Superalimentos muy españoles

No tienen nombres exóticos y no están en boca de todos, pero si ustedes son de los que apuestan por una vida saludable, no deben faltar en su lista de la compra.

Yolanda Cardo09/01/2019

¿Cuál es el significado de superalimento? A falta de una definición oficial, se entiende que son aquellos ricos en nutrientes y propiedades.

En los últimos años asistimos a una invasión de productos respaldados por campañas de marketing y difundidos en redes sociales que prometen poco menos que la eterna juventud. Sí, es cierto que existen y que aportan muchos beneficios a nuestro organismo, pero no son milagrosos. Los expertos coinciden: lo importante es llevar una dieta variada y equilibrada.

Hay muchos alimentos con fantásticas propiedades, que han estado toda la vida en nuestras despensas y hoy son grandes olvidados. Todos ellos son deliciosos y muy versátiles, además de ser beneficiosos para nuestra salud, y se merecen, por derecho propio, ser rescatados.

Las legumbres: deliciosos platos de cuchara

Un delicioso plato de legumbresParece que van recuperando poco a poco el lugar que les corresponde. Las legumbres han sido fundamentales en la alimentación de los españoles durante generaciones. Muchas propiedades las avalan. Por un lado, son una fuente importante de proteína vegetal, y además son ricas en minerales como el hierro, el potasio, el zinc o el fósforo. Asimismo, aportan una gran cantidad de ácido fólico, además de una vitamina, la B9, esencial para mujeres embarazadas.

También tienen mucha fibra y no aportan colesterol (el chorizo del cocido no cuenta). Garbanzos, lentejas, judías, habas… ¿Qué mejor que un sabroso plato de cuchara ahora que los termómetros empiezan a descender? Y encima son muy económicas… ¿se puede pedir más?

La achicoria, un sano sustituto del café

La achicoria es un buen sustituto del café¿Se han planteado alguna vez dejar de tomar café? ¿Sabían que la achicoria tiene el poder estimulante del café, pero sin los controvertidos efectos de la cafeína? A esta planta se le han atribuido cualidades medicinales desde hace siglos y no es para menos. La raíz de la achicoria presenta múltiples beneficios para nuestra salud.

Por un lado, la achicoria tiene propiedades antiinflamatorias, que ayudan a aliviar problemas en las articulaciones, como la artritis. Tambien es rica en antioxidantes, entre los que destacamos el betacaróteno, indicado para fortalecer el sistema inmune. Además, posee un elevado contenido en fibra soluble, muy beneficiosa para nuestro intestino. Igualmente, contiene vitaminas y minerales, como el potasio, el magnesio o el fósforo. Su sabor, ligeramente amargo, favorece la digestión, estimulando los jugos gástricos. Evitamos así digestiones pesadas y la formación de molestos gases. Una saludable manera de comenzar el día.

La algarroba: el cacao del mediterráneo

Siempre me llamaron la atención esas vainas planas de sabor dulce que encontraba en verano debajo de los algarrobos. Una legumbre desconocida y poco valorada que, sin embargo, tiene numerosas propiedades, además de ser deliciosa. Su alto contenido en triptófano, un antidepresivo natural, nos ayuda a lograr un buen estado de ánimo. Las semillas, con un elevado porcentaje de mucílagos, favorecen un óptimo funcionamiento de nuestro sistema digestivo. Su uso es muy similar al que le damos al cacao, pero con la ventaja de que sus niveles de grasa y sodio son notablemente inferiores. Y lo mejor es que lo tenemos aquí, ya que es una especie autóctona de la zona mediterránea, por lo que el impacto ambiental es mucho menor. Más sano, igualmente delicioso y, además, muy nuestro.

La chufa. Horchata y mucho más

La horchata es una bebida muy refrescante

Cuando pensamos en la chufa, enseguida nos viene la mente la horchata, muy popular en los meses de verano. Pero este tubérculo es más que una refrescante bebida. Entre sus propiedades, es rica en fibra, en proteínas vegetales, y también en minerales como el zinc, el magnesio, el potasio o el fósforo. También aporta vitaminas C y E, además de ácidos grasos Omega 6, indicados para la salud de nuestro sistema circulatorio y también para mantener los niveles de insulina. Además, favorece la digestión, ayuda a eliminar gases y es un alimento libre de gluten.

Su uso en la cocina va más allá del popular refresco siendo, por ejemplo, un perfecto sustituto de la leche. Por sus cualidades resulta ser un excelente aperitivo si la tomamos al natural y su harina es ideal para la repostería. Y un consejo para terminar: la horchata es mejor consumirla sin azucares añadidos.

El ajo, un excelente antibiótico natural

Una sabrosa sopa de ajo

El aroma del ajo es, quizás, el más icónico de nuestra gastronomía. Se utiliza en sofritos, crudo, asado, en guisos, en sopas, en panes… Y es el antibiótico natural por excelencia. También es rico en vitaminas A, B y C, todas ellas grandes aliadas del hígado, ayudándole a desintoxicar nuestro organismo. Con un alto porcentaje de antioxidantes, no solo nuestra piel se beneficia de ello, sino que también ayuda a prevenir enfermedades como el Alzeihmer, además de contribuir a una reducción de nuestros niveles de colesterol y aportar minerales como manganeso, calcio, hierro, potasio o fósforo. Nuestra salud estará de enhorabuena si lo incluimos de manera habitual en nuestra dieta.

Almendra: un chute de energía natural

La almendra es un ingrediente indispensable de los dulces navideños. Lamentablemente, en la mayoría de los casos le acompañan un exceso de azúcar y de grasas innecesarias y perjudiciales para nuestra salud. Una vez más, les recomendamos que lean bien el etiquetado y, en la medida de lo posible, escojan productos elaborados con ingredientes de calidad y preferentemente ecológicos. Pero la almendra se puede consumir de muchas otras maneras: cruda, en salsas, en guisos, laminada en ensaladas o repostería, en batidos, o en forma de bebida, como un excelente sustituto de la leche.

Pero sus beneficios y propiedades son muchos. Por ejemplo, es fuente de proteínas y minerales, y su alto contenido en fósforo contribuye a la salud de nuestros huesos, además de estimular nuestra memoria y concentración. Es rica en fibra y mejora el sistema inmunitario gracias al aporte de zinc, vitamina E, manganeso, magnesio…

Granada, la fruta de temporada

La granada aporta muchos beneficios a nuestro organismo

La granada es una de las pocas frutas que, de momento, solo encuentras en temporada en los mercados, y así debería ser siempre. Esta preciosa y sabrosa fruta otoñal es una auténtica bomba de virtudes. Para empezar, es perfecta para combatir el envejecimiento, por su alto contenido en antioxidantes. Contiene vitaminas A, E, C y B5 y las propiedades antiinflamatorias de sus taninos favorecen el bienestar de nuestro corazón. Por otro lado, la granada posee un alto contenido en ácidos fólico y potasio, y sus fenoles, además de potentes antioxidantes, ayudan a nivelar la presión arterial, disminuyen el riesgo de azúcar en sangre y contribuyen a reducir el colesterol. Es deliciosa si la añaden a la ensalada. Y si la exprimen su zumo, además de rico, resultará muy saludable. Prueben a tomarla con salmón y aguacate en tartar, con yogurt, chía y cereales en el desayuno, en cuscús o salsas… solo hay que echarle imaginación.

Las castañas: el fruto seco bajo en grasas

Las castañas, un buen aliado de nuestra salud

Atrás quedan esas postales navideñas de las castañeras… Un inconfundible aroma nos envolvía mientras calentábamos nuestras manos. Este fruto seco, propio del otoño y del invierno, y de textura harinosa, es rico en hidratos de carbono y bajo en grasas, perfecto para deportistas. Bajo en calorías y muy rico en fibra, la lista de minerales que aporta a nuestra dieta es variada: calcio, magnesio, hierro, fósforo, potasio, yodo o selenio, todos ellos muy beneficiosos para nuestros huesos y también para el sistema nervioso. La harina de castaña no contiene gluten, por lo cuál los celíacos pueden consumirla sin problema. Y, por si todo esto fuera poco, contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. En la cocina es deliciosa y tradicionalmente se toma asada, pero prueben a hacer bizcochos o tartas, crema de castañas o a incluirlas en suculentos guisos.

Y recuerden: estos superalimentos no son milagrosos, pero sí muy saludables.