Ruta de la Sidra de Asturias: campos de manzanas, sidrerías y ‘culines’ para el verano

Nadie imagina Asturias sin la magia chispeante de la sidra. Aunque está presente en todas partes, en la Comarca de la Sidra encontraremos hermosos paisajes de manzanos, llagares, chigres y museos donde aprender todos los secretos de la bebida de la felicidad.

Alicia Hernández📷 Turismo de Asturias03/07/2020

Asturias se va a convertir este verano en uno de los destinos más buscados. Y conocer todo sobre uno de sus iconos, la sidra, puede ser un buen motivo para organizar un viaje que nos regalará muchos otros atractivos. Los campos de manzanos (las pomaradas), los llagares (como se conoce a las bodegas) y la sidra dibujan esta ruta que parte de Xixón y nos adentra en los concejos más sidreros de Asturias. También haremos parada en pueblos marineros, museos y parajes naturales únicos como la ría de Villaviciosa.

La Sidra Natural Tradicional siempre debe escanciarse ©Joaquín FanjulLa Sidra Natural Tradicional siempre debe escanciarse ©Joaquín Fanjul

Cimavilla es el antiguo barrio de pescadores de Xixón y donde se concentra un buen número de sidrerías llenando sus plazas y callejuelas, en la ladera del cerro de Santa Catalina coronado por fabulosos miradores que se asoman al Cantábrico. Todos los pasos nos conducen allí. A alguno de los chigres (sidrerías tradicionales) alrededor de la plaza Mayor, pero también a las terrazas de la plaza del Marqués, a los pies del palacio de Revillagigedo con su torre almenada del siglo XV. En cualquiera de estos escenarios nos esperan unas ‘botellinas’ de sidra. Pero si hay un lugar famoso y siempre concurrido, ese es la Cuesta del Cholo. La estampa del escanciado en plena calle con el puerto deportivo y la antigua rula de fondo no puede ser más fotogénica. La Oficina de Turismo de Gijón ofrece bonos de visita a llagares dentro de su Ruta de la Sidra de Xixón: Trabanco, Sidra Acebal, Sidra Menéndez, Bernueces, Piñera, Castañón. Para facilitar la visita, puedes pedir el servicio Taxi-Llagar: 985 141 11 y 985 164 444.

EL MUSEO DE LA SIDRA: NAVA

Para conocer al detalle todo el universo de la sidra, lo mejor es dirigirse al Museo de la Sidra de Nava donde repasaremos el proceso completo, desde la polinización de los manzanos, pasando por la selección de las manzanas a toda la maquinaria e instrumentos que se utilizan en cada paso de su elaboración. Encontraremos también historias entrañables de los asturianos dedicados a esta labor artesana.  El Museo organiza visitas guiadas desde el centro a los llagares de la zona, como Vda. de Corsino, Angelón y Sidra Orizón. Además, a mediados del mes de julio, Nava celebra durante un fin de semana el Festival de la Sidra Natural, con muestras del folclore y degustación, por supuesto, que se completa con una muestra gastronómica de productos locales donde no faltan buenos quesos, los embutidos de cerdo y jabalí y el postre más asturiano, el arroz con leche.

Museo de la Sidra de Nava ©MuseodelaSidra. Turismo de AsturiasMuseo de la Sidra de Nava ©MuseodelaSidra. Turismo de Asturias

POMARADAS Y LAGARES

De Nava a Sariego, el camino huele a manzana. El paisaje aparece plagado de campos de manzanos, las pomaradas, y gran cantidad de llagares, que es como se conoce a las bodegas de sidra. En el concejo de Sariego encontramos las fincas más grandes dedicadas al cultivo de la manzana, como Masaveu o Trabanco, que en plena producción superan los dos millones de kilos de manzanas de hasta 17 variedades distintas, todas adscritas a la DO. No será raro cruzarse con peregrinos que transitan por el Camino de Santiago en este tramo del Camino de la Costa en dirección a Oviedo. Vega, la capital del concejo, es una de las joyas de la Comarca de la Sidra y luce orgulloso el título de Pueblo Ejemplar. En Sariego se mantienen vivas originales tradiciones, como la fiesta de San Pedrín, declarada de Interés Turístico, en la que se celebra una misa en asturiano al abrigo de una cueva natural. Y las labores del campo como las esfoyazas (deshojar las mazorcas de maíz) o el mayado (triturar la manzana) de sidra casera. Aquí nace el río Nora (en Valvidares), uno de los más importantes afluentes del Nalón, y de sus entrañas brotan aguas saladas que se pueden beber en la Fuente del Pozu Salau.

Ponemos rumbo a otra de las villas sidreras, Villaviciosa, que se presenta al mundo como capital manzanera de España. Su ría, un estuario natural  junto a la playa de Rodiles, es una reserva ornitológica de primera magnitud en Europa y un lugar privilegiado para practicar multitud de deportes acuáticos y disfrutar de la biodiversidad que atesora. La capital es elegante y señorial, con palacetes y casonas blasonadas y esculturas que adornan las calles. Pero volviendo a la manzana y a la sidra, ¿quién no conoce la sidra El Gaitero? La popular marca que se anunciaba con el slogan «famosa en el mundo entero», mantiene la antigua fábrica de elaboración de sidra en La Espuncia. El primer edificio para la elaboración de sidra y bodega fue levantado a finales del siglo XIX, luego llegaron sucesivas ampliaciones y reformas creando un conjunto arquitectónico muy singular que hasta cuenta con embarcaderos en la ría. La visita a la bodega es gratuita y supone un viaje al pasado, admirando la Colección Permanente, con valiosos manuscritos, impresos, maquinaria, fotografías, originales publicitarios o productos elaborados, para terminar con una degustación de sidra.

Otra joya del concejo de Villaviciosa es Tazones, un pequeño pueblo marinero que se ha hecho famoso por la cantidad de restaurantes en los que se cocinan sus afamados pescados y mariscos. Tazones fue además escenario de un hecho histórico trascendental como fue el desembarco de Carlos V en España, el 19 de septiembre de 1517, el Emperador que llegó a convertirse en el hombre más poderoso sobre la faz de la tierra en su época. Este acontecimiento se recrea cada año en la Fiesta del Desembarco de Carlos V, a mediados del mes de agosto.

Para continuar profundizando en Villaviciosa, se pueden seguir la Ruta de los Molinos, la Ruta del Azabache (aprovecha para comprar alguna pieza de orfebrería, muy típica en la zona) o la Ruta de Carlos V, dentro de la red de senderos señalizados que combinan naturaleza con un riquísimo patrimonio cultural.

Los campos de manzanas y la ría de Villaviciosa de fondo. ©Juanjo Arroyo Los campos de manzanas y la ría de Villaviciosa de fondo. ©Juanjo Arroyo

Camino a Colunga, las manzanas vuelven a aparecer en aldeas como Loroñe, donde se puede visitar la capilla de Santa Eulalia y San Fernando, y rodean también Gobiendes, que además de fértiles pomaradas presume de la iglesia prerrománica de Santiago. La Comarca de la Sidra cuenta con otros templos románicos repartidos en villas y aldeas, como San Juan de Amandi, San Julián de Viñón, o Santa María de Narzana. En Amandi, Sidrería Casa Cortina, es otra dirección imprescindible para visitar la bodega y darse un buen homenaje gastronómico en su restaurante, con una gran terraza en el jardín donde escanciar unos ‘culines’.

ENCUENTRO EN EL JURÁSICO

En Colunga se repite el paisaje de manzanos, llagares y sidrerías. Y las casonas asturianas de vivos colores, palacios e iglesias. Pero también llegamos al mar y a alguna de las villas marineras más hermosas de Asturias, como Lastres, con el caserío desprendiéndose por la ladera hasta llegar al agua. Colunga nos invita ahora a retroceder en el tiempo, hasta la época de los dinosaurios, en el Museo del Jurásico de Asturias, MUJA. En el enorme jardín disfrutaréis de las impresionantes reproducciones de los más famosos dinosaurios, Diplodocus, Allosaurus, Dacentrurus y Camptosaurus, las réplicas de grandes reptiles pertenecientes al Cretácico, algunos tan llamativos como el Tyrannosaurus, el Triceratops o el Carnotaurus, y algunas réplicas de sus huellas, de los yacimientos de icnitas de los acantilados de Tereñes, en Ribadesella, y de la playa de La Griega, en Colunga.

Museo del Jurásico de Asturias, MUJA. ©Turismo de AsturiasMuseo del Jurásico de Asturias, MUJA. ©Turismo de Asturias

Dentro del Museo, la visita se estructura a través de una secuencia cronológica: partiendo de tiempos anteriores al Mesozoico (Premesozoico), el propio Mesozoico (Cretacico, Jurásico y Triásico) y las eras posteriores hasta la actualidad (Postmesozoico). Tras la visita, el mejor plan es comer unas buenas sardinas asadas regadas con sidra en un merendero o chigre junto al puerto.

ASÍ SE ESCANCIA LA SIDRA ASTURIANA

Hay más de 500 variedades de manzana, de las que 76 están aceptadas por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias que nació en 2003. Para que la sidra lleve ese sello, debe estar elaborada a base de manzanas asturianas que pueden ser producidas en la totalidad de los municipios del Principado, siempre y cuando se cumpla con los requisitos de almacenamiento y manejo, dejando la fruta guardada en frescos lagares, alejada del calor y del sol. La sidra, que se obtiene a partir de la fermentación del mosto natural de la manzana y contiene exclusivamente gas carbónico endógeno, es una bebida de bajo contenido calórico y de baja graduación alcohólica.

Escanciar la sidra de Asturias es todo un arte. Sidrería La Manzana. © Xurde MargarideEscanciar la sidra de Asturias es todo un arte. Sidrería La Manzana. © Xurde Margaride

Escanciarla es todo un arte y tiene sus reglas. Pero hay que atreverse y probar. Para hacerlo como un auténtico asturiano, hay que seguir el tradicional ritual de escanciado, dejando verter la bebida desde lo alto de la cabeza hasta el vaso. Y no es un vaso cualquiera, el de sidra tiene las siguientes medidas: 12 cm de alto, 9 cm de boca y 7 cm de culo. El vaso se coge con los dedos pulgar e índice, mientras que el corazón se asienta en el culo y el anular y el meñique se recogen en la palma de la mano. Y la botella, por su parte, una vez inclinada para echar el ‘culete’, ha de estar bien cogida con los dedos índice, corazón y anular por su cuerpo y con el meñique por su culo.

En el mercado podemos encontrar diversos tipos de sidra. Por un lado está la sidra natural tradicional, que siempre se escancia y no está filtrada. Es la que se toma en las sidrerías o chigres. Por otro, la sidra natural filtrada, también llamada «de nueva expresión», que no necesita escanciado y se filtra antes de embotellar. Y por último, la sidra natural espumosa, también acogida a la Denominación de Origen y que se elabora de la misma forma pero con la diferencia de que durante el proceso realiza una segunda fermentación, ya sea en la botella o en depósitos de acero inoxidable. Suelen ser ‘brut nature’ o ‘brut’, que quiere decir que tienen nada o poco azúcar añadido.