La tarde de la primera jornada de San Sebastián Gastronómika estuvo dominada por el producto: Mario Sandoval nos mostró su universo con La arqueología de los alimentos, buscando su origen y perfección. Bastante aburrida la ponencia de Eneko Atxa, tras el cuál Josean Alija habló, igualmente, de la esencialidad de los alimentos, de la que dijo que sólo se puede conseguir si se conoce el producto en profundidad. Lo mejor de la tarde fue la ponencia de Pablo González, de del restaurante La Cabaña de la Finca, en El Palmar, con sus platos mediterráneos y sus presentaciones trampantojo. Martín Berasategui se llevó al auditorio de calle y termino diciendo que «con respeto, humildad y trabajo, todo lo demás es tontería». El último en aparecer en escena fue Karlos Arguiñano quien, con su desparpajo habitual, preparó una Zurrukutuna porque «con tanto fiera de los fogones y tanta vanguardia, he querido preparar algo sencillo de hacer y que sé que me sale cojonudamente».
En la parte de vinos del congreso, notablemente más presente que en otras ediciones de la cita donostiarra, las Wine Sessions, coordinadas por dos grandes como Ferran Centelles y Cristina Alcalá, tuvieron un importante programa durante todo el día, con sendas catas verticales de Mas la Plana y de Bodegas Roda, a la segunda de las cuáles tuvimos el placer de asistir y donde pudimos comprobar el efecto del clima y de las peculiaridades de cada año sobre unos vinos, diferentes en cada añada, pero que aún tienen mucho que decir includo más de veinte años después. Jamie Goode y Antonio Palacios hablaron sobre qué hace a un vino auténtico, tras un interesante análisis de la percepción de nuestros vinos desde el extranjero realizada por Sarah Jane Evans durante la mañana. Además de la cata de El Somni, posiblemente la cita más especial de la jornada, el propio Josep Roca recibió el Gueridón de Oro por su trayectoria y reapareció en escena para comentar el maridaje de la sopa elaborada por Arguiñaño con el txakolí K5 del propio chef vasco. Gran éxito el obtenido también por el recién estrenado concurso Wine & Win, al que auguramos mucho éxito en próximas ediciones y donde Fernando Mora y Guillermo Pérez se impusieron, haciéndose con los 2.000 euros de premio para este concurso de preguntas por parejas.
Talleres y cocinas privadas y hasta un desfile de moda con prendas para el personal de restauración terminaron de animar un espacio de exposición muy animado durante todo el día, viniendo a confirmar la buena forma que vive San Sebasttián Gastronómika. Terminamos el día con una visita a la zona vieja de Donosti para conocer los pintxos de «A Fuego Negro», una más que decepcionante experiencia en fondo y forma, sin entrar en la dudosa educación de su persobnal. Una muestra de que en casa de herrero… Pero aún queda mucho por ver, catar, probar y contar sobre lo que San Sebastián en general y Gastronómika en particular tienen que ofrecernos, y que os seguiremos narrando desde estas líneas.