Disfrutar del sentido del gusto en un restaurante excelente es una experiencia inolvidable. En el caso del restaurante Aqua no es solamente la comida la que nos sorprenderá, sino también el ambiente, el servicio y la personalidad del autor de su cocina.
Un cocinero atípico
Su imagen no recuerda al típico cocinero: alto, delgado, con una postura y una mirada profundas… Características que parecen más acordes para un filósofo o un profesor. Es cierto: su mente registra la sabiduría suficiente para conocer productos, elaborarlos y lograr la excelencia. Y, como un buen maestro, además, lo transmite. Quienes han formado parte de su equipo en el pasado han recibido unas 15 estrellas más en los restaurantes que regentan actualmente.
El señor Elverfeld es un hombre sencillo y cercano, además, incluye en la carta el nombre y el apellido de todos aquellos que trabajan con él y contribuyen a que su cocina sea estelar. Su principal interés es trabajar sobre la gastronomía tradicional con el producto de su región o de su país, al que suele dar un toque que haya aprendido en sus viajes por Dubai, Grecia, Japón…
Una cocina que se basa en la tradicional, con el protagonismo del producto local al que añade el recuerdo de sus vivencias y sus viajes. Platos sofisticados y a la vez sencillos; elegantes, tradicionales y con armonía de aromas. El trabajo, el arte y la humildad se unen en un trabajo que brilla como las tres decenas de estrellas que llevan bien merecidas en la última década.
Una sala elegante e íntima
Al entrar en el restaurante Aqua se aprecia un ambiente con una luz tenue pero suficiente para disfrutar y ver con claridad. Las sillas son cómodas y las mesas tienen un tamaño suficiente para comer de forma placentera y no tener que hablar alto, además, pone música que ambienta y no molesta, ni tampoco provoca que, al menos los alemanes, alcen la voz y se acabe produciendo ruido. El servicio es cortés y delicado, estando pendientes de todo pero sin molestar ni estar constantemente encima.
Aqua ofrece cenas de martes a sábado de 18:30 a 20:30 h. En el menú aparecen los 18 compañeros de Sven y los platos, los aperitivos y los dulces finales. Y en el plato aparecen los valores fundamentales de su cocina: evolución, memoria y tradición, y sencillez.
Platos atractivos y deliciosos
Los aperitivos son una sorpresa constante. Sofisticados y sencillos: desde la aceituna de Kalamata caramelizada, repleta de sabor y sensacional en boca, hasta el lichi con anchoa y bacón. Estos snacks están perfectamente acompañados de un champán rosado, elegante y aromático.
Los platos de Sven están basados en los productos locales. Se luce con el pescado de río; la lucioperca o la trucha no se pueden cocinar más sabrosas, jugosas y, a la vez, vivas. Es excelente el tratamiento que le da a la textura y el respeto al sabor natural. También trabaja la caza, con el venado reinterpreta un plato tradicional al que añade su recuerdo nipón: la soja. De nuevo los vinos elegidos para los platos son especiales, encajando perfectamente para lograr unos matices de sabor sensacionales.
El sumiller no acude a las bodegas ni a las marcas clásicas, sino que investiga y descubre joyas logrando una armonía entre platos y vinos al nivel de la cocina. Su mérito está en buscar por muchas bodegas, sobre todo europeas, para encontrar vinos como un Matías i Torres de La Palma, un Ottocento de 2014 croata, un riesling alemán de 2005 con un paladar muy largo y elegante, un francés del Ródano nada típico pero riquísimo… Los combina con precisión para realzar los sabores de las viandas de Sven.
Entre los postres está el que debería conocer todo gourmet que se precie: el sorbete de crema de champán. Elegante, con sabor y largo pero a la vez refresca la boca, dejando una sensación de placer sin igual. Lo presenta en un culo de botella de champán sobre una de las maderas que se usan para elaborar este espumoso, con un tapón y en un plato especialmente diseñado. Un remate excelente para una cena a la altura. Los bombones, al finalizar, son una delicatesen de gran calidad por los que volver, otra vez, al restaurante Aqua desde cualquier lugar. La experiencia será inolvidable. Los precios van desde el menú de 4 platos 160 € más maridaje de vinos opcional por 80 €, hasta el menú de 10 platos por 250 € más maridaje de vinos opcional por 175 €
El restaurante Aqua está en el hotel The Ritz-Carlton
Park Street 1 Wolfsburgo, Alemania
Teléfono +49 (0) 5361 606056