El mundo de la cerveza tiene cientos de años y, por tanto, nos encontramos con piezas de gran valor material por su rareza, exclusividad o por ser un excelente elemento decorativo

Sobre la «Breweriana»

luis G.Balcells07/05/2010

El mundo de la cerveza tiene cientos de años y cuenta con piezas de gran valor material por su rareza, exclusividad o por ser un excelente elemento decorativoEl mundo de la cerveza tiene cientos de años y cuenta con piezas de gran valor material por su rareza, exclusividad o por ser un excelente elemento decorativo

Se conoce en el mundo cervecero como «breweriana» a la afición de coleccionar materiales o piezas relacionados con la cerveza.

La reflexión histórica nos obliga a considerar el valor antiguo de un objeto si tiene más de entre 75 y 100 años. El mundo de la cerveza tiene cientos de años y, por tanto, nos encontramos con piezas de gran valor material por su rareza, exclusividad o por ser un excelente elemento decorativo en los que se basa el coleccionismo con altos precios de mercado. Sobre esta valoración se ha construido todo el canal del comercio de los anticuarios, tratantes y casas de subastas. Por poner un ejemplo, no es la primera vez que Christie´s organiza una subasta monográfica sobre material de la cervecera irlandesa «Guinness».

Al valor de antiguo se unen otras consideraciones: la procedencia del objeto, por razón de su propietario o cultura excepcional o rara; el exotismo y la rareza en cuanto a la poca frecuencia del tipo o modelo; la serie o pertenencia a un conjunto completo o no; la unicidad, contrapuesta a la multiplicidad en forma de copia o reproducción; la integridad del objeto conservado total, parcialmente o restaurado. Se considera íntegro y comerciable un objeto si conserva más del 25% de su integridad primera y original. Estas consideraciones son valoraciones, sobre todo de tipo mercantil y comercial. Por otra parte el reconocimiento del autor (diseñador, ceramista, grabador, etc.) de la pieza, con firma o sin ella, aumenta la valoración de la obra, que cada vez depende más del autor.

El precio final de la pieza depende de la antigüedad y de la autoría. El precio hace que la ficción alcance cifras traducibles de la forma siguiente: cuánto más cara es una pieza, más artística parece. El valor de la inversión y comercio del arte se apoya en este principio: es arte lo que vale dinero y se revaloriza. Los amantes de las antigüedades cerveceras conocen de primera mano el encanto que reside en las piezas de coleccionista. Al margen de su indudable valor a nivel de inversión, ni todos los coleccionistas son inversores ni todas las piezas antiguas se adquieren únicamente por su valor material. El valor sentimental de algunas piezas y su lugar en la decoración actual son también cuestiones a tener en cuenta.

Breweriana

Revista del Club de Coleccionismo Cervecero (CELCE)Revista del Club de Coleccionismo Cervecero (CELCE)

La gran variedad de cervezas, cervecerías y métodos de fabricar cervezas existentes en el mundo componen un campo abonado para buscar objetos relativos a esta afición. Los «coleccionistas cerveceros» buscan sus posibles tesoros en mercadillos de antigüedades, rastros, cerveceras, reuniones de clubes cerveceros y también por Internet. Botes, botellas, cristalería, posavasos y etiquetas suelen ser los objetos cerveceros más coleccionados.

Existen bastantes piezas cerveceras que se coleccionan por parte de un cada vez más numeroso grupo de coleccionistas:

  • Acciones de compañías cerveceras. Algunos diseños son verdaderas obras de arte.
  • Bandejas. Las bandejas de cerveza son una de las colecciones más curiosas y deseadas.
  • Botellas. Las botellas de los dos últimos siglos se realizaban bien en gres o bien en cristal.
  • Botes o latas, es uno de los más extendidos y no son extrañas colecciones de más de veinte mil ejemplares.
  • Cajas de madera y otros materiales.
  • Cartas de juego (naipes), han sido desde hace muchos años un medio excelente para hacer publicidad.
  • Calendarios: las cerveceras vienen produciendo calendarios para sus clientes, para de esta forma estar «presentes» en bares y hogares durante todo el año.
  • Cristalería: a publicidad en vasos, copas, jarras, etcétera, trataba de informar al cliente del nombre de la marca.
  • Chapas: no es raro que en nuestro país se paguen 300 euros o mas por una pieza difícil de encontrar.
  • Etiquetas: es una de las aficiones más antiguas dentro de la «breweriana», alguna supera los 1.000 euros por unidad. La colección del español Enrique Solaesa está considerada como una de las mejores y mas completas del mundo.
  • Jarras de cerámica: las jarras alemanas y las inglesas son las más tradicionales.

Y un extensa lista de distintos materiales.

En España tenemos el Club de Coleccionismo Cervecero (CELCE) que cuenta con algo más de 500 socios que comparten la pasión por el coleccionismo de objetos relacionados con la cerveza.