Materia prima y brasas. Estos son los dos conceptos en los que se cimienta la cocina de Rocacho. El producto: máxima calidad sin miramientos. Prueba de ello son los cortes que ofrecen de carne de El Capricho, de Jose Gordon. Para muchos la mejor carne de nuestro país. El segundo protagonista, el fuego. Una parrilla de carbón de encina que le otorga a las elaboraciones ese carácter que sólo puede ofrecernos las brasas.
La combinación de ambos convierten a este asador en un lugar de referencia en la zona.
Aperitivos y entrantes de Rocacho
Como previos a la carne, Rocacho tiene una serie de imprescindibles que no se pueden pasar por alto. Los embutidos, cecina, chorizo y salchichón. Todos de buey y de una calidad Premium. El Rocacho de bacalao, un buñuelo elaborado con tinta de calamar o su impresionante Bombón de Txangurro de la ría. Este último un bocado explosivo, sabroso, con fuerza, con carácter y mucho punch.

Otros clásicos son sus espectaculares croquetas, de gamba roja o de flor de cecina de buey. Y para los fans del Tuétano, es fundamental probar el que preparan en el restaurante, con encurtidos y pasta de chiles.
Carne directa de El Capricho
Y luego la carne, la gran protagonista. La selección de carnes de El Capricho nos proporciona diferentes posibilidades, desde un solomillo o una entraña de buey a una fabuloso Steak Tartar (los tiene de buey o de vaca) o sus clásicas Chuletas de Buey, con maduraciones que pueden variar entre los 40 y los 90 días.

La textura y el sabor de los diferentes cortes que nos ofrece Rocacho no son sencillos de conseguir. La conjunción de su buen hacer con las brasas y ese producto de 10 que el gran José Gordon lleva años ofreciendo desde su templo leonés, consiguen que los cortes aporten toda su expresividad.
Tampoco te puedes perder…
Y para los que no quieran carne, el restaurante dispone de grandes opciones como sus pescados a la brasa , que van desde angulas a las brasas de encina bilbaína, rodaballo salvaje o pitxin hasta atún rojo, merluza o bacalao. Tampoco podemos dejar de hablar de sus arroces, de mucha calidad (ojo con el arroz caldoso con vieira, sepia y gamba) o unos deliciosos huevos de corral, con su imprescindible puntilla.

De postre, no podéis perderos el tiramisú Rocacho, elaborado en mesa. Un excelente punto y final para este gran restaurante. Un lugar para volver.