Ruta gastronómica por el ‘triángulo’ de Dalí y la cuina de l’Empordanet

Alicia Hernández y Joaquín del Palacio27/05/2013
Uno de los platos de Els BrancsUno de los platos de Els Brancs

Girona es uno de los destinos más codiciados por los amantes de la gastronomía. Si, además de una cocina con mayúsculas, sumamos todos sus encantos paisajísticos, la maravillosa Costa Brava y el arte y la cultura que han dejado personajes de la talla de Salvador Dalí, el resultado es una ruta llena de atractivos, que desde Con Mucha Gula os invitamos a recorrer.

El llamado «triángulo» de Dalí nos lleva a descubrir la comarca gastronómica más reconocida tanto nacional como internacionalmente: El Ampurdán (Girona). Aquí ha estado el gran símbolo de la cocina española de vanguardia, elBulli, de Ferrán Adrià, y en Girona se encuentra también el mejor restaurante del mundo: el Celler de Can Roca, proclamado por la revista Restaurant. Algo habrá para que esta provincia concentre más de 2.500 restaurantes y este año 20 estrellas Michelin.

La cocina del Ampurdán le debe mucho al producto. ¿Mar y montaña? Aquí su fusión es un clásico. Pero el mérito reside también, y de manera primordial, en cocineros como los de La Cuina de l’Empordanet, el colectivo más veterano de España (desde 1983) que tomó el nombre de ese diminituvo cariñoso que usaba Josep Pla, otro ampurdanés de pro, para referirse al lugar más íntimo de esta tierra gerundense.

Así empezó todo

Salvador DalíSalvador Dalí

Pero, ¿cómo surge esa pasión gastronómica y la magnífica cocina del Ampurdán? El amor por la buena mesa se remonta al siglo XIX, como explica Martí Sabria, gerente de La Cuina de L’Empordanet, y su origen se encuentra en el corcho: «Dentro de la riqueza botánica de la zona destaca el alcornoque, y del aprovechamiento de sus corchos para la fabricación de tapones de botellas de vino y cava floreció una gran industria. El negocio del corcho fue, precisamente, el que provocó el despegue económico y la emancipación de una población trabajadora, convirtiéndose en una sociedad burguesa en varios núcleos como Palafrugell o Cassá de la Selva. Con poder adquisitivo y el privilegio del tiempo libre que consiguieron en las mejoras laborales, empezaron a gastarlo disfrutando del ocio, principalmente en salir a comer«. ¡Qué buena inversión!

El Dalí más gastronómico en tres días

Tres son las paradas obligadas para seguir el rastro de Dalí. Y tres días los que se pueden emplear en realizar esta ruta tan fascinante, en la que iremos combinando las pinceladas surrealistas del genio de Figueras con las creaciones más sobresalientes de los cocineros que despuntan en esta zona, visita a bodegas, mercados y curiosos museos. 

Lo más recomendable es empezar en Port Lligat, pegado a Cadaqués, donde el genio tuvo su residencia junto al mar; continuar por Púbol, donde se alza el castillo y mausoleo de su amada Gala, y terminar en Figueres, visitando el teatro-museo que acoge gran parte de su obra y su tumba. Los tres vértices de un triángulo perfecto

Els Brancs, RosesEls Brancs, Roses

El territorio que se recorre para seguir la ruta entre el Alto y Bajo Ampurdán es una maravilla, debido a su estratégica situación y al clima mediterráneo. La vegetación es tan diversa que en primavera es imposible contar los diferentes verdes sin moverse de un mismo sitio, y los colores de las flores son casi infinitos. Encontramos olivos y viñas ancestrales, que están produciendo ahora vinos y aceites con DO y gran calidad, aquéllas que los griegos plantaron en la vieja Ampurias creando su emporión, centro comercial o centro de compras del que derivó el topónimo. 

El mar siempre está cerca, se huele, es la Costa Brava de pinares, pueblos marineros y pequeñas calas. La que ofrece también las mejores anchoas de l’Escala, pescado de roca de Begur, erizos de l’Empordanet, rapes de Roses, gambas de Palamós

Una visita guiada a la lonja de Palamós para asistir a una subasta de pescado y con una degustación en su aula-taller Espai del peix puede ser una lección magistral.

Port Lligat, de la casa del pintor a los restaurantes más innovadores

Dormitorio. Port LligatDormitorio. Port Lligat

Al amanecer, lo primero que ilumina el Sol en la península Ibérica es el cabo de Creus, su punto más oriental. Esto lo sabía Dalí y por eso, en su dormitorio de Port Lligat, a través del reflejo de un espejo, recibía desde la cama los primeros destellos del astro rey. Fue un iluminado en varios sentidos.

La Casa-Museo Salvador Dalí de Port Lligat está en este núcleo de población perteneciente a Cadaqués. Se ubica en un enorme bloque de rocas metamórficas que forman el saliente cabo que se clava en el Mediterráneo en una fusión entre mar y montaña; un lugar en el que los vientos nunca cesan, al igual que las ideas en la mente del genio. Los primeros rayos del fuego solar, la incesante Tramuntana, la roca profunda aflorando brava y la luz azul del Mediterráneo son los cuatro elementos que inspiran el cerebro creador, su ingenio.

Una barraca para guardar la barca de pesca fue el primer hogar de Salvador tras el enfrentamiento con su padre, notario en Figueras. Poco a poco la fue ampliando hasta crear una mansión llena de rincones especiales, a base de sumar terrenos y barracas anejas. Gran parte del modo de pensar, de ver la vida y de interpretarla se aprecia en su casa, tan especial como él. La curiosa forma de la piscina, su taller y sus cuadros a medias, la luz que entra por sus ventanas y las vistas a través de ellas a ese curioso entrante de mar junto al caserío son algunos detalles que revelan las intimidades dalinianas.

Atún con aceite de albahaca, leche de almendra y tapenade. Restaurante CompartirAtún con aceite de albahaca, leche de almendra y tapenade. Restaurante Compartir

La visita a la casa puede hacerse por la tarde, después de haber probado la comida que hacen en Compartir tres jefes de cocina que pasaron por elBulli y que siguen colaborando en el proyecto elBulliFondation: Mateu Casañas, Eduard Xatruch y Oriol Castro. El nombre del restaurante, en el centro de Cadaqués, es toda una declaración de intenciones: platos para compartir, con productos de gran calidad y la técnica que se aprende en la gran escuela de Adriá. El resultado es inmejorable, platos de altura a precios muy ajustados en un ambiente jovial y muy marinero. ¿Una recomendación? Te damos al menos dos: su atún de la zona con aceite de albahaca, olivada, tomate rallado, leche de almendras y alcaparras; y el arroz ibérico, con arroz de las marismas Pals y estupendos embutidos caseros.

Els Brancs y la genialidad de Javier Cabrera

Hotel VistabellaHotel Vistabella

El hotel Vistabella, en Platja de Canyelles Petites, en Roses, es el alojamiento perfecto para realizar la primera visita a Port Lligat y el entorno del cabo de Creus. Este hotel está en un lugar privilegiado que no indica por fuera la joya que reserva a sus clientes en su interior. Las habitaciones son grandes, con decoración moderna y elegante; y cuenta con muchos detalles diferentes, como una pequeña barra de bar roja o que la cama mire directamente al mar y, desde la bañera, también se vea: seguro que esto a Dalí le habría gustado. El propio hotel es un balcón sobre el mar y su sonido relajante inunda la estancia. Por cierto, Dalí no se alojaba en el hotel, pero sí solía disfrutar de ese paisaje desde la terraza del restaurante, donde tomaba café plácidamente.

Estructura marina en Els BrancsEstructura marina en Els Brancs

Uno de los restaurantes del hotel, Els Brancs, liderado por el chef Javier Cabrera, ha conseguido una estrella Michelin este año… y no será la última. Sorprende por la mezcla de exquisitos sabores, por sus increíbles elaboraciones y por las sensaciones diferentes que consigue con sus platos. Aquí comer o cenar es una experiencia (así se llama su especialísimo menú degustación, 147,20 euros) de mucha calidad. Los camareros y el maître se confabulan para hacerte vivir sensaciones casi surrealistas. Ese espíritu daliniano de la fantasía, de ver una imagen en su cuadro y vislumbrar otra, se traslada al universo gastronómico de Els Brancs, nombre de las pequeñas islitas que se divisan justo enfrente, desde la maravillosa terraza del restaurante. Aquí nada es previsible y no vamos a desvelar los secretos que esconde el menú, porque perdería la magia. Sólo daremos unas pistas para abrir boca. Comienza con una puesta en escena espectacular: coctel margarita de pitahaya y naranja con cristalización instantánea, gracias al magistral trabajo del maître con el nitrógeno líquido. El intercalado de foie marinado, queso fresco y ratafía resulta un bocado sublime. Su Estructura marina es tan agradable a la vista como al paladar, y todo un alarde de técnica de cocina. Y el postre final se presenta bajo el sugerente título de «Arrecife bajo el agua» … y nos sumergimos en él.

Púbol y el auténtico sabor de l’Empordanet

Salimos de Roses bordeando la costa hacia el Bajo Ampurdán para adentrarnos al corazón de l’Empordanet. Lo mejor del carácter gerundense logró salvar casi toda su costa del turismo masivo e invasivo. Ésto le ha permitido conservar tal y como eran hace décadas algunos municipios, como Monells, Madremanya o Púbol. Este último ni siquiera aparecía en los mapas de mediados del siglo pasado y sus accesos eran medievales, por eso era el enclave idóneo para descansar y no ser molestado. El lugar ideal para el castillo de la princesa Gala. Salvador Dalí así lo vió: compró, restauró y decoró el Castillo de Púbol, residencia y mausoléo de la musa y esposa del genio.

La PlaçaLa Plaça

Hoy es el Castillo Gala Dalí de Púbol, una visita indispensable para conocer también a su musa, Elena Diakonova. Aunque en la obra de Dalí está muy presente el mundo onírico, el amor y la muerte son los principales temas del arte. ¡Este castillo es amor y muerte! Es impresionante. Inspirado por su musa, Dalí abre su corazón y nos lo muestra. Las estancias repletas de detalles decorativos y personales son una maravilla. Después de recorrer el castillo hay que salir al jardín de estilo italiano y sentarse junto a los elefantes de patas largas, los diseñó con aspersores para crear un microclima agradable en verano.

El encanto medieval de todos los pueblecitos que rodean el castillo de Gala se disfruta mejor por la tarde, cuando el sol acaricia las piedras con sus rayos dorados y las pinta de color miel. Madremanya tiene poco más de 200 habitantes y todos los ingredientes para quienes busquen un refugio rural y auténtica paz. El hotel-restaurante La Plaça es un acierto: pocas habitaciones (sólo 11), piscina, jardín aromático, huerto y la cocina excepcional de Vicenç Fajardo. ¿Su punto fuerte? Ser un ejemplo claro de lo que es la cocina de territorio. Las colmenillas, recién traídas; las diminutas alcachofas flor, las que se ven plantadas desde la ventana del salón comedor (precioso, bajo las bóvedas), el pescado del día que encuentre en el mercado… lo que toque en cada momento.

Pasado La Bisbal, la capital del Bajo Ampurdán, se llega al pueblecito de Torrent. Y justo a la salida, se encuentra el hotel Mas de Torrent, miembro de la prestigiosa marca Relais & Châteaux, casi escondido en una de las zonas más auténticas y bonitas de la Costa Brava, l’ Empordanet: el lugar en el que tu vista se quedará aunque te vayas.

Mas de TorrentMas de Torrent

Esta antigua masía del siglo XVIII te sorprenderá por sus detalles de exclusividad y elegancia, desde los preciosos jardines con altivos cipreses hasta las diferentes habitaciones, más clásicas o modernas e incluso alguna con piscina privada, te irán llevando por una sucesión de rincones encantadores sin salir del hotel. Además, cuenta con complementos de lujo, dos excelentes restaurantes para degustar una cocina exquisita y el Mas Spa para relajarse y descansar. Algo parecido a lo que buscó Dalí para su amada en el castillo de Púbol.

Jordi Garrido. Mas de TorrentJordi Garrido. Mas de Torrent

El restaurante Mas de Torrent es su restaurante emblema. Un precioso comedor, elegante y acogedor, es el marco para degustar la riqueza de la cocina tradicional catalana con el toque personal del chef Jordi Garrido, un enamorado del Ampurdán y de sus productos gastronómicos. Interpreta a la perfección el espíritu culinario local con platos como mar y montaña, las verduritas o los pulpitos, una verdadera delicia.

Si te queda aún tiempo, en Torrent puedes hacer una visita muy dulce a su Museo de la Confitura y descubrir qué tienen en común Madame Curie, Juana de Arco y Nostradamus, mientras aprendes la diferencia entre mermeladas, confituras, jaleas y compotas y tomas nota de las recetas perfectas.

Figueres, a la mesa con Dalí en el hotel Durán

Teatro-museo DalíTeatro-museo Dalí

Salvador Dalí i Doménech nació en Figueres, murió en Figueres y allí mismo descansa, en el Teatro-Museo Dalí, junto a la mayor parte de su obra. El círculo se cierra aquí, en este teatro que cada día visitan más de 4.000 personas. Antes de quemarse, Dalí actuó aquí cuando era estudiante y, tras arder en la Guerra Civil, lo compró y creó un espacio único, especial…

Su verdadera esencia es su arte, el surrealismo, sus magníficos dibujos, su loca genialidad manifiesta. Es la realización de su expreso deseo de ser su eterno lugar de descanso y continente de la mayoría de sus obras. Es mausoleo, museo, teatro… Es un edificio surrealista pues ardió y por deseo de Salvador el patio aún aparenta la imagen desolada del incendio abierta al cielo.

Durante los trabajos de adecuación del teatro, Dalí se alojaba en el hotel Durán, en la habitación 102,  y comía en su restaurante. Aquí quedan sus fotografías y sus recuerdos que los hermanos que lo regentan, Ramón y María Luisa Durán, conocen y evocan al hablar de su ilustre paisano. «Le gustaban los platillos, los guisos de cuchara, nos cuentan, y de postre tomaba butifarra dulce con miel«. Su vida era una suma de anécdotas, incluso un día apareció con un pequeño elefante pidiendo fruta a su abuelo y gran amigo, Luis Durán, y allí se lo dejó un buen rato.

Dalí y Pitxot, director del museo, en el hotel DuranDalí y Pitxot, director del museo, en el hotel Duran

En origen, el hotel fue una posada que data de 1855 llamada «El Celler de Ca la Teta», que es el mismo nombre que mantienen para el reservado que usaba Dalí, y que ahora se ha incluido en la visita guiada que organiza la Oficina de Turismo por la ciudad. Las fotos están allí, en el mismo lugar en que fueron tomadas, acompañado de Gala, de ilustres amigos, y siempre con la pose que había creado para su personaje. Sentados a la mesa en la que solía comer Dalí parece que de un momento a otro fuera a entrar el genial pintor: parte de su espíritu sigue allí.

Muy cerca, en la plaza Catalunya, se monta el mercadillo los jueves y sábados con productos frescos, pero si no coincide con tu visita, allí mismo hay una tienda de productos gastronómicos, SomEmporda, para comprar los recuerdos más sabrosos del Ampurdán: embutidos, anchoas, olivada, confituras, vinos…