Si hace unos meses hablábamos de la Oktoberfest, en marzo toca hablar de otra gran fiesta cervecera: San Patricio. Santo patrón de la isla de Irlanda, nació en Escocia en el siglo IV y se le dio el nombre de Maewyn Succat. Se cuenta que fue apresado por unos piratas y llevado a Irlanda, escapó a Francia y se ordenó sacerdote adoptando el nombre cristiano de Patricio. Desde allí decidió regresar a Irlanda para evangelizar a sus habitantes.
La iglesia católica le dedica el 17 de marzo, día de su fallecimiento. Aunque empezó siendo una fiesta exclusivamente religiosa, en 1903 se convirtió en fiesta pública como Día Nacional de Irlanda.
Evolución de la fiesta
¿Qué relación tiene la fiesta de San Patricio con la cerveza? En realidad esto es relativamente reciente. Hasta 1970 las tabernas tenían que permanecer cerradas por ley durante el 17 de marzo, y es a partir de esta fecha cuando nuestra querida bebida se convierte en protagonista. Teniendo en cuenta que la cerveza es una parte importante de la cultura irlandesa, esto era inevitable.
A mediados de la decada de 1990 el gobierno irlandés decidió impulsar la fiesta de San Patricio para difundir la cultura de la isla por todo el mundo. Puesto que existen numerosas comunidades irlandesas fuera de Irlanda, hoy en día la fiesta se celebra en muchísimas ciudades con grandes desfiles, entre los que destaca el de Nueva York. En la ciudad de Chicago incluso tiñen el río de verde con un colorante vegetal biodegradable. Es rara la ciudad donde no haya un pub irlandés o más de uno, así que no te tendrás que ir muy lejos para celebrar San Patricio.

Los símbolos
Cuenta la tradición que San Patricio utilizaba un trébol como metáfora para explicar el dogma de la Santísima Trinidad a los irlandeses. Sea cierto o no, tanto el trébol como el color verde se han convertido en símbolos de esta fiesta. Si piensas celebrar San Patricio en Irlanda, debes saber que si sales a la calle sin algo verde pueden darte un pellizco.
A la simbología católica se une la pagana con la figura del Leprechaun, un duende típico de la mitología irlandesa.
Y cómo no… las cervezas
Aunque cualquier tipo de cerveza es bueno para celebrar, ¿por qué no aprovechar la ocasión para probar auténticos estilos irlandeses?
Las Irish Red Ale son cervezas bajas en alcohol (hasta un 5 % en volumen) de un color rojo cobre, con un aroma que nos recuerda al caramelo por el tostado especial de sus maltas y un sabor a malta ligeramente dulce con un final seco y un amargor muy suave. Aunque existen algunas cerveceras muy conocidas por el gran público y fáciles de encontrar en los pubs de estilo irlandés, recomendaremos algunas más «raras», y que podéis buscar en comercios más especializados:
- Porterhouse Red Ale
- Galway Bay Bay Ale
Las Irish Stout o Dry Stout son oscuras, entre castaño intenso y negro opaco, aunque al mirarlas a contraluz pueden presentar reflejos color rubí. El fuerte tostado de la malta nos recordará tanto en aroma como en sabor al café. El sabor puede ir de ligeramente dulce a amargo, con un final más seco que el de las Stout inglesas. Algunas recomendaciones:
- Porterhouse Oyster Stout, elaborada con ostras según una vieja costumbre irlandesa
- Galway Bay Buried at Sea Nitro
Por último mencionaremos algo que, aunque no es una costumbre tradicional, se ha popularizado en los últimos años: las cervezas verdes. En realidad es cualquier cerveza que presente un color amarillo o rubio pálido, a la que se añade un colorante alimenticio de color verde para teñirla. Es simplemente otra forma de unirse a la fiesta brindando con una bebida del color nacional de Irlanda.
Manuel Lavado Campuzano, fundador de Cerevisia y secretario de AMTEC