Todos sabríamos ubicar la Costa del Sol en el mapa. Si se nos ocurre ir a visitar Málaga para estas vacaciones, vienen a nuestra cabeza lugares como Fuengirola o Nerja. Sin embargo, haciendo un símil con lo que de Cantrabria se dice: Málaga es infinita. Y más si miramos hacia el interior, hacia las tierras bañadas por el río Guadalhorce, hacia los pueblos llenos de cuestas y flores.
La comarca del Valle del Guadalhorce posee un elemento diferencial: el río más caudaloso de la provincia de Málaga. Esto ha conformado un paisaje propio marcado por cultivos de cítricos, frutales, huertas de una variedad amplísima, frutas tropicales como el aguacate. Lo que se ha podido cultivar en las tierras bañadas por el Guadalhorce ha condicionado la gastronomía tradicional de sus pueblos. Unos pueblos en los que se honra el saber ancestral, los productos frescos y de cercanía. Mucho antes de que tuviera que ser una moda.
En el Valle del Guadalhorce hay muchos planes por hacer, pero, una de las mejores formas de conocer este enclave malagueño y algunos de sus pueblos es hacer un recorrido por sus platos típicos. Los vecinos de las distintas localidades lo saben y, en consecuencia, han organizado diferentes celebraciones y fiestas para compartir sus productos estrella o los platos más emblemáticos.
La almendra en Almogía

Paseando por las blancas y decoradas calles de Almogía encontramos un bonito mosaico. Si nos fijamos en los azulejos, representan todo el proceso de recogida y preparación de la almendra. Primero el avareo y la recogida de la almendra; después, el descapote y la selección del fruto; para terminar partiendo las almendras y pesándolas en cuartillas. Esto nos da una pista de lo importante que es este fruto en Almogía, que en cada pastelería se ofrezcan torta de almendra refuerza la tesis y lo confirma el hecho de que este pueblo celebre cada año una fiesta dedicada a la almendra.
Este año, la 18ª edición de la Fiesta de la Almendra de Almogía se celebrará el 25 de septiembre, último domingo de septiembre, como es tradición. Este día, el pueblo pretende dar a conocer sus productos típicos; así como el cultivo y las elaboraciones hechas con almendras. Se puede degustar chafaina, almendrado, postres a base de almendras, etc.. Todo ello maridado con vino moscatel, típico de los viñedos de Málaga, y ambientado por la música de los Verdiales.
Álora celebra las sopas perotas
Yendo hacia el Oste, llegamos a Álora, donde el plato por excelencia son las sopas perotas. Cualquier transeúnte habla de ella si le preguntamos por la gastronomía típica del municipio. Como muchos de los platos que vamos a conocer en este artículo, las sopas perotas tienen origen campesino. Se trata de una sopa de pan que preparaban los jornaleros en los descansos de la faena. Es cocina de aprovechamiento pura y dura. Se prepara la sopa con trozos de pan duro y luego se le añadían las verduras u hortalizas de temporada que cada campesino podía aportar.

En la esencia de ese plato está el compartir, dado que se comía del perol, dando un paso adelante y otro atrás cada jornalero comía su cucharada cuando tocaba. Por eso, en Álora celebran con tanta ilusión las sopas perotas. Porque es el plato que los une entre ellos y a su tradición. Cada mes de octubre, en la Plaza Baja de la Despeida se reparten más de 7.000 raciones de sopas perotas. Acompañadas, como no podría ser de otra manera, de las famosas aceitunas aloreñas y vino de la tierra.
Probar las migas pastoreñas en Pizarra
Otro de los platos de origen humilde que atraviesa la gastronomía del Valle del Guadalhorce son las migas pastoreñas. Su base también es de pan, pero es este caso no se trata de una sopa, sino que es un plato más calórico al que los campesinos y agricultores añadían tocino, chorizo y aceite de oliva para tener energía durante todo el día. La fiesta que honra este plato típico de la localidad se celebra cada año al final de noviembre o principios de diciembre; siendo la de 2022, la XVI edición.
La Plaza de la Cultura de Pizarra se llena de puestos con productos típicos, con elaboraciones artesanales de vecinos del pueblo. Al son de coros, pastorales y flamencos, los voluntarios reparten platos de migas gratuitos para que nadie, ni vecinos ni forasteros, se quede sin probar este típico manjar. Y de organizar todo esto se encarga la Casa Hermandad del Santo Entierro de Pizarra.
La sopa cachorreña de Alhaurín el Grande

Campesinos, cultivos y tierra han condicionado la herencia gastronómica de estos pueblos; así que, no era de extrañar que alguno de ellos utilizase la festividad de San Isidro labrador para honrar su plato característico. Así ocurre en Alhaurín el Grande, entorno al 15 de mayo (día del patrón de los agricultores) se celebra la Fiesta de la Cachorreña. Un día lleno de festejos y actividades que nos muestran los productos más típicos de Alhaurín, como el pan de higos, el queso o la miel.
El día empieza con un Encuentro de Bolillos que reúne a más de 500 encajeras. Ellas dan muestra del arte hecho con hilo y palillos. El arte ancestral del comer se muestra a los visitantes a medio día, cuando comienza la degustación de la cachorreña. Este es un plato tradicional hecho con tomates, cebolla, ajos, patatas, pan, bacalao y naranjas estrujadas. También se sirve mojete alhaurino, una ensalada con base de patata y naranja. Todo ello acompañado por unas rebanadas del típico pan cateto, de miga densa.
El día de la naranja en Coín
Y no se puede uno ir de Málaga en primavera sin descubrir de dónde viene ese olor que todo lo impregna. El azahar, la flor de los naranjos perfuma todas las blancas calles y es que una de las huertas más desconocidas es la de cítricos. Como hemos podido comprobar en platos anteriores, la naranja es muy común y utilizada en la gastronomía andaluza, porque su cultivo es uno de los más importantes. En el mes de mayo, cuando la huerta eclosiona, Coín aprovecha para festejar lo que de ella se extrae.

Los coínos y coínas honran sus productos y a sus productores cada domingo en un mercado local. Sin embargo, el día más especial es la Fiesta de la Naranja. Esta celebración se caracteriza por la cantidad de concursos organizados y por ser uno de los mejores momentos para probar platos preparados con naranja. Por las calles de Coín se ofrece zumo de naranja recién exprimido, ensaladilla de naranjas y la tradicional “sopa hervía” que sorprenderán los paladares de los más gourmets.