El chef es un enamorado confeso de Barcelona, ciudad por la que cambió su Francia natal y donde ese siente como en casa. Hoy, con la excusa de la publicación de su libro «Chef», nos sentamos con él para hablar de Barcelona, de Francia, de la pandemia…
Fuiste el chef francés más joven en conseguir la primera estrella Michelin, con solo 22 años. ¿Te resultó sencillo gestionar el éxito tan joven?
Si muy sencillo me permitió tener más libertad y seguir creciendo con más serenidad.
¿Cuál fue la razón por la que decidiste cambiar Francia por Barcelona?
Considero Barcelona como el ejemplo perfecto de la ciudad mediterránea por excelencia : abierta, con muchas historia , una claridad y un tiempo excepcional. Dando la sensación de libertad y felicidad constante ¡parece que estamos siempre de vacaciones!

La gastronomía francesa y la española son dos de las cocinas más importantes a nivel mundial, ¿Cuáles crees que son sus puntos en común? ¿y sus puntos diferenciadores?
Muchas similitudes, solo nos separa una montaña y tenemos mares comunes. Además de tener gente apasionada con su tierra y sus recursos del terroir dos países de agricultura, viñedos, ganaderos, pescados…
Junto con óscar Manresa, habéis creado una enorme red que ya cuenta con muchos establecimientos y cientos de empleados. ¿Cómo ha afectado la pandemia a tus negocios?
Si, hemos ido creando lugares y ahora toca gestionar bien las reaperturas y las restricciones y esperar que el estado nos de unas pequeñas ayudas o por lo menos que se interesen a nosotros mínimamente!
¿Crees que esta crisis cambiará el modelo anterior de gestión de los restaurantes de alta cocina?
Te lo diré en unos años….
Ahora publicas «Chef», con la editorial Planeta Gastro, ¿de qué trata el libro?
La historia de un chef francés que se construye en Barcelona desde hace años a través de anécdotas y recetas .