En un mundo ideal todos elaboraríamos nuestras comidas caseras con productos integrales comprados localmente y de temporada y nos encontraríamos en la cúspide de nuestra salud física, mental, emocional y cognitiva. Nunca caeríamos enfermos ni nos lesionaríamos, ni envejeceríamos, ni nuestro cuerpo requeriría una dosis extra de vitaminas o minerales. Esto es, no haría falta suplementar la alimentación, nos bastaría con lo que tomamos regularmente.
Sin embargo, esto está a años luz del mundo en el que realmente vivimos, y los suplementos nutricionales pueden ayudarnos a garantizar los aportes que nuestro organismo necesita para el mantenimiento de la salud, la prevención de las enfermedades y la mejora o el alivio de las mismas.
Suplementar con un estilo de vida saludable
Se han escrito miles de artículos argumentado que la suplementación es “en su mayoría inútil” o que es “una pérdida de tiempo y dinero”. El problema de estas afirmaciones es que esperan que los suplementos nutricionales curen al momento enfermedades crónicas a menudo resultado de dietas pobres y estilos de vida no del todo saludables.
Sin embargo, como su nombre indica, los suplementos están indicados para suplementar dietas nutritivas. No pueden revertir el daño causado por una mala alimentación, falta de sueño, sedentarismo, abuso de alcohol o drogas, o cualquier otro hábito que pueda tener un impacto adverso en la función fisiológica. Es por eso por lo que, cuando los estudios evalúan un suplemento como, por ejemplo, la vitamina C, la biotina o el manganeso, y determina que el suplemento no es más efectivo que el placebo, no debería ser ni una sorpresa ni una decepción.
Los suplementos si bien pueden ser poderosos, no son mágicos. Pueden facilitar y mejorar los procesos naturales del cuerpo, pero deben ir acompañados de cambios en la alimentación y en el estilo de vida. Si no se llevan a cabo estas acciones positivas, su efecto suplementario no será tan notable.

Dirigidos a individuos con condiciones de salud concretas
Es posible que la manera de administrar los suplementos durante las investigaciones no sea la más efectiva. La utilización en estos estudios de formas de nutrientes que son menos potentes o biodisponibles pueden hacer pensar equivocadamente que los nutrientes no son efectivos. Sin embargo, si se hubieran utilizado de otra forma podrían haber producido resultados más prometedores.
Probablemente, las personas que están satisfechas con su salud física, mental o emocional piensan que no necesitan tomar suplementos. No obstante, debemos tener en cuenta que la mayoría de la gente se podría beneficiar de una suplementación estratégica según su situación individual.
Por ejemplo, la diabetes tipo 2, o la resistencia a la insulina, se pueden desarrollar en parte por deficiencias en los nutrientes necesarios para el metabolismo saludable de la glucosa y la sensibilidad a la insulina (como el magnesio), pero también pueden aumentar la necesidad de aportar al cuerpo ciertos nutrientes, como las vitaminas B y la vitamina C. La diabetes puede aumentar la necesidad de ácidos grasos esenciales, debido a que la hiperglucemia inhibe la enzima delta-6-desaturasa, una enzima necesaria para alargar los ácidos grasos esenciales, el ácido linoleico en ácido gamma-linoleico (GLA) y el ácido alfa-linolénico en EPA y DHA. Y la diabetes es solo una de entre una larga lista de afecciones habituales que pueden hacer que el cuerpo necesite una dosis extra de nutrientes concretos, siguiendo siempre con una dieta o estilo de vida saludable.
Existen muchos otros problemas que afectan la necesidad y la eficacia de la suplementación. Exploremos algunos de éstos.
Forma y función de nutrientes
Algunas de las formas de suplementos utilizados en la investigación pueden no ser las más efectivas, por ejemplo, la vitamina B6 administrada como piridoxina, que puede ser menos efectiva que el piridoxal-5-fosfato para ciertas aplicaciones. Los estudios que analizan el inositol para mejorar el síndrome de ovario poliquístico (PCOS) pueden emplear solo mioinositol o D-quiro-inositol, cuando parece que usar ambos juntos puede ser más efectivo que uno solo. Y, por supuesto, existe el tema muy controvertido de suplementar con ácido fólico sintético en lugar de folatos naturales. El uso de formas de nutrientes que son menos potentes o menos biodisponibles puede indicar falsamente que los nutrientes no son efectivos, pero el uso de una forma diferente podría haber producido resultados más prometedores.
El consumo de medicamentos influye en el estado de los nutrientes
Varios medicamentos farmacéuticos interfieren con la absorción y/o asimilación de nutrientes, lo que resulta en deficiencias que pueden corregirse mediante suplementos. Varios diuréticos pueden causar una mayor necesidad de potasio y calcio. Se sabe que las estatinas reducen la síntesis de CoQ10 y vitamina K2, y el uso de metformina reduce la absorción de B12. Estas son solo unas pocas interacciones entre medicamentos y nutrientes que afectan el estado de los nutrientes y pueden indicar que se justifica la suplementación. Es el paciente raro en estos días que visita a un médico y no tiene una larga lista de medicamentos que han estado tomando durante años. Estos pueden causar deficiencias clínicamente relevantes que no deben ignorarse, sino que pueden corregirse en parte mediante una suplementación nutricional adecuada.
¿Quién se puede beneficiar de los suplementos?
Las personas que siguen dietas restrictivas y que, por tanto, pueden mostrar déficits de determinados nutrientes, pueden beneficiarse de una suplementación especialmente orientada a subsanar estas carencias. Un ejemplo serían los vegetarianos y especialmente los veganos, que requieren de suplementación de vitaminas D y B12, EPA / DHA, zinc y hierro.
Por otro lado, las personas mayores necesitan más proteínas en forma de alimentos integrales de las que generalmente obtienen de su dieta. Para ellos son especialmente recomendables los polvos de proteínas y los batidos de reemplazo de comidas, una forma efectiva de obtener todos los nutrientes que necesitan.

En resumen, los suplementos nutricionales pueden ejercer claramente un papel destacado para una población amplia de pacientes. Es normal que los pacientes puedan sentirse abrumados ante la amplia oferta de suplementos alimenticios que se pueden encontrar en el mercado. Por ello, se recomienda acudir a consultas de profesionales de salud para que les recomiende un régimen de suplementos adecuado a sus objetivos.
Referencias
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