La marca irlandesa Linwoods tiene una buena historia detrás: hace 50 años la familia Woods regentaba un pequeño comercio ubicado en un pueblecito de Irlanda del Norte. En 1999, el padre de la familia, Jonh, pasó por una mala época en lo que a la salud se refiere. En su empeño por encontrar curas y alimentos que le hiciesen mejorar, descubrió el enorme poder nutricional que poseen las semillas de Lino y entonces decidió dar una vuelta al negocio familiar y empezar a comercializarlas. Y de esa forma, hace 50 años, nació Linwoods.
Hoy, la marca se ha extendido por medio mundo y ya no solo comercializa semillas de Lino, sino que existen otras muchas variedades que siguen un mismo modelo de producción (las semillas se muelen en frío) y que multiplican sus beneficios nutricionales: semillas de Lino, nueces, Almendras y Coenzima Q10, Semillas de Lino, Girasol y Calabaza, Semillas de Lino con Bacillus Coagulans y Vitamina D o Semillas de Lino y Bayas de Goji. Toda una amalgama de combinaciones.
Desde añadido en los desayunos a cereales, yogures, fruta o incluso huevos revueltos a ensaladas, sopas, guisos, salsas, pastas o arroces sus usos culinarios son extensos y resulta un producto extremadamente versátil.