
Huevos revueltos
Un básico que nos puede salvar en situaciones de emergencia pero que no siempre se elabora de la manera adecuada
- 4 huevos de gallina de corral
- 2 Lonchas de pavo salvaje
- 1 loncha de queso emmental
- 1 chorrito de nata líquida
- Aceite de oliva
- Sal y Perejil
Dificultad:
FacilPrecio:
BajoAsí lo hacemos:
- Lo primero que debemos hacer es seleccionar buenos huevos. Podemos hacer unos huevos revueltos con cualquiera, pero lo que marcará la diferencia es que consigamos unos huevos de calidad, de gallina criada en libertad y alimentada con alimentos naturales. Podemos encontrar este tipo de huevos en cualquier supermercado. Son un poco más caros, sí, pero estamos hablando de una de uno o dos euros aproximadamente y la diferencia es tan abismal que merece la pena el pequeño gasto extra. Así pués, cascamos nuestros cuatro huevos de gallina de corral en un bol y tiramos la cáscara.
- El siguiente paso es importante. No queremos hacer una tortilla, por lo tanto es un error batir los huevos. Tampoco queremos hacer unos huevos fritos así que no debemos dejarlos tal cual (hay gente que si lo hace y los revuelve en la sartén). Unos huevos revueltos, como su propio nombre indica, deben estar ligeramente batidos y con dos o tres pasadas a los huevos con un tenedor lo podremos conseguir. Basta con que veamos que hemos roto la yema.
- A continuación cortamos en tiras el pavo salvaje y el queso (al igual que con los huevos podríamos hacerlo con embutido de 1 euro y queso de sandwich, pero el resultado estaría muy distante de ser un gran plato) y lo añadimos al bol junto con un chorrito pequeño de nata líquida.
- Salamos y dejamos reposar unos diez o quince minutos.
- Calentamos la sartén con un chorrito de aceite de Oliva y añadimos la mezcla. Removemos con una cuchara de madera y aquí debemos tener en cuenta que está la clave de la receta: si se nos pasa tendremos un plato seco y poco apetitoso, si los dejamos crudos el problema será similar. Con la sartén caliente, debemos darle cuatro o cinco vueltas hasta ver que el huevo empieza a cocinarse y adquirir color. No más ya que de lo contrario se cocinarán demasiado.
- Servimos sin florituras en un plato, únicamente añadiendo perejil picado por encima.