándote un plato con 100 puntos es algo único.
Próximos proyectos
Quiero centrarme en el presente. Todo lo que nos está llegando son indicadores de que vamos en la dirección correcta. Al final lo más importante es que el comensal que viene a tu restaurante se sienta como en casa, que coma muy, muy bien. Debemos seguir siendo fieles a lo que somos.
