Papá Noel habita en el Polo Norte y de allí parte con su trineo y sus renos, capitaneados por Rudolf, a repartir regalos a los niños que le han escrito la carta. El lugar al que le llegan esas misivas está en Drobak, en Noruega, cerca de la capital. Un lugar con tanta magia como el propio Papá Noel ostenta.
Allí habita la ilusión
Desde siempre Drobak se ha dedicado al comercio, incluso hoy continúa siendo un mercado diverso, tradicional y diferente a lo que se pueda encontrar habitualmente en las tiendas de las ciudades. Está plagado de casitas de madera tradicionales con su ambiente de compras en pequeñas tiendas de todo tipo: antigüedades, regalos, artesanía, ropa y zapatos… También cuenta con varias galerías de arte que combinan a la perfección con el aspecto tradicional que presenta su centro, casi inalterado durante decenas de lustros. Uno de esos preciosos edificios de madera es el lugar más buscado por los niños en diciembre: la Casa de la Navidad. Hasta aquí llegan las cartas con las ilusiones de millones de niños para que Papá Noel y su magia las satisfagan.

Drobak se ubica en un entorno privilegiado, en la orilla del fiordo de Oslo a 35 km de la capital, en un estrecho que lo une mediante un túnel de carretera con la otra orilla que permite hacer un inolvidable camino circular. Desde su puerto parten barcos hacia las islas cercanas para admirar su naturaleza y recorrer maravillosas rutas de senderismo o conocer la fortaleza isleña de Oscarsborg o, incluso, se puede alcanzar la capital mediante un ferry. Un detalle más sin salir del puerto, hay una curiosa ventana submarina: el Acuario. Reúne las especies que viven en las aguas del fiordo (langostas, bacalaos o tiburones) y se renueva constantemente con las aguas del fiordo.
El hechizo capitalino
En el lugar donde las aguas del río Akerselva desembocan en el fiordo se halla la Ópera de Oslo, uno de los referentes arquitectónicos oslenses modernos; cerca del puerto, otro histórico, la fortaleza de Akershus; y más allá de los barcos, Aker Brygge todo un barrio referente de esa preciosa línea de costa que ostenta la capital. Oslo es una ciudad elegante y original.
Entre sus calles permanecen edificios singulares, desde el Palacio Real o el Ayuntamiento hasta el nuevo museo de Edvard Munch o el Teatro Nacional; pero, sobre todo, sus museos. Más de 50 solamente en la capital, alguno merece la pena el viaje como: el de Barcos Vikingos o el de El Fram, pero también el de Munch o la Galería Nacional. Incluso en Navidad también merece la pena viajar a Noruega por sus típicos y coloridos mercadillos.

El ambiente de las calles en Oslo es animado aunque silente, parece que les haya captado la atención una posible aurora boreal o la luna llena brillando sobre la nieve. Pero no, los noruegos son así, educados y respetuosos, y cuidan su Ciudad Verde Europea del 2019 y la mantienen limpia, sin los habituales olores y suciedades que se generan en los núcleos urbanos. Por ello son pioneros en el progreso sostenible.
Un producto muy navideño
En las mesas navideñas españolas no suele faltar el salmón. Está riquísimo y da mucho juego en ensaladas o en canapés pero también con más protagonismo en platos principales. Ahumado, marinado o fresco permite multitud de recetas.
En el puerto de Oslo, formando parte de un waterfront precioso, moderno y original, llamado Aker Brygge, se encuentra una zona de buenos restaurantes, entre los que destaca, hablando del salmón, The Salmon . Restaurante especializado en el marisco y el pescado, sobre todo, en el salmón, del que además explican todo lo necesario para conocer el salmón noruego, porque a la vez este lugar es su centro de interpretación. Cuentan sus características, cómo lo crían, en fin, cómo es la acuicultura y su importancia, de la que Noruega es pionera desde los años 70.

Otras maravillas cercanas…
Noruega es el paraíso de los fiordos, los paisajes nevados y la aurora boreal. Cruceros que van hacia el norte, a ciudades como Bergen o Tromso, buscando, con total confort y seguridad, esas imágenes de lugares inaccesibles e inhóspitos debido a las condiciones meteorológicas.
Y, por supuesto, los mercadillos navideños. Repletos de color y ambiente, con miles de regalos preciosos y adornos originales para decorar la casa con estilo. Pasear por estos mercadillos es una diversión simplemente con mirar los puestos.

- Pon en tu maleta: Abrigarse con ropa interior especial, guantes y gorro, el invierno allí es muy frío. Llevar un mapa plastificado por si llueve o nieva.
- Dónde dormir: La cadena Nordic Choice Hotels tiene muy buena relación calidad-precio y tiene hoteles por todo el país.
- Dónde comer: Restaurante The Salmon, para tomar los mejores pescados noruegos y conocer el salmón, ya que es centro de interpretación también. Restaurante Ett Bord, su chef Alí trabaja con productos de calidad y respeta su sabor. Platos creativos y ricos. Buena relación calidad-precio. El mercado Mathallen es gastronómico, de gran calidad, ya que Noruega ha ganado 5 de los 16 Bocuse d´Or celebrados.
- No te puedes perder: Visitar la pista de saltos de Holmenkollen y disfrutar de la panorámica de la ciudad y el fiordo. El Jardín Botánico de Oslo y sus invernaderos para disfrutar de árboles ejemplares. Es un rincón muy romántico.
- Consejos prácticos: Tomar el Flytoget (tren de alta velocidad) para los trayectos entre el aeropuerto y el centro de Oslo. Es rápido y no es caro. Comprar la Oslo Card por 24, 48 o 72 horas. Muy útil y barata porque incluye museos, otras visitas y, sobre todo, el transporte público.
- Más información: www.visitnorway.es www.visitdrobak.no www.visitoslo.com https://www.norwegian.com/es/