Con la excelente oportunidad que nos brinda el Tren Campos de Castilla, que conecta Madrid con Soria con motivo del primer centenario del libro Tierras de Castilla de Antonio Machado, que vivió en Soria durante cinco años, nos acercamos a la gastronomía soriana no sólo con interés, sino con auténtico entusiasmo.
El viaje que propone la ciudad junto con Renfe es de fin de semana, con salida el sábado por la mañana y regreso el domingo por la tarde-noche, e incluye el hotel en diferentes categorías pack: plata, niños de 2 a 12 años con el 50% de descuento, a 99 euros por persona, y el pack oro por 110 euros (IVA incluido, en hotel de cuatro estrellas). En ambos casos el pack incluye viaje de ida y vuelta, asistencia a la llegada en el tren, teatralización en el tren en el viaje de ida a cargo de tres actores, degustación de productos a la llegada a la estación de la capital, traslado de la estación al hotel, el alojamiento elegido con desayuno incluido, paseo en el trenecito turístico por la capital, visita guiada por Soria: Campos de Castilla, naturaleza y paisaje, entrada con invitación a un espectáculo cultural desde el que conocer más de cerca la figura de Antonio Machado, visita guiada «La Tierra de Alvargonzález»: visita a la Laguna Negra, teatralización de la Leyenda en el entorno de Vinuesa y traslado desde el hotel de nuevo a la estación.
Los viajes pueden hacerse los fines de semana siguientes: 2 y 3 / 23 y 24 de junio, en julio los fines de semana 14-15 y 28 y 29, en agosto: 11-12 y 25-26, septiembre 8-9 y 22-23 en Octubre únicamente el primer fin de semana. En el tren se reparte información turística de Soria: callejeros, mapa poetas, localización de monumentos, horarios del tren turístico. La teatralización se realiza con actores vestidos de época que recuerdan la obra del poeta. La degustación, todavía en la estación, contiene diferentes productos, pero en ella no falta el torreznillo soriano tan rico. El Paseo en el tren sale el sábado a las 12 de la puerta Parque Alameda de Cervantes. Imprescindible la visita a la Laguna Negra, que contiene en sus misteriosas aguas la Leyenda de Alvargonzález, esta visita se realiza con guía.
Algo más sobre la ciudad
Se cree que el origen de la ciudad podría remontarse a dos mil años antes del nacimiento de Cristo. Sus habitantes originarios fueron pastores, que dieron paso a los celtíberos arévacos. Su primer Rey fue el aragonés Alfonso I el Batallador, desde el siglo XVI al XVIII se construyeron sus principales palacios gracias a la lana, principal fuente de ingresos de la ciudad. El fin de la Mesta en 1836 y el hundimiento de la ganadería, así como el final de la Cabaña Real de Carreteros en el último tercio del siglo fueron la causa de su declive. En la actualidad, Soria, capital de la provincia con el mismo nombre, cuenta con 40.000 habitantes, justo la mitad de los que habitan toda la región.
¿Qué comer en Soria?
La base de la cocina soriana es de producto castellano, donde no faltan los asados, la caza, las setas o la dulcería más variada. Sin embargo, Soria tiene productos muy específicos que merece la pena degustar y adquirir para traerlos de vuelta a casa. Así, la Mantequilla soriana cuenta con Denominación de Origen y procede de las múltiples vacas que pacen en sus pastos inmaculados, no en vano Soria es una de las provincias con más bosques y campos por kilómetro cuadrado. Además de la normal, hay variedades saladas y dulces, siendo esta última con la que se hacen exquisitos postres. Se venden en la mayoría de las pastelerías.
La Tarta de costrada es un dulce tradicional de Soria compuesto de varias láminas de hojaldre llenas de nata y crema, debe tomarse muy fresca, horas después de hacerse. Una de las mejores costradas las realizan en York mantequerías, que también las ofrecen para llevar y degustar en la propia cafetería.El «Torreznillo», panceta adobada y frita que resulta crujiente, se puede encontrar en la mayoría de los bares sorianos acompañada de un buen vino tinto de la Ribera del Duero como Dominio de Atauta o Silentium, también se ponen en las Migas de pastor, frecuente aperitivo en diferentes presentaciones de la zona.
Los Embutidos se benefician en su curación del clima frío y seco, en especial los chorizos y el lomo, en algunas variantes se trufan, siendo de una calidad excelente. Las Setas y la Trufa son la auténtica joya culinaria de Soria. Boletus edulis, níscalos, champiñones, setas de cardo y trufas negras que se dan también en fincas habilitadas para ello, y que encuentran perros truferos, una delicia para el paladar muy arraigada en bares y restaurantes. Por último, pero no por ello menos importantes están los Quesos, ideales para llevar y seguir saboreando la tierra una vez que te vas, los que se producen son principalmente de oveja o cabra, todos ellos artesanos.
¿Dónde comer en Soria?
En el núcleo central de la ciudad hay numerosos bares y restaurantes donde, por un precio módico, se pueden tomar excelentes carnes, productos derivados del cerdo y tapas. El restaurante de cocina de mayor nivel en el ciudad es Baluarte, su chef óscar García realiza una cocina de autor con producto profundamente castellano de gran sabor con menús de seis platos más postre por 50 euros, pero donde también se puede comer a la carta por un promedio de 25-35 euros que, realmente, en Madrid costaría el doble como mínimo. Imprescindible el Huevo con champiñones y trompetillas de la muerte, la Ensalada de codorniz o los impresionantes Raviolis de rabo de toro, todo buenísimo.
Para tapeo, Iruña ofrece desde unas Croquetas de jamón bastante grandes excelentes a unos Langostinos en gabardina riquísimos, sin olvidar las Tostas de queso o los Revueltos. Si se quieren tomar unas buenas Migas de pastor no hay que pederse Trashumante, donde también se puede degustar una sopa de setas con trufa o un pastel de hojaldre. Una cocina más tradicional se realiza en El Fogón de Salvador o Mesón Castellanos donde se puede tomar un riquísimo asado de cabrito o cochinillo, picadillo, los famosos torreznos o la deliciosa costrada. En el restaurante del Hotel Alfonso VIII también se realizan diferentes jornadas gastronómicas.
En Almazán, en el Restaurante Mateos, se pueden degustar unos excelentes Huevos escalfados sobre boletus y patatas paja; en Berlanga de Duero, en Virrey Palafox, en los meses de enero y febrero se realizan las Jornadas de la Matanza, también en el Restaurante del Pueblo de Abejar se realiza en febrero las Jornadas de la Trufa negra, y en abril en Agreda las del Bacalao y en diciembre las del Cardo rojo…
Actividades para todos los gustos
En Agosto, un momento mágnifico porque no hace calor, se puede ver en el Enclave del agua, junto al río, el festival de música, también el Teatro de la Calle y Soria Rock, en Septiembre el festival Musical y el de títeres, en octubre San Saturio y el mercado medieval y en noviembre el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria.
Para guías o excursiones, tanto de naturaleza como rutas micológicas, aconsejamos ponerse en contacto con Yolanda de Biosfera Soria en el teléfono 625 338 153. Al final uno puede hacer un crucero por el Duero o caminar por su orilla viendo en la propia roca, enclavado como una de ellas, la Ermita de San Saturio o quizá, sencillamente, pasear por sus calles recordando los versos sobre Soria que tanto inspiraron al poeta, quizá porque en la ciudad encontró un amor fascinante de la niña mujer, Leonor, quizá porque los amores interrumpidos cuentan con un halo de misterio muy literario.
Lo cierto es que la ciudad le rinde homenaje como uno de sus hijos predilectos, y es una buena excusa para visitarla porque, aunque sus biógrafos dicen que él siempre quiso marcharse, sus poemas lo desmienten, incluso los que ya escribió fuera de la ciudad como le dijera a Pedro Chico en una carta en 1918: «Si la felicidad es posible y real –lo que a veces pienso- yo la identifico mentalmente son los años de mi vida en Soria y con el amor de mi mujer a quien, como usted sabe,no me he resignado a perder, pues su recuerdo constituye el fondo más solido de mi espíritu«. Aún hoy se puede visitar el Casino en la calle Collado, 23, ahora llamado Círculo Amistad Numancia, para tomar un café como lo hiciera el poeta.
Quizá porque Soria conectaba con su interior más desnudo, lo cierto es que la ciudad, con o sin Machado, merece la pena…