Sucede en muy pocos sitios en España que el viaje al lugar te lleve a una actividad común en relación con un producto y éste se convierte en un todo con la gente y la tierra. Los tractores van y vienen, gentes de otros lugares: italianos, rumanos… o familia de las propias bodegas cuando éstas son pequeñas, en una actividad frenética, ahora también enriquecida por los turistas, que han descubierto que la vendimia es otra forma de aventura, de adentrarte en otro mundo, de vivir otra experiencia.
Nos hemos convertido en coleccionistas de experiencias, algo que sucede con los viajes con demasiada frecuencia, pero no en todos los sitios uno tiene la oportunidad de, además de ver, sentir. Con frecuencia el periodista describe el viaje con muchos datos y pocos sentimientos, y lo único que realmente perdura son éstos.
Algunos se hacen un lío con lo de Rioja Alavesa. ¿En qué se diferencia de la Rioja? En poco, hay que acudir al mapa y, por supuesto, a la denominación, que no de origen de sus vinos, sino de su territorio. Ésta, la alavesa, como su nombre indica, pertenece a el País Vasco. Sus vinos, criados con mimo, también son similares. Sin embargo, el observador enseguida comprende que en esta zona, en estos quince muncipios, además, hay un espíritu común, las calles estan llenas de bodegas, la mayor parte de la gente tiene vinculación con el mundo del vino, se sienten orgullosos de su tierra, porque su tierra esta cerca de ellos: las viñas lo llenan todo, lo abarcan todo, en un paisaje que se confunde con el propio de la gente.
Viñas junto a la carretera, en los jardines, en pequeñas parcelas con producciones pequeñas, el vino esta en el ADN de los habitantes de la Rioja Alavesa, quizá por ello duele tanto que los precios de las uvas hayan bajado, porque peligra la subsistencia y la dignidad de vivir del vino, quizá por ello se respira una búsqueda frenética por darle otras formas al vino: catas, visitas enológicas, tratamientos cosméticos, visitas a las viñas, hoteles temáticos, tiendas especializadas, restaurantes donde aún los cocineros de la zona tienen mucho que decir…
El viaje lo inicia el viajero, pero el vino es el que te lleva, y dejarse llevar puede ser una experiencia inolvidable, no hay que perdérsela. Y ahora, la emoción da paso a la descripción: qué se puede ver, qué se puede hacer, dónde se puede dormir, qué se puede comer… Con frecuencia todo ello se combina, pero vamos a intentar resumirlo, siempre como una posibilidad, porque lo mejor es hacerse cada uno su propia ruta.
Bodegas que podemos visitar
La mayor parte de las bodegas aceptan visitas previa reserva, algunas son más tradicionales, con importantes calados, y otras más modernas, con un diseño digno de un museo. Todas tienen mucho encanto, en ellas se puede comprar el vino que elaboran, y las visitas incluyen una pequeña cata con degustación de algún producto e incluso ofrecen comidas al visitante, con precios diversos y gastronomía muy de la zona, no gourmet. En nuestra ruta visitamos las siguientes, aunque hay muchas entre las que elegir:
Aquí las bodegas son algo más
Bodega Ysios
Camino de la Hoya s/n Laguardia Teléfono 945 60 06 40 www.ysios.com
Lo más destacado de esta bodega es el impresionante diseño del arquitecto Santiago Calatrava, que simula olas de barriles con un fondo de las montañas cántabras. Desde su sala de catas, con una enorme cristalera, se pueden ver 75 hectáreas de viñedos repartidos entre diferentes localidades, resultando muy vistosa, igualmente, la sala de barricas. Tiene enotienda y se ofrece al visitante una cata de tres vinos con algo para picar: frutos secos y picos.
Se pueden comprar una o media barrica, que equivalen a 300 ó 150 botellas, y poder formar parte de su club. Esta opción la tienen otras bodegas. De esa forma, el «socio» se convierte en bodeguero, disponiendo de acceso a algunas instalaciones de la bodega, y pudiendo contar con un vino personalizado.
Bodegas Baigorri
Ctra Vitoria-Logroño, km 53. Teléfono 945 60 94 20 www.bodegasbaigorri.com
Sorprendente bodega excavada en la tierra en terrazas con siete pisos hacia abajo y todos ellos con luz natural, un proyecto desarrollado por el arquitecto Iñaki Aspiazu donde se aprovecha la ley de la gravedad para el proceso de elaboración del vino. Se entra por una nave que es una caja de cristal. La bodega, cuando no esta funcionando, tiene únicamente interés por su arquitectura, mientras que cuando funciona se pueden ver los robots aéreos que trasladan el mosto.
En la bodega hay tienda y un espacio para catas y restaurante para comidas concertadas. El menú que nosotros tomamos era bastante abundante, comenzando por entrantes con Paté y pan con tomate y jamón, Ensalada de puerro con ventresca bastante buena, Salmón crujiente con un rebozado de quicos, curioso. Después tomamos unas Pochas con chorizo y guindilla deliciosas y un Milhojas de ternera con pimiento de piquillo y vinagreta de habas algo menos conseguido. De postre, un Cremoso de yema con yogurt, frutos rojos y helado rebozado poco interesante.
El menú lo sirve un catering y resulta, en general, aceptable. El precio de la visita a la bodega con cata es de 7 euros, que suben hasta 45 si incluímos la comida. Como otras bodegas cuenta con un club. Alguno de los caldos que probamos con la comida fueron el Baigorri blanco fermentado en barrica, bastante bueno, el tinto crianza y el reserva.
Bodega Sasazu de Samaniego
Calle Murriarte nº 23 01307 Samaniego Teléfono 945 60 91 12 www.sasazu.es

El propio bodeguero, César Saenz de Samaniego, te enseña la bodega que ha heredado de generaciones desde 1884.
En este caso, además de contar con un calado o cueva bastante curiosa, el propietario te lleva a las viñas, te enseña el proceso en el que estén según el momento las vides, y el visitante puede además colaborar en la vendimia, la poda, o lo que sea menester, admitiendo grupos.
Es una opción bastante interesante y muy personalizada que permite conocer el mundo del vino desde su origen, algo que merece la pena experimentar. Además, el vino que fabrica el bodeguero: Sasazu de Samaniego, es delicioso y a un precio increíble, en bodega 2,5 euros. También hace un Pacharán casero fantástico que sólo vende a nivel local.
Bodega Hotel Heredad de Ugarte

Carretera A-124 (Páganos) 01309 Laguardia. Teléfono 945600766 www.heredadugarte.com
La primera bodega en realizar enoturismo de la zona tiene muchos atractivos: el calado se haya a más de 20 metros de profundidad, y está formada por un entramado de calados y cuevas de dos kilómetros de longitud. Realizan catas, visitas y comida.
Hay, además, una tienda con los vinos y dos barras para las clases de cata, junto con la que ofrecen un bocadillo de chorizo o queso de la zona que resultan deliciosos.
La comida es similar a la que dan en otras bodegas: aperitivos, Pochas o Patatas a la riojana, éstas últimas muy buenas, Chuletillas de cordero y un postre típico de la zona hecho con nata, bizcocho y crema. El precio de la visita con cata de tres vinos y pincho es de 7 euros, y el de la visita con cata y comida es de 39 euros.
Hoteles con encanto donde además se come bien
Hotel Viura
Calle Mayor s/n 01307 Villanueva de Álava. teléfono 945 609000 www.hotelviura.com
Un cuatro estrellas con 33 habitaciones de las cuales 3 son suites. El establecimiento tiene una preciosa terraza ático desde donde se puede ver la iglesia de San Andrés, cuya construcción terminó en el siglo XVIII, además de todo el pueblo y la sierra.
Cuenta con gimnasio y restaurante donde oficia su buen hacer Emilio José Contreras, un chef que compagina como nadie los sabores tradicionales de la rioja con la cocina creativa. Los vinos y la sala los lleva José González Godoy, contando el restaurante con un calado natural donde se conservan los caldos en su temperatura óptima.
Hotel Restaurante Castillo el Collado
Paseo el Collado nº 1 Laguardia – Teléfono 945 621 200 www.hotelcollado.com
El hotel se situa en un edificio de principios del siglo XIX restaurado con todos los detalles para disfrutar de un espacio único, casi de otra época. Su dueño, y cocinero del restaurante Javier Acillona cuida con mimo cada detalle: desde la capilla del siglo XVII con pan de plata y pan de oro que perteneció al castillo, como la cristalera del café de la entrada o la mesa de recepción. que es un antiguo altar del siglo VII. La habitación «Amor y Locura» situada en la almena tiene 32 metros. Desde 80 euros se puede optar a una habitación en un ambiente absolutamente magnífico.
La cocina del restaurante hace honor al entorno. La hemos valorado en conmuchagula y algunos de sus platos, como las Croquetillas de los duendes o el Bacalao, resultan exquisitos.
Palacio de Samaniego, Hotel restaurante
Calle Constitución nº 12 Samaniego Teléfono 945609151 www.palaciosamaniego.com

Situado en un edificio del siglo XVIII y regentado por Jon Ugalde, también cocinero, y su esposa, este establecimiento dispone de tres comedores y un jardin interior, además de habitaciones sencillas, pero llenas de luminosidad y detalles, siendo las más solicitadas son las que miran a la plaza, aunque todas exquisitas.
La cocina de Ugalde, por otra parte, tiene técnica, gusto y saber hacer, la disfrutan los huespedes y los visitantes ocasiones, previa petición de hora de lunes a viernes y cuando lo desean los fines de semana.
Hemos hecho en con muchagula valoración del restaurante de los tres hoteles que les recomendamos, resultando también una buena opción el hotel Hospedería Los Parajes www.hospederiadelosparajes.com (C/Mayor, 46 y 48 Teléfono 945 621 130 ) en Laguardia, con sala de vinoterapia, un restaurante muy reconocido y bar. No perderse sus bollos preñados.
Excursiones
Toda la zona es visitable, ya que los pueblos estan muy cerca entre si, ubicándose el más lejano 20 ó 30 kilómetros por carreteras tranquilas rodeadas de viñedos, casi como si estuvieras en Burdeos o en la Toscana. Lo ideal es ubicarse en un pueblo y desde allí, cada día, hacer los recorridos que se deseen.
Aconsejamos Labastida, que fue recinto amurallado del Reino de Navarra hasta el año 1200, en el que pasó a formar parte de la Corona de Castilla. Posee un bello casco medieval, en el que se pueden encontrar numerosas casas señoriales, palacetes y edificios religiosos. En la calle Mayor se encuentra la casa de Manuel Quintano que fue el introductor en España en el siglo XVIII de las técnicas enológicas bordalesas. No hay que olvidar que a esta zona llegaron los bodegueros franceses para hacer vinos a causa de la epidemia de filoxera que sufrio durante décadas el país galo. La Iglesia de la Asunción acoge un antiguo órgano construido en 1670.
Prácticamente el centro de Rioja Alavesa es Laguardia, una bellísima villa ubicada en alto, por la que se acede a su casco antiguo a través de cualquier de sus cinco puertas. Todo el recinto se encuentra amurallado conservándose restos medievales del siglo X. Imprescindible ver la Iglesia de Santa María de los Reyes donde se encuentra uno de los pórticos góticos policromados más importantes de España. En la plaza hay una fuente y un pozo medieval.
Las visitas panorámicas se encuentran en el Paseo del Collado junto al hotel Castillo del Collado, donde merece la pena subir a la terraza y tomar algo. El paseo por sus calles estrechas, llenas de vinacotecas, bares y tiendas también puede ser una delicia. Otra de las Iglesias que se deben visitar es la de San Juan. También resulta curioso el Centro temático del vino Villa Lucia. Alrededor de Laguardia también se pueden visitar los dólmenes, el más completo «La Hechicera» a 5 km en la carretera del Villar. El yacimiento de «La Hoya» de la Edad de Bronce tiene un museo con reproducciones de como eran las casas.
De visita obligada es el Hotel Villa de Laguardia (Paseo de San Raimundo nº 15) de cuatro estrellas con 80 habiaciones y muy buenas vistas. En el hotel se hace una cocina bastante correcta y, sobre todo, dispone del Wine Oil Spa (www.wineoilspa.com), un spa moderno con unas instalaciones magnificas y perfectamente accesible, motivo este último por el que ha ganado incluso un premio. Si el vino le gusta a nuestro paladar, también le gustará a nuestra piel: desde baños románticos con extracto de vino, hasta tratamientos cosméticos con productos de vino en la cara o envolturas exfoliantes con fruto de la oliva, o vino y extractos de uva… y para finalizar un circuito termal. Los precios son muy razonables: el circuito cuesta 15 euros y se puede disfrutar además de otros servicios especiales con una iluminación especial, o el baño de vino denominado Masaje Baco Dúo de treinta minutos, con vino para tomar y velas, que tiene un precio de 22 euros por persona. No perderse el flotarium.Es conveniente reservar.
Para más información se puede entrar en www.rutadelvinoderiojaalavesa.com donde se podrán ver bodegas, teléfonos, hoteles, restaurantes y centros de interés.
El vino y las excursiones
Beber y conducir: Hay un enobus, pero el servicio de taxis es corto y el trasiego entre pueblos bastante frecuente. Es un problema que hay que tener en cuenta porque los controles son habituales y, aunque no los hubiera, conducir después de haber tomado vino, bien en una cata o en un restaurante no es lo más aconsejable.
Sorprendentemente, los hoteles no ofrecen ningún servicio al respecto y hay que ir preparados, bien llevando un coche con chófer, o bien acordando que alguien del grupo no beba: algo complicado, o bien poniéndose en contacto con el taxi local, que esta en Laguardia (el teléfono lo facilita el hotel), para que realice algunas excursiones por las bodegas.
¿Qué comprar?

Además de los vinos que nos gusten de las bodegas, hemos hecho una selección de vinos sorprendentes de la zona que publicaremos próximamente, porque muchas veces visitamos el lugar y no a esos pequeños bodegueros que no tienen infraestructura para visitantes pero que, sin embargo, hacen unos caldos maravillosos.
Aconsejamos acercarse a cualquier de las vinacotecas por ejemplo, la de la Laguardia. Nosotros visitamos «Entre viñas y olivos» en Cuatro Cantones nº 12, teléfono 945 600911 www.entrevinasyolivos.com, una casa solariega construida a principios del siglo XVIII que pertenecía a un Contador de la Santa Inquisición, donde hay una zona de catas en las que te ofrecen un aperitivo frío y una tienda con todo tipo de artículos relacionados con el vino, desde tazas, bisutería, sal de vino, velas de vino, cósmética…