En la época del marketing más agresivo, algunos restaurantes han decidido esconderse bajo otras apariencias: un piso, una tintorería, una tienda de antiguedades o incluso otro restaurante. ¿La razón? Ofrecer una nueva experiencia a sus clientes que no sólo tiene que ver con la comida. El más antiguo, Speakeasy, fundado en 2002, era un antiguo almacén al que se accedía a través del Dry Martini propiedad del barman Javier de las Muelas; el más secreto: Mutis, una coctelería montada en un piso de Kim Díaz, propietario de bar Mut, en el que sólo se puede reservar si él te da su número de móvil, ambos en Barcelona.
Otros van más allá y no existen reservas: es el restaurante el que elige al comensal. Formar parte del club de «los elegidos» no es fácil, la mayoría son amigos, clientes especiales, artistas o intelectuales. Claves secretas, contactos, huellas dactilares… Ttodo forma parte del atractivo de esta nueva forma de comer que está arrasando.
Tintorería Dontell, donde lo único que se planchan son los manteles
Cerrer d’ Aribau nº 55 – Barcelona – Teléfono 934 520 720 – www.tintoreriadontell.com
Bajo la apariencia de una tintorería se esconde el restaurante Don Tell, que significa en inglés: no lo cuentes. Sin embargo muchos no han hecho caso a la indicación y la noticia de su existencia ha corrido como la pólvora.
Para reservar basta con llamar por teléfono o entrar en la web, y el comensal recibe una clave que tendrá que entregar para poder entrar, momento en el que le tomarán las huellas dactilares antes de acceder al comedor.
Algunos clientes despistados, con chaqueta para lavado en seco en la mano, no dan crédito, e incluso los vecinos del barrio preguntan porqué una tintorería está abierta a las once de la noche. Todo forma parte del juego que ha creado el Grupo Evoluciona que promueve el club Urban Secrets con dos restaurantes en Barcelona: «El objetivo es divertir a través del secretismo y ofrecer algo nuevo en una ciudad con tanta oferta en restauración» –nos cuenta Xavier Romero, responsable del Club. Ya en la mesa, recuperados de la impresión inicial, se establece una curiosa complicidad entre los comensales, que pueden degustar una excelente cocina mediterránea bien realizada, con toques de creatividad y haciendo especial hincapié en el producto y la temporalidad, por un promedio de cincuenta euros el menú. Todo el que haya comido en el restaurante alguna vez forma parte del club y puede participar de las actividades gastronómicas que sólo sus miembros conocen.
Asiana: una tienda de antigüedades convertida en restaurante
Calle Travesía de San Mateo, 4 – Madrid – Teléfono 91 310 09 65 – www.restauranteasiana.com
Un gran escaparate lleno de muebles, cuadros y obras de arte orientales nos indica que nos encontramos frente a una tienda de antigüedades.
Sin embargo ésta, que funciona durante el día, da paso cada noche a través de unas escaleras al restaurante donde siete mesas para 25 personas se confunden con otros objetos antiguos y misteriosos, que en ocasiones también están en venta.
La fusión también se lleva a la comida con platos japoneses mediterráneos e influencias del sudeste asiático y Perú. Su chef y propietario, Jaime Renedo, ofrece un menú degustación que cambia cada dos meses donde hay platos tan sugerentes como el Foie con puré de limón y teriyaki balsámico o el Granizado de albahaca-keffir.
Se puede reservar llamando, y comprar «obras» también, mientras se degustan los platos. Si se desea mayor exclusividad se debe reservar la mesa número uno.
Espai Il-lusió: exclusividad en la casa familiar de la abuela Catalina
Barcelona
Los hermanos Torres, chefs del restaurante Dos cielos del Hotel Me de Barcelona, han rehabilitado la casa familiar que perteneció a su abuela Catalina para organizar cenas para «elegidos». El nombre, Espacio Ilusión, se lo pusieron como homenaje a su familia.
Los hermanos cocinan para sus invitados sus mejores platos, y los maridan con vinos extraordinarios, en palabras de Sergio Torres: «Tiramos la casa por la ventana, no falta de nada». Los privilegiados que asisten a estas cenas, se encuentran con una espléndida cocina vista y una mesa para doce personas como máximo. Al final de la cena, los chefs comparten sobremesa hasta la madrugada con los comensales.
Para asistir a estas cenas no hay que ponerse en ninguna lista de espera, ni es necesario ser multimillonario, son los propios hermanos Torres los que te llaman: amigos, clientes especiales, artistas, intelectuales… personas que les gustan y con las que quieren compartir esos momentos exclusivos en los que, por supuesto no se paga el menú.
Como anécdota, cabría decir que recientemente uno de los hombres más ricos del mundo, que visitaba Barcelona, pidió asistir poniendo sobre la mesa un cheque en blanco, algo a lo que los hermanos Torres se negaron.
Dommo Kitchen: Creatividad y gastronomía
Calle Fuencarral, 5- Madrid – Telefono 91 522 36 24 www.dommokitchen
En un precioso loft en el quinto piso de la madrileña calle de Fuencarral se ubica este restaurante multidisciplinar que cuenta con una cocina y una única mesa para ocho personas, en las que se realizan diferentes actividades, todas ellas vinculadas con la cocina.
Para comer en este lugar tan exclusivo es necesario hacer una reserva bien a través de su correo electrónico o llamando por teléfono. Sus clientes son de lo más variado: curiosos, ejecutivos, turistas… a los que el cocinero Roberto Fernández les hace de forma personalizada una cocina tradicional de temporada innovadora, basada en la calidad de los productos con los vegetales de cultivo ecológico. Si se solicita, incluso el chef prepara un showcooking.
Al finalizar, el café se puede tomar en la terraza, donde hay un huerto, o en los sofás que reproducen el salón de casa. Extraordinarios los postres dulces, en los que el chef es un especialista, con delicias como los Cornetos de chocolate con virutas de plátano seco o el Yogur casero con «aire» de frambuesa. Los precios varían según la reserva, ideal para cumpleaños y similar.
Beefshop, donde la carne se esconde en la pescadería
Paseo de Gracia, 53 – Barcelona – Teléfono 93 4674685 www.grupophisoph
Otra forma ingeniosa de ocultar un restaurante es metiéndolo en otro. Los propietarios de Fishop han sabido hacerlo como nadie: una pescadería con pescados y mariscos frescos a la vista, al igual que su cocina, es el camuflaje perfecto para, a través de un discreto pasillo, pasar a otro restaurante, el Beefshop.
Inaugurado hace menos de un año, Beefshop sólo sirve platos con carne como el wagyu chileno, el buey gallego o la ternera de Girona, todos a la brasa y acompañados con diferentes guarniciones de patatas, espárragos verdes y pimientos del piquillo. Tiene mucho éxito el Steak tartar, que se realiza en varias versiones, o la cocina japonesa con carne, uno de los pocos lugares en España donde se realiza, y donde los Sushis de carne o los Nigiris de ternera con cebolla caramelizada son algunos de los platos que más gustan.
Lo que más sorprende del establecimiento a los amantes de la carne es tener que pasar por la pescadería y el restaurante de pescados antes de acceder al que se ha considerado el templo de la carne en Barcelona. El precio medio de la comida son 35 euros, y se puede reservar llamando por teléfono.
Chi-Ton souvenirs, el mejor recuerdo: su comida
Calle Provenza – Barcelona – Teléfono 935 175 968 – www.urbansecret.net
El segundo local del Club Urban Secrets, inaugurado en 2010, emula una típica tienda de recuerdos españoles donde no falta la bailaora de flamenco, llaveros, imanes o abanicos, y algunos turistas pretenden comprarlos ante la mirada divertida de la empleada, que únicamente con contraseña en mano y huella digital bien puesta, da paso a los clientes al restaurante. El secreto del mismo empieza en el nombre (expresión coloquial de silencio) pero continúa por la misma reserva, que puede hacerse por Internet o teléfono, ya que los clientes solicitan hora para ir a «comprar souvenirs».
La diversión también esta garantizada en la sala, ya que el restaurante cuenta con cinco cocinas donde se ofrece showcookings a los comensales, que pueden ver como se preparan sus platos y como el chef interactúa con ellos. Al igual que Don Tell, ir al restaurante te permite pertenecer al club gastronómico clandestino y participar de actividades «secretas» que se informan en la web, tales como una fiesta árabe en una haima instalada en un parking o un concierto privado en una tienda de Passeig de Gràcia
Junk Club, una cueva clandestina en el corazón de la Latina
Costanilla de San Andrés nº 12 – Madrid – Teléfono 671 541 822 www.lamusalatina.com

Otro ejemplo de restaurante dentro de un restaurante lo ofrece La Musa Latina, cuyo huésped secreto es el Junk Club, un espacio en forma de cueva con una mesa y un salón, que reproduce el estilo de los clubs clandestinos de Nueva York al que sólo se accede por reserva a través de un teléfono móvil.
Su cocina, realizada por el cocinero Javier Bonet, reinterpreta los paltos de toda la vida con recetas tan originales como la Bola de paella o la Gelatina con petazetas. Cuenta con menú degustación de 10 tapas por 30 euros y una extensa bodega, sobre todo de vinos tintos nacionales.
Exclusivo por el entorno y también por clientes como Eugenia Silva, Iker Casillas o Blanca Portillo, habituales del club. Excelente la música, así como la variedad de cervezas nacionales y licores. No perderse el mojito clásico o el de frutos rojos.
Cenasclandestinas.com
Cada mes la web cenasclandestinas.com recibe miles de peticiones para participar en la siguiente convocatoria de sus curiosas «quedadas». Las dos anteriores fueron una cena inspirada en los asesinos a sueldo, y la segunda en el mundo undergraund motero. Escenarios como una fábrica abandonada son algunos de los lugares donde este grupo monta sus espectaculares cenas, a las que no faltan importantes personajes de la sociedad vasca, ya que están vinculados al grupo de cocineros guipuzcoanos Sukatalde.
La tercena cena se llevará a cabo en Nueva York en la primavera del 2012, y su planteamiento es «una noche con un chef tres estrellas en una sinagoga de Manhattan«. Las solicitudes se han disparado, y eso que el precio puede elevarse hasta los 5.000 euros. En este tipo de cenas la comida es importante, pero el lugar, la ceremonia, la animación, la ambientación, y los asistentes lo son aún más…