Los expertos ubican el origen del turrón en la penísula arábiga. Los árabes trajeron este postre a las costas del Mediterráneo, en particular a España y a Italia. La versión española del turrón nace en la provincia de Alicante alrededor del siglo XV, pues en época de Carlos V ya era un dulce famoso. En 1582, un documento del municipio de Alicante señala que «de tiempo inmemorial, en cada año, dicha ciudad de Alicante acostumbra, para fiestas de Navidad, pagar (..) sus salarios, parte en dineros y parte en un presente que se les da, de una arroba de turrones (…)».
Al parecer, el azúcar fue un ingrediente que se empezó a añadir más tardíamente, ya que se empieza a mencionar para fabricar turrón sólo desde el siglo XVIII, coincidiendo con la plantación masiva de caña de azúcar en América y la extensión de la libertad de comerciar con América a un mayor número de puertos españoles, entre ellos al puerto de Alicante. De esa época es el llamado turrón de nieve y el de guirlache.
Actualmente, España es el primer productor mundial de turrón, mazapán y dulces de Navidad. En 1992, se exportaron 1.400 toneladas de turrón de Jijona casi exclusivamente a Iberoamérica. También están penetrando con mucho éxito en Extremo Oriente y Japón, e incluso en países con gran tradición exportadora de dulces, como Reino Unido, Alemania y Francia.
El blando, el duro, de chocolate, los pralinés, hay multitud de variedades que seguramente todos conocemos, pero hay un aspecto del turrón del que poco se sabe: ¿cómo cocinar con turrón? En el libro «Turrón en la Cocina», algunos de los mejores cocineros de Levante han realizado increíbles platos, tanto dulces como salados con turrón. Las propuesta de entrantes van desde las Alitas de pollo con salsa allipebre de turrón al Carpaccio de buey en el que una crema de turrón ejerce de corazón del carpaccio, o las Vieiras braseadas con turrón de Jijona al fondillón, en las que un caldo de ave se une a la nata y al turrón para crear una sopa homogénea.
Con pescados también se puede hacer con turrón desde una Lubina con salsa de turrón, que se mezcla con el caldo de las gambas, a un Bacalao royal de turrón, que se prepara con turrón y clara de huevo al turbinarse. Las carnes tampoco se quedan atrás y se unen a combinaciones tan atrevidas como a la compuesta por Pichón, tarta de pera, fondillón y bolitas de turrón; o el Costillar de ibérico con turrón de berenjena, incluso el Rollito de pies de cordero con turrón, donde el turrón propicia cremosidad junto al fondo de carne.

Los postres se ven muy beneficiados con el turrón, desde el clásico Helado de turrón, excelente siempre, a la Sopa de turrón de Jijona con café, frambuesa y grapa, o a la Tarta macaron de turrón. Y si se quiere hacer en casa, es tan fácil como colocar por capas en un tarro de cristal confitura de mango, mousse de yogur, crumble de almendra y turrón desmigado.
Y eso no es todo, porque el turrón también le va a la perfección a los cócteles, desde un Coctel de turrón que se hace con Zacapa, grand Marnier, licor de fresa y nata, a otro que se puede hacer con amaretto, jarabe de almendras, miel macallan y espuma de limón.
Ahora no hay excusa: si sobra turrón, podremos hacer con él muchos platos ricos.