Hace tiempo que oímos hablar de la Fundación Prenauta, una iniciativa solidaria impulsada por Xanty Elías con la ayuda a la infancia como foco principal. Hoy, para informarnos más y de forma más profunda sobre la fundación y sus diferentes iniciativas, nos hemos sentado con Ruth Tenorio, la directora.
¿Qué es la fundación Prenauta? ¿Qué objetivos persigue?
La Fundación Prenauta es la RSC del Grupo Xanty Elías, desde la fundación podemos llevar a cabo los proyectos que generen impacto para transformar la sociedad.
Sus objetivos prioritarios son culturales (con especial atención en nuestra cultura gastronómica), educativos (empoderando a la infancia y potenciando a las familias como agentes de cambio de la sociedad) de conocimiento y de fomento del emprendimiento como motor de una sociedad más próspera.

¿Qué significa Prenauta? ¿Por qué ese nombre?
Alonso Sánchez es el nombre de un marinero y comerciante, nacido en Huelva a mediados del siglo XV, y que habría llegado a América antes de que lo hiciera Cristóbal Colón en 1492 dándole noticias a éste (según escritos originales del Inca Garcilaso de la Vega), motivo por el cual es también conocido como “el Prenauta”.
Son “Prenautas” quienes han emprendido un viaje personal por los mares de la excelencia y vuelven para contarlo, y para compartir con otros cómo llegaron al Nuevo Mundo, a descubrir lo que hay más allá del horizonte que el resto ve.
Son embajadores del futuro, ejemplos de excelencia y autenticidad, vinculados a distintos valores que definen su desafío.
Ese espíritu “prenauta” es el que impregna la actitud de los emprendedores sociales que trabajamos en la fundación. Se trata de ir dibujando tu propio mapa navegando por océanos no transitados, abriendo nuevas rutas para que otros lleguen a ese Nuevo Mundo que queremos construir.
«Son “Prenautas” quienes han emprendido un viaje personal por los mares de la excelencia y vuelven para contarlo»
Da la sensación de que cuando hablamos de obesidad infantil no lo focalizamos como un problema local, sino como algo que afecta a otros países pero lo cierto es que en España existe un importante porcentaje de niños con este problema. ¿Cómo se le da visibilidad?
Así es, España está a la cabeza de Europa en las alarmantes cifras de sobrepeso y obesidad infantil, más del 40% de los niños lo padecen.
La OMS nos advierte de que en 2022 ya habrá más niños con sobrepeso que sanos.
Es urgente frenar esto. Nosotros creemos que no hay nada más sano que educar, y en la educación encontramos la mejor arma de prevención de la obesidad infantil.
La visibilidad se consigue de muchas maneras, pero sobre todo poniendo soluciones que sean de mucho valor para la sociedad sobre la mesa, midiendo su efectividad y aumentando su impacto con mejoras cada año.
Esa es la visibilidad “de frente y por derecho” es la que puede tener mayor calado y reconocimiento por parte de la sociedad, la de ser verdaderamente útiles, y en la que nosotros creemos.
¿Qué acciones se están haciendo desde la fundación en ese sentido?
Nuestra acción más clara ha sido diseñar, desarrollar e implementar el programa pionero de educación en Cultura Gastronómica “Los Niños se Comen el Futuro”. Facilitamos a los colegios una materia complementaria llamada “Cultura Gastronómica” para toda la primaria, para fomentar la alimentación saludable mientras los alumnos refuerzan sus asignaturas troncales.
Se imparte en horario lectivo por los profesores del colegio, en tan solo 8 de sus horas de libre configuración, con material didáctico editado por nuestro partner Anaya para el alumno y para el profesor. Y con una sesión experiencial en una masterclass de un Chef de Eurotoques en el colegio, que son sus ídolos.
Por sólo 18/alumno/año tu hijo no sólo aprende a elegir qué comer para cuidarse mientras refuerza sus troncales, adquiriendo una sabiduría que le acompañará toda la vida, sino que está ayudando a otros niños desfavorecido a acceder al programa, pues todos los beneficios van destinados a becas para colegios de zonas deprimidas.
«Facilitamos a los colegios una materia complementaria llamada “Cultura Gastronómica” para toda la primaria»
Paradójicamente para familias con rentas de menos de 1.000€, se dispara la obesidad más de 5 puntos, según el último informe del Alto Comisionado de la pobreza infantil. Ahí está puesto el foco de nuestro compromiso social, en este fondo de becas también participan entidades y empresas que apoyan el proyecto, porque todos los niños tienen derecho a la misma educación.
Los profesores están encantados con la experiencia, que capta la atención del alumno y es muy significativa, activa su capacidad de indagación y pensamiento crítico, desestresa la clase, y al trabajarse por proyecto les permite reforzar y evaluar las asignaturas troncales (incluyen ejercicios de mates con las medidas y proporciones, lengua si tienen que hacer un poema del olivo, naturales sabiendo cómo crece un pimiento y sociales al indagar que el gazpacho es una receta de 527 años, pues antes de Colón no teníamos el tomate, y se elaboraba algo similar sin el tomate llamado “mazamorra”, por ejemplo)
Para dar visibilidad a este proyecto, ahora lanzamos una campaña a los directores de los colegios que son los que deciden a qué dedican el 10% del horario lectivo de libre configuración que marca la ley: “Descubre la asignatura que ya querrían en Finlandia” en www.losninossecomenelfuturo.org

La obesidad infantil se lucha desde la información y la educación nutricional pero ¿crees que se deberían tomar medidas más contundentes a niveles más altos? ¿Qué pueden hacer las instituciones para que los menores no coman excesos de productos ultraprocesados?
Hay que ir a las causas, que hay muchas, y transformar desde ahí.
Nosotros nos hemos fijado en una de las causas más importantes, el alarmante alejamiento de los niños de la Dieta Mediterránea, que está estrechamente vinculado a la prevalencia de sobrepeso y obesidad. El último estudio de la Thao arroja que el 60,4% de los niños españoles ni la conoce ni la práctica.
Por eso la educación en cultura gastronómica es un arma poderosa para atajar esa causa, en el curso pasado ya hicimos un test entre las familias y redujimos esa cifra media en nuestros colegios en un 0,5% menos de la prevalencia de la enfermedad, gracias a esa conciencia nueva y si mantenemos el programa año a año se va a reducir el gasto sanitario considerablemente, en nuestros cálculos nuestras familias ya consumen 4.600.000€ menos de recursos y servicios de salud pública por esta razón. Sabemos que esto es un trabajo de largo plazo, de sembrar para recoger en unos años, nuestro foco está en llegar a 2030 ofreciendo una década de educación en alimentación saludable en todos los colegios.
» El 60,4% de los niños españoles ni conoce ni práctica la dieta mediterránea»
Nosotros nos miramos en el espejo de entidades como Ecoembes, que hace más 15 años introdujo en los colegios proyectos de reciclaje y medio ambiente y ahora tenemos a la generación más consciente medioambientalmente hablando que jamás tuvimos, tanto que tu hijo ha metido en tu cocina 4 cubos de basura y te persigue para que separes el cartón del plástico, jajaja.
Los niños son los verdaderos agentes del cambio, creemos en ellos, ellos determinan muchísimos de los hábitos de compras y consumo en las familias, y sabemos que, si se les educa y se les ofrece cultura y pensamiento crítico, ellos serán los que tomen decisiones más inteligentes para su salud a la hora de comer.
Una nueva generación de Consumidores Conscientes.
Las empresas siempre se adaptan al mercado, a los cambios del consumidor. Hay muchas ya que están cambiando más aceleradamente, porque en esta pandemia hemos cocinado en casa y nos ha cambiado la manera de valorar uno de los placeres que nos damos al menos 3 veces al día.
Por supuesto que las instituciones públicas deben cuidarnos y ayudar a prevenir la obesidad, que cuesta a las arcas más de 5.000 millones de euros al año en costes sanitarios. Los niños empiezan ya a tener enfermedades de adultos, hipertensión, diabetes, depresión… eso nos hace un país no solo enfermo, sino menos creativo, menos sano, menos competitivo, no hay nada mejor que la energía que desprende una persona sana para acometer cualquier reto. Las instituciones son parte de la solución, esto es una cadena de actores desde el niño, la familia, la escuela, las fundaciones, las instituciones públicas y las empresas privadas. Nos gustaría abrir debates con todos ellos en una mesa redonda, quizá pronto lo hagamos en un evento en el que podamos intercambiar visiones y compartir objetivos y soluciones.
«Los niños empiezan ya a tener enfermedades de adultos, hipertensión, diabetes, depresión…»

¿Qué es lo más difícil que os encontráis en el camino, los obstáculos más complicados de sortear?
Lo más difícil es el reto que nos hemos puesto nosotros mismos, ¿se puede desde una fundación humilde en Huelva lograr enseñar a comer a todo un país, incluso fuera de nuestras fronteras? Por supuesto que sí. ¿Y con una pandemia como esta? También.
Todas las instituciones hemos sufrido y hemos tenido que transformarnos. Prestamos atención a lo que ocurre a nuestro alrededor, pero no opinamos a menos que tengamos una solución de valor para aportar.
La realidad es la que es, sin más, siendo la primera potencia gastronómica del mundo tenemos una juventud con más de un 40% de sobrepeso y obesidad.
Esa realidad hay que observar, estudiarla y, si podemos actuar sobre ella para cambiarla, mejor, pero siempre con pensamiento positivo, constructivo. Lo demás solo nos hace perder el tiempo y las energías para crear soluciones. Un obstáculo es una oportunidad, no un factor indefinidamente limitante, es un tema a resolver y vamos a ver cómo, así nos lo tomamos.
¿Algún caso o anécdota que nos puedas contar sobre el recorrido de la fundación?
En lo peor de esta pandemia hemos recibido el más alto galardón que podíamos soñar.
Xanty Elías, nuestro presidente, ha sido reconocido con el Basque Culinary World Price , un premio para chefs con iniciativas sociales, con la gastronomía como motor de transformación de la sociedad.
En este premio internacional conocido como el «Nobel de Gastronomía», en el que han participado más de 1.000 candidatos de 45 países, han reconocido nuestra apuesta por la educación alimentaria infantil con el proyecto “Los Niños se Comen el Futuro”, que trabaja desde 2018 por la incorporación de una asignatura de «Cultura Gastronómica» en escuelas de primaria, para educar a una nueva generación de consumidores conscientes.
Este galardón nos ha dado visibilidad internacional y ahora tenemos la enorme responsabilidad de hacerlo llegar a todos los rincones.
Como anécdota en el aula, ocurrió que en una masterclass nos llamó un profesor, que un niño había degustado hasta 7 vasitos de gazpacho en el aula y que si era malo… ¿cómo va a ser malo con lo sano y lo bueno que está? Después su madre nos mandó un cariñoso mensaje de gratitud, porque él rechazaba las verduras, este es un caballo de batalla que tenemos todos en casa, y ahora estaba orgullosa de cómo de manera autónoma su pequeño mejoraba sus hábitos y quería aprender a cocinar recetas saludables en familia “para ponerse fuerte de mayor”.
Realmente, nuestros niños se comen el futuro, todos los días.