Hijo de agricultores, Rodrigo de la Calle mantiene una pasión intensa por el mundo vegetal y eso se refleja en sus platos llenos de vitalidad, color y frescor. Como muchos, ha tenido que diversificar su restaurante en terraza, bistrot y la zona más gastronómica, que se basa en lo que denomina la Gastrobotánica, en la que trabaja junto con Santiago Orts del vivero el Huerto del Cura. Ambos estan embarcados en la utilización de nuevas variedades vegetales como las verduras del desierto o los nuevos cítricos.
Nombre: Restaurante Rodrigo de la Calle
Dirección: Antigua Carretera de Andalucía nº 85, Arannjuez (Madrid)
Teléfono: 91 8910807
Página Web: www.restaurantedelacalle.com
Tipo de cocina: Cocina creativa de temporada, con especial atención al mundo vegetal y a los arroces
Entorno: Comedor en la planta de abajo, muy acogedor y armonioso.
Servicio: Dirigido por Cristina de la Calle, prima del chef, el servicio es rápido, agil y con bastante conocimiento de la carta y los platos ofertados.
Accesibilidad: Hay escaleras para bajar al comedor, no obstante hay también comedor en la planta de arriba
Ambiente: Parejas y famlias
Aparcacoches: No
Precio: 40-50 euros
Fecha visitas: Almuerzo, viernes 4 de Junio de 2010
Cocina:
Nos dejamos guiar por el cocinero y tomamos el menú que nos indica, empezamos con un Aperitivo de aceitunas que estan deliciosas, sencillamente aliñadas. A continuación nos sirven una Mantequilla de cítricos: primera exquisitez que tomamos con el pan del restaurante, hecho por ellos mismos. Después nos sirven una Ostra vegetal (12 euros), que contiene todas las texturas y resulta un plato muy refrescante. Tomamos después un Cremoso de hígado de rape de sabor muy potente, seguido de Guisantes con algas y trufas negras, donde el alga tiene un potente sabor a mar cuya salinidad resulta deliciosa en combinación con el dulzor del guisante: un conjunto delicioso.
Después llegan los Cogollos de lechuga embebidos en agua de algas con espárragos blancos (12 euros), un plato sutil e incluso etéreo, únicamente algunas hojas de lechuga quedan algo oscurecidas, lo que afea un poco la estética del plato, pero no el sabor, que es fantástico. En el restaurante es imprescindible tomar alguno de los magníficos arroces de Rodrigo, en los que es todo un especialista. En este caso nos ofrece el Arroz con morillas verdes (28 euros), completamente en su punto de cocción, con un sabor intenso y diferente, incluye cogollitos de verduras del desierto, que al tomarse aportan jugosidad y textura crujiente al arroz.
A continuación recibimos con entusiasmo los Lomos de corvina con lechuga glacial y esencia de cítricos (29 euros), muy fresco el pescado, muy interesante el conjunto; también delicioso el Steak tartar con hojas de meritensia marítima y paleta de 8 mostazas (19 euros), un plato de esos sencillos que parecen fáciles, pero que sólo en los grandes restaurantes se resuelven bien. El cocinero ha incorporado el sabor salino a la carne y el resultado es espectacular. Terminamos con un postre de Cuajada de leche de coco con frutas dulces y ácidas (6 euros), de nuevo una preparación imaginativa y fresca, además de riquisima.
Observaciones:
El restaurante cuenta con una amplia carta de vinos, además de diferentes menús: el gastronómico con 2 tapas, 1 plato de arroz, otro de pescado, otro de carne y dos postres cuesta 49 euros, incluyendo IVA; el Gastrobotánica 79 euros; y el Levante: 1 tapa, 3arroces y postre, 39 euros. Aunque todos los menús utilizan vegetales ecológicos, cuenta también con el menú ecológico. Conviene reservar.
Calificación:
El chef esta embarcado en un proyecto culinario, posiblemente adelantado a su tiempo y desubicado en su espacio, pués su restaurante sin duda haría furor en cualquier gran metrópoli: Londres, Nueva York, Berlín… pero en el país de las etiquetas, un restaurante que no es vegetariano pero que da semejante importancia al mundo vegetal no se comprende, tampoco que no sea una arrocería y se ofrezcan arroces maravillosos… Sin embargo, la fijación del Rodrigo con la calidad y estacionalidad del producto sería poco probable si no estuviera donde esta, o si no fuera descendente de una familia tan apegada a la tierra, a la mejor huerta de Madrid…
El salto del cocinero hacia otra localización se presenta como inevitable, pero posiblemente en ningún otro lugar su exhuberante cocina se muestre en el esplendor con que lo hace en su restaurante de Aranjuez, donde uno puede cerrar los ojos y paladear, el mar en unas verduras, la primavera en un guiso, el frescor de la selva tropical en un postre… Al salir del restaurante vuelves a la realidad, pero mientras has estado en él, has viajado por ese universo suyo, incalificable, en el mejor de los sentidos.
Puntuación:
8,5/10
Galería fotográfica:
- Rodrigo de la Calle, en la cocina de su restaurante
- Petit fours
- Cuajada de leche de coco con frutas dulces y ácidas
- Steak tartar con hojas de meritensia marítima y paleta de 8 mostazas
- Lomos de corvina con lechuga glacial y esencia de cítricos
- Arroz con morillas verdes
- Cogollos de lechuga embebidos en agua de algas con espárragos blancos
- Guisantes con algas y trufas negras
- Cremoso de hígado de rape
- Ostra vegetal
- Mantequilla de cítricos
- Aperitivo de aceitunas
- Detalle del comedor del restaurante Rodrigo de la Calle